Evitó la emisión de más de 1.2 millones de toneladas
Desde que el Ejecutivo ordenó el aislamiento social obligatorio para frenar la pandemia del Covid-19 en el país, se ha evitado la emisión de más de 1.2 millones de toneladas de CO2e (dióxido de carbono equivalente). Esto refleja una consecuencia positiva para el medio ambiente, ya que los GEI son causantes del calentamiento global.
En coordinación con Alwa, consultora de ingeniería sostenible, la dirección general de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente (Minam) concluyó que solo por generación eléctrica se dejaron de emitir más de 400,000 toneladas de CO2e.
Esto equivale a evitar el consumo de más de 31 millones de galones de Diesel B5. Hay que anotar que el 97% de la energía eléctrica que se consume en el Perú durante el periodo de cuarentena se genera a partir de fuentes renovables.
Si bien el descenso en las emisiones de GEI es general en todos los países del mundo, especialmente en aquellos donde se ha restringido el derecho de libre tránsito, esta es una oportunidad para pensar en el modelo de desarrollo del país, que permita así ser más resilientes y transitar hacia una economía baja en carbono, en beneficio de la ciudadanía.
Una situación similar se registra en el transporte urbano en Lima Metropolitana y el Callao y el transporte aéreo nacional e internacional. Según los datos obtenidos, solo en el transporte terrestre se evitaron más de 460,000 toneladas de CO2e desde que se inició el estado de emergencia sanitaria el pasado 16 de marzo a la fecha.
De igual modo, la suspensión del transporte aéreo nacional e internacional ha evitado la emisión de, por lo menos, 360,000 toneladas de CO2e. Esto equivale a consumir más de 35 millones de galones de Diesel B5.
Asimismo, los planes de estímulo económico y las futuras políticas que el gobierno está elaborando para recuperar la economía constituyen una oportunidad real para promover los planes sostenibles de inversiones en energías renovables, edificios inteligentes, transporte público limpio, plantas de procesamiento de residuos y agricultura sostenible, las cuales están vinculadas a las medidas de adaptación y mitigación presentadas en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC).
De esta forma, la reactivación nacional, posterior al Covid-19, debe ser una oportunidad para acelerar las transiciones que, como país, ya venimos atravesando, tanto la matriz energética, como el uso de materiales industriales o las cadenas productivas, libres de deforestación.