En 2019 los embarques del metal sumaron 50.000 toneladas, por 190 millones de dólares.
La incipiente industria del litio de Argentina se encuentra prácticamente paralizada por los efectos de la propagación mundial del coronavirus, con varios proyectos pausados mientras la pandemia agudiza las dificultades económicas del país austral, que también atraviesa una crisis de su deuda soberana.
Argentina es parte del llamado “triángulo del litio”, una de las principales fuentes del metal clave para el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos, y en los últimos años crecieron las inversiones en la nación sudamericana con el objetivo de superar a Chile, una potencia del sector.
Sin embargo, estos proyectos están ahora en un limbo, amenazando lo que Argentina preveía como un potencial ingreso eventual de 2.000 millones de dólares en exportaciones de litio, según datos oficiales. El año pasado los embarques del metal sumaron 50.000 toneladas, por 190 millones de dólares.
“La cuarentena va a afectar a la industria en todo el mundo”, dijo Emily Hersh, socia gerente de DCDB, un grupo de asesoría tecnológica basado en Buenos Aires, agregando que el golpe por el coronavirus afectará la demanda de automóviles eléctricos.
“El problema más grande para Argentina va a ser la recesión global, que va a retrasar la electrificación”, agregó.
La pandemia ya ha obstaculizado el desarrollo de la actividad en Estados Unidos, mientras que desde el sector minero han advertido que el virus podría afectar ventas y precios este año.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien impuso una cuarentena obligatoria a finales de marzo que por el momentos extenderá hasta el 26 de abril, sumó a la minería dentro del grupo de servicios esenciales, eximiendo a quienes trabajan en la industria del aislamiento.
Pero esto no ha ayudado lo suficiente para reactivar las operaciones afectadas, entre otras cosas, por los límites en la transportación decretados para prevenir el virus.
“Hasta donde yo sé, las compañías de litio estuvieron haciendo el esfuerzo de mandar exportaciones que estaban pendientes en el puerto. Pero la demanda es baja, está todo paralizado”, dijo Alberto Carlocchia, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
“No creo que los principales proyectos mineros lleguen a operar ni siquiera a un 50% de su capacidad. Pero no porque no quieran, sino porque las restricciones en el transporte no permiten a los trabajadores viajar de provincia a provincia”, agregó.
La firma estadounidense Livent Corp actualmente está operando al mínimo de su capacidad en el noroeste argentino, luego de haber suspendido inicialmente sus operaciones y despedido a más de 450 trabajadores.
En cambio, otros han ido más lejos. La compañía francesa Eramet paralizó sus planes de inversión de 600 millones de dólares en su proyecto de litio en la provincia norteña de Salta debido a la crisis económica del país sumado a la incertidumbre global provocada por el coronavirus.
La empresa apuntaba a producir 24.000 toneladas de carbonato de litio equivalente por año en su primera fase.
Pierre-Alain Gautier, el director de estrategia en Eramet, dijo que el clima volátil de la economía de Argentina complicó el financiamiento del proyecto, tornándose “cada vez más difícil desde el inicio de la crisis sanitaria del coronavirus”.
Por su parte, Lithium Americas, empresa que planeaba construir una planta en el norte de Argentina para inicios del 2021, dijo en marzo que había suspendido la obra por las cuarentena obligatoria decretada. Esto redujo el personal de 850 trabajadores en planta a solo 93 de mantenimiento, teniendo que retrasar la fecha de finalización de la construcción.
“No sé todos los impactos que tendrá esto. Hay mucha incertidumbre a estas alturas”, dijo a Reuters Jonathan Evans, presidente y gerente ejecutivo de Lithium Americas, agregando que la situación global estaba “constantemente cambiando”.
“Sin embargo, tengo confianza de que en algún momento del 2021, podremos concretar el proyecto”, agregó.
El objetivo de Argentina de incrementar las exportaciones de litio ya se había enfrentado a dificultades previas al brote mundial de COVID-19. Competidores como Australia y Chile han desarrollo depósitos del metal más rápido y una caída en los precios global del metal han desalentado inversiones.