La producción nacional se incrementó 3,83%, en febrero del presente año, resultado con el cual acumuló 127 meses de evolución positiva; asi lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Asimismo, informó que en el primer bimestre del año, la producción nacional aumentó en 3,40% y en el periodo anualizado (marzo 2019-febrero 2020) la actividad productiva del país acumuló un crecimiento de 2,38%.
Este resultado positivo se sustentó en el comportamiento favorable de los principales componentes de la demanda interna como el consumo de hogares asociado con las mayores ventas al por menor (2,23%), la importación de bienes de consumo no duradero (1,39%), el incremento de los créditos de consumo (13,17%); así como la inversión pública en construcción (5,14%) y el gasto de consumo del gobierno. También, contribuyó la mayor demanda externa de productos no tradicionales (2,28%) como es el caso de los agropecuarios, químicos, siderometalúrgicos y textiles.
En el mes de febrero 2020 todos los sectores productivos experimentan crecimiento. Siete sectores aportaron cerca del 60% del resultado global, entre los que destacaron Manufactura; Minería e Hidrocarburos; Comercio; Construcción; Transporte, Almacenamiento y Mensajería; Agropecuario; así como Alojamiento y Restaurantes.
La producción nacional, en febrero de este año, estuvo favorecida por la mayor producción del sector Primario (4,25%), sector Secundario (2,09%) y Servicios (3,51%). En el primer bimestre de este año, igualmente presentaron comportamiento positivo los sectores Primario (3,41%%), Secundario (3,65%) y Servicios (3,50%).
En febrero del presente año, el sector Agropecuario creció en 3,54%, registrando por sétimo mes un comportamiento positivo. El subsector agrícola creció en 4,37%, por los mayores volúmenes obtenidos de páprika (99,4%), mango (77,0%), arroz cáscara (26,3%), maíz choclo (23,3%), maíz amarillo duro (12,4%), espárrago (9,9%) y papa (5,2%), favorecida por las condiciones climáticas favorables como el registro de temperaturas alrededor de sus niveles normales. El subsector pecuario creció en 2,54% debido a los mayores volúmenes de producción de porcino (4,2%), ave (3,3%), huevo( 2,5%) y leche fresca (2,3%).
El sector Pesca creció en 19,32% determinado por la mayor captura de especies de origen marítimo (16,16%) para consumo humano directo (25,16%), destinadas a la preparación de curado (91,6%), congelado (26,9%), para consumo en estado fresco (23,9%) y enlatado (8,7%). Sin embargo, decreció la pesca para consumo humano indirecto, como preparación de harina y aceite de pescado, ante la nula captura de anchoveta, que se encuentra en veda. Por otro lado, la pesca de origen continental aumentó en 53,26%, principalmente por la mayor captura de trucha para congelado
El sector Minería e Hidrocarburos aumentó en 4,17% por la mayor actividad del subsector minero metálico en3,25%, sustentado en el incremento de la producción de hierro (67,0%), molibdeno (46,8%), plata (12,9%), plomo (10,9%), estaño (10,4%) y zinc (9,7%); mientras que disminuyó el oro (-10,7%) y cobre(-3,5%). También, el subsector hidrocarburos creció en 8,96% ante la mayor producción de petróleo crudo (34,4%) y gas natural (2,4%); mientras que, la producción de líquidos de gas natural disminuyó (-1,9%)
La producción del sector Manufactura creció 5,27% principalmente por la mayor producción del subsector primario (24,08%) y por el subsector no primario (0,06%). El resultado del subsector primario fue determinado por la mayor actividad de metales preciosos (93,78%), elaboración de carne (2,80%) y elaboración de azúcar(1,28%). En el subsector no primario aumentó la producción de bienes intermedios (2,44%); mientras que bienes de consumo mantuvo similar nivel al de febrero 2019. Por el contrario, la producción de bienes de capital se redujo (-24,98%).
La producción del sector electricidad, gas y agua creció 5,03% por la mayor generación de energía eléctrica (6,18%), generación de origen hidroeléctrico (6,64%), renovable (5,77%) y la de origen termo eléctrico (2,89%). El subsector gas disminuyó en 29,78% por la menor demanda de las generadoras eléctricas (-46,6%). No obstante, se incrementó la demanda de las empresas (30,3%) y de las distribuidoras de gas natural vehicular (5,4%). El subsector agua creció en 2,97% por la mayor producción de Sedapar (6,95%) y Sedapal (3,33%); mientras que disminuyó Seda Chimbote (-0,69%).
El sector Construcción se incrementó en 5,14% reflejado en el mayor avance físico de obras públicas (11,55%) y el consumo interno de cemento (3,99%). El incremento del avance físico de obras públicas fue determinado por la mayor inversión pública en los tres ámbitos del gobierno, Gobierno Regional (39,93%), Gobierno Nacional (8,11%) y Gobierno Local (4,24%) en edificios no residenciales (colegios, hospitales, puestos de salud), servicios básicos y obras relacionadas a la prevención de riesgos. El aumento del consumo interno de cemento fue determinado por la continuación de las obras en grandes minas, obras civiles, obras de construcción de centros comerciales en Lima y al interior del país, la modernización de la Refinería de Talara, así como la continuación de proyectos inmobiliarios.
En febrero de este año, el sector Comercio aumentó en 2,51%, por el incremento de las ventas al por mayor (2,48%), ventas al por menor (2,23%), así como la venta y reparación de vehículos (3,54%).
Sector Transporte, Almacenamiento y Mensajería aumentó en 3,28%
La producción del sector Transporte, Almacenamiento y Mensajería se incrementó en 3,28%ante el resultado favorable del subsector transporte (4,13%). El crecimiento del subsector transportes se sustentó en la mayor actividad del transporte terrestre y tuberías (4,4%), en el que figura el mayor tráfico por vía férrea (30,0%) y por carretera (4,1%), este último fue determinado por el mayor tráfico de pasajeros (4,7%) y carga (3,3%); también, aumentó el transporte por tubería en 9,8% y por vía aérea (4,2%).
El sector Alojamiento y Restaurantes creció en 4,77% por la mayor actividad del subsector restaurantes (4,94%) y del subsector alojamiento (3,65%).El resultado del subsector restaurantes fue explicado por la mayor actividad de los establecimientos de restaurantes turísticos, carnes y parrillas, chifas, comidas rápidas, restaurantes y pollerías,entre otros. La misma tendencia presentaron los servicios de comida y concesionarios con un crecimiento de 13,56%, servicios de catering (23,52%) y servicio de bebidas (8,88%).
En febrero de este año, el sector Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información creció en 2,63%, por la mayor actividad del subsector Telecomunicaciones (3,11%); mientras que disminuyó el subsector Otros Servicios de Información (-0,46%).En el subsector telecomunicaciones aumentó el servicio de internet y televisión por suscripción 6,5% y servicio de telefonía en 3,2%.El subsector otros servicios de información cayó por la menor actividad de programación de TV y radio (-4,5%) y servicios de edición(-2,3%), específicamente de periódicos y revistas.
El INEI informó que la actividad Financiero y Seguros aumentó en 2,83% explicado por el incremento de los créditos corporativos a grandes, medianas y pequeñas empresas en 5,44%, destacando los sectores agropecuario, caza y silvicultura;las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler; manufactura; hoteles y restaurantes; comercio; transporte,almacenamientoy comunicaciones y construcción. Asimismo, crecieron los créditos de consumo (13,17%) e hipotecarios (8,34%). Igualmente, se incrementaron los depósitos en 6,53%, por el resultado favorable de los depósitos a la vista,de ahorro, compensaciones por tiempo de servicio y depósitos a plazo.
El sector Servicios Prestados a Empresas registró un incremento de 3,42%, por la mayor publicidad e investigación de mercados (4,9%), actividad de profesionales, científicas y técnicas (3,6%), actividad de agencias de viajes y operadores turísticos (3,5%) y actividades de servicios administrativos y de apoyo a empresas (3,0%).
En los tres primeros meses del año se perdieron 120,900 empleos adecuados en Lima Metropolitana, respecto a similar periodo del 2019, según la información del INEI. Es decir, los puestos de trabajo en los que se laboran 35 o más horas a la semana y se reciben ingresos por encima del ingreso mínimo referencial cayeron 4%.
¿Qué sectores fueron los más afectados? Según el reporte, 118,700 personas en los sectores de construcción, comercio y servicios perdieron su empleo (adecuado) en el primer trimestre. En el sector servicios -principal creador de puestos de trabajo, sobre todo de mano de obra poco calificada- el empleo se contrajo 5%, es decir, 90,900 trabajadores menos.
Si bien el PBI de estos sectores es positivo en los dos primeros meses del año, analistas esperan una contracción en marzo (no solo de estas actividades, sino de la economía en su conjunto) como resultado del aislamiento social obligatorio que empezó el 16 del tercer mes del año. Esto explica, en parte, la caída del empleo adecuado, que podría agudizarse considerando que en abril los sectores continuaron parados y los gremios empresariales aseguraron no podrían cumplir sus obligaciones.
Por categoría de ocupación, los trabajadores dependientes (63,700 menos) e independientes (57,300 menos) perdieron sus puestos de trabajo.
Mientras el empleo adecuado se redujo entre enero y marzo, el subempleo se incrementó en 115,300 personas (6.5%). A detalle, el subempleo por insuficiencia de horas (visible) creció en 78,000 trabajadores, en tanto el subempleo por ingresos (invisible) se elevó en 37,300 empleados.
Salvo en manufactura, el subempleo visible se incrementó en construcción (6,700 más), comercio (21,700 más) y servicios (48,800 más). Y en estos tres sectores, también se incrementó el subempleo invisible (Ver tabla).
En el trimestre enero-febrero-marzo del 2020, la tasa de desempleo de Lima Metropolitana se ubicó en 7.8%. En términos de cifras absolutas se estima que existen 406,200 personas que buscan un empleo activamente, lo que representó una reducción de 5.3% comparado con similar periodo del 2019 (22,800 menos).
Hay que recordar que en una conferencia de prensa virtual del ministerio de Economía (MEF), no se reveló un impacto concreto de las medidas para mitigar los efectos del coronavirus sobre el empleo, pero si se advirtió que de no tomarse las acciones de impulso económico la pérdida de puestos de trabajo hubiera llegado a los 80,000 entre los meses de marzo y abril.
En contra parte, la titular del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), Sylvia Cáceres, reveló días después que el registro de contratos temporales de trabajo ha caído en más de 90% a raíz del coronavirus. En entrevista con “Punto Final”, la ministra explicó que al 5 de abril se registraron alrededor de 8,000 contratos temporales, en comparación con los 100,000 registrados a la misma fecha del año pasado.
ISRAEL LOZANO
“El mundo cambió drásticamente en tres meses”, fueron las palabras que usó la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, para presentar las nuevas proyecciones de la institución sobre la economía mundial. Lo que inició como una enfermedad en una ciudad de China, hoy escaló a una pandemia sin precedentes.
Sus efectos se han trasladado hasta la economía, que enfrenta una nueva crisis. Los datos recientemente publicados por el FMI proyectan que el crecimiento mundial caerá un 3% en el 2020. Una contracción mayor a lo vivido durante la crisis financiera del 2008. Gopinath ha renombrado al 2020 como el año “del gran bloqueo”.
La Gran Depresión fue en 1929 y sucedió luego del colapso de la Bolsa de Valores de Estados Unidos, según recuerda el economista Alfonso De la Torre. “Hubo errores de política y una recesión en Estados Unidos. Se perdió más del 20% del producto y uno de cada 5 personas perdió su trabajo en dicho país”, comentó.
Pero para el caso peruano, bajo una perspectiva únicamente económica, De la Torre opina que el shock que hoy vivimos significará una caída en el producto no vista desde la década del 90.
Datos del propio Fondo revelan que el PBI de Perú, a precios constantes, en 1990 fue de -5,09%. Del mismo modo, la tasa de desempleo que era 4,8% en 1987 trepó hasta el 8,3%. “Cerca de 1,2 millones de peruanos perdieron sus empleos [en ese periodo]”, apuntó en un reciente informe sobre el tema el Instituto Peruano de Economía.
Tasa de desempleo entre el 1987 y 1990. (Fuente: FMI / Elaboración: GEC)
Para el año actual, la proyección del FMI es que la economía peruana registrará una tasa de -4,5% desde un 2,2% que creció en el 2019. En tanto, la tasa de desempleo pasaría de un 6,6% en el 2019 a un 7,1% en el 2020. Para el 2021, la tasa no descendería: 7,3% es la proyección vigente del Fondo.
“Una epidemia no es lo mismo que una guerra”, precisó el economista De La Torre. “Hay una destrucción de fábricas físicas, de capital físico. Pero una cosas es importante. Si permitimos que hayan quiebras masivas, sí habrá pérdida de capacidad productiva del país”, aseveró.
Teniendo en cuenta ello, consideró más importante mirar la trayectoria que dibujan las cifras del Fondo: al Perú le tomará dos años retomar una tasa de crecimiento positivo. El FMI proyecta que el crecimiento para el 2021 sería de 5,2%.
El 5,2% del FMI considera que la pandemia se modera a mediados de este año y, naturalmente, que el país mantiene constantes sus herramientas fiscales para frenar el impacto sobre su economía.
Lo que sucedió después del 90, según un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), fue un programa de estabilización económica que arrancó en agosto del mismo año. Este tuvo el acompañamiento de organismo internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el propio FMI.
En aquel entonces, el principal problema era la inflación y esta se redujo considerablemente; mientras que el PBI en 1991 creció 2,2% debido a un conjunto de reformas estructurales en la producción y el mercado laboral.
Oferta y demanda posterior a 1990. (Fuente: INEI)
Para el exministro de Economía, Alfredo Thorne, no se debe perder de vista que los tiempos son completamente distintos. “La economía de los 90 era una economía que recién estaba siendo liberalizada, no tenía la capacidad de respuesta que tiene esta economía para ajustarse a los shocks”, recordó. Por tanto, la recuperación seguirá procesos diferentes.
Thorne explicó que la caída del crecimiento en el presente año responde en su gran mayoría al retroceso en el gasto privado.
“En nuestros estimados, el gasto privado cae 15 puntos porcentuales. Y lo que nos ha dicho la ministra es que el déficit sería masomenos 12 puntos porcentuales. Entonces tienes que hay una brecha de 3 puntos negativos, que es donde nosotros tenemos nuestros estimados. Una caída del PBI del orden de 3%”, explicó. Por lo tanto, las medidas aplicadas por el Gobierno podrían generar un rebote casi inmediato.
Se espera que el Ministerio de Economía, en su tradicional Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas, revele el nuevo estimado oficial del Gobierno para el crecimiento del 2020. Uno que podrá variar en el número; pero -muchos adelantan- sería negativo.