Aunque la paralización forzada para combatir la propagación del covid-19 en Ecuador incidirá en las mineras presentes en este país, algunos expertos prevén que la afectación no será mayor pues apenas hay dos empresas en producción y pocas en etapa de exploración avanzada.
“Los proyectos Fruta del Norte y Mirador sin duda van a sentir afectación como consecuencia de la paralización preventiva de actividades y no precisamente por la pandemia, pues en la zona donde se ubican no existen mayores casos del virus", dijo a BNamericas el abogado Stevie Gamboa, experto en temas mineros, "Los efectos no estarán muy lejos de la media en el mundo por los costos económicos y dependiendo del tiempo de paralización”.
Fruta del Norte, operado por la canadiense Lundin Gold, y Mirador, concesionada a EcuaCorriente, filial del consorcio chino Tongling Non-ferrous Metals Group y China Railway Construction, dieron inicio el año pasado a la minería a gran escala en Ecuador produciendo y exportado oro y cobre, respectivamente.
A fines del mes pasado, las dos empresas redujeron sus operaciones al mínimo y bajaron el número de trabajadores activos como medida preventiva ante el covid-19, a pesar de que en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, en donde se asientan los proyectos, apenas se han registrado 2 casos positivos del virus, de un total de 3.747 en todo el país al 6 de abril.
Según Gamboa, como consecuencia de esa paralización, habrá un incremento de los costos operativos en 2020, tanto por el tiempo en que se mantengan las operaciones mínimas como por el costo directo en mano de obra y la implementación de nuevas medidas de control sanitario que se requerirán para seguir trabajando.
En los próximos días se aplicará en cada provincia de Ecuador una especie de semáforo para determinar qué actividades se van retomando, según el comportamiento del virus.
Gamboa cree que dada la baja incidencia del covid-19 en el sector y a que la minería tiene buena capacidad de control, las actividades podrían comenzar a reanudarse paulatinamente en las provincias donde se localizan Mirador, Fruta del Norte y otros proyectos mineros.
“Creería que tomará unos 60 días que Mirador y Fruta del Norte retomen sus actividades normales debido a su capacidad técnica, de gestión, de recursos y del personal que tienen”, indicó Gamboa.
Además de Fruta del Norte y Mirador, Ecuador posee otros tres proyectos mineros considerados estratégicos: Río Blanco (oro y plata), concesionado a JuneField y Hunan Gold; Loma Larga (oro y plata), de la canadiense INV Metals; y Panantza-San Carlos (cobre), de EcuaCorriente.
Río Blanco está paralizado por decisión de un juez ante una demanda de las comunidades aledañas y su reactivación e inicio de su producción dependerá de tribunales.
En tanto, Loma Larga deberá relocalizar las instalaciones previstas tras una consulta popular de 2019 en la zona donde se ubica el proyecto. El inicio de producción está atada a los permisos que se requieren para reubicar las instalaciones y comenzar la construcción.
El país andino también posee otros proyectos mineros conocidos como segunda generación. Tal es el caso de Llurimagua, de la cuprífera chilena Codelco y la local Enami en provincia norteña de Imbabura; Cascabel, de la australiana SolGold y también localizada en Imbabura; La Plata, de la canadiense Toachi Mining en la provincia central de Cotopaxi; Curipamba, de la canadiense Salazar Resources, en la provincia central de Bolívar; Ruta del Cobre de Grupo México en la provincia sureña de Azuay; y Cangrejos, de la canadiense Lumina Gold en la provincia occidental de El Oro.
Expertos consideran que Ecuador tiene gran potencial minero, sobre todo por sus importantes recursos hídricos y porque el país estará en la mira cuando los inversionistas tengan que escoger dónde invertir tras la pandemia.
Sin embargo, para ello Ecuador deberá reabrir su catastro minero.
Con excepción de Mirador y Fruta del Norte, los proyectos mineros están aún en fase de exploración, sea inicial o avanzada, por lo que, aunque haya demoras en sus trabajos de exploración o prospección, no deberían sufrir un impacto económico grande derivado la pandemia del covid-19, pero sí tendrán que realizar reprogramaciones.
Entre las medidas para enfrentar la propagación del virus, el gobierno de Lenín Moreno decretó la suspensión de actividades y el teletrabajo para diversos sectores, con excepción de los estratégicos, del cual forma parte la minería; sin embargo, las mineras resolvieron suspender las actividades por previsión.
El gobierno, mientras tanto, continúa otorgando certificados de origen, no ha prohibido la exportación de minerales ni ha suspendido concesiones ni derechos mineros como consecuencia de la pandemia.
Adicionalmente el gobierno decidió suspender por 60 días la declaración de impuestos por actividades económicas, lo cual debe cumplirse en marzo de cada año en Ecuador. Esto permitirá que las empresas tengan mayor liquidez, sobre todo las más pequeñas.
Según Gamboa, tras la pandemia Ecuador será más activo a la hora de desarrollar nuevos proyectos mineros.
“Postpandemia, un país tan poco explorado como Ecuador se vuelve atractivo porque las inversiones de inicio para las fases exploratorias no son altas; las empresas van a querer acceder a proyectos en países que sean amigables para la inversión”, sostuvo Gamboa. “Ecuador puede beneficiarse de nueva inversión en el último trimestre del año o el primero del próximo, si se reabre el catastro minero”.
El interés de las mineras también podría darse porque países como Perú, que tienen una inversión enorme en minería, ya tiene abierto el catastro minero y mantiene varios proyectos en construcción.
Antes de la pandemia, Ecuador tenía previsto abrir su catastro minero a fines de año, por lo que si se cumple este objetivo el tiempo podría resultar ideal pues habrá pasado la peor etapa de la pandemia.
El analista Walter Spurrier dijo a BNamericas que en minería Ecuador tiene un potencial mayor que Perú, por lo que espera que el gobierno aproveche la coyuntura y reabra el catastro minero, pues las mineras están haciendo decisiones de largo plazo y buscando proyectos rentables.
“Las empresas buscan áreas para prospectar minerales y quieren prospectar en las cordilleras andinas. Abrir el catastro minero es importante para Ecuador, que necesitará más inversión”, señaló Spurrier.