Analistas cifran entre un 15% y un 25% su desplome en abril,
Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y la 'tormenta perfecta' que afronta el mercado del petróleo obliga a contemplar soluciones fuera de lo habitual para evitar su colapso. Rusia y Arabia Saudí han puesto contra las cuerdas al 'shale oil' estadounidense, de ahí la implicación de Trump en buscar medidas de 'rescate'. Una alianza a tres bandas en una especia de 'OPEP++', el 'renting' de espacio para almacenar excedentes o posibles guiños de China figuran entre las opciones barajadas.
En otros tiempos la OPEP tendría en su mano la solución a gran parte de los problemas de desequilibrio que afronta el mercado del petróleo. Pero su continua pérdida de cuota de mercado, agravada por sus políticas de recortes de producción y por el auge del 'shale oil', limita su poder, y obliga a la implicación de más actores.
El mercado encara una caída récord de la demanda. Los analistas cifran entre un 15% y un 25% su desplome en abril, como consecuencia de la repentina paralización de la actividad en la mayor parte de las principales economías para intentar contener la propagación del coronavirus.
La situación se agrava cuando esta caída récord de la demanda coincidirá con el aumento de producción que habían anunciado dos potencias petroleas como Arabia Saudí y Rusia, en una decisión "de locos", según calificó Donald Trump.
Con la demanda abocada sin remedio a una caída récord por la paralización de la economía, la única alternativa para evitar un mayor colapso del mercado del petróleo viene del lado de la oferta. Salvo una reducción drástica en las cifras de producción, el resultado será, según las firmas de inversión, un excedente de hasta 20 millones de barriles al día.
Esta cantidad supondría un reto insólito hasta la fecha a la hora de poder absorber (y almacenar) una cantidad tan elevada de petróleo. De ahí las previsiones más extremas de algunos analistas, siguiendo los pasos de Mizuho Secutiries, de una eventual caída del petróleo a cero dólares, o incluso a precios negativos, ante la incapacidad de poder almacenar todo el 'stock' sobrante.
Con la estrategia de Arabia Saudí y Rusia, el precio del petróleo se ha desplomado por debajo de los 20 dólares, a mínimos de 2002, con una caída en marzo superior al 50%, su mayor desplome mensual de la historia. Pero ha puesto especialmente contra las cuerdas a la industria estadounidense de 'shale oil', la que ha logrado un mayor crecimiento de cuota de mercado en los últimos años. Precios como los actuales de 20 dólares imposibilitan la rentabilidad de sus operaciones.
En un año electoral en EEUU, Donald Trump se ha convertido en el mayor implicado a la hora de buscar soluciones que eviten el colapso del mercado. La industria petrolera es clave sobre todo en estados como Texas y California, y una oleada de impagos en el sector supondría además una seria amenaza para el sistema financiero estadounidense.
Con la mediación de EEUU, el mercado no descarta recurrir, al margen de las opciones más 'clásicas', a alternativas heterodoxas para superar la situación límite que afrontará en el segundo trimestre del año.
Después del peor trimestre que haya vivido la cotización del petróleo, algunos productores empiezan a protegerse con cláusulas para no verse forzados a pagar a los compradores por el petróleo que extraen si los precios caen por debajo de los cero dólares por barril. Este viernes, el crudo de referencia en Europa, el Brent, cotiza en 31 dólares, un 4% más que ayer, día en el que los precios cerraron con una subida superior al 20%.
Los precios del crudo en los principales mercados, incluidos Estados Unidos, Canadá, México y Europa, han caído hasta los 10 dólares por barril, muy por debajo de los precios comparables de los futuros a medida que la demanda se desploma y el almacenamiento se llena.
Petrobas anunció esta semana que reducía todavía más su producción (de 100.000 a 200.000 barriles diarios). El presidente de la petrolera, Roberto Castello Branco, señaló en una teleconferencia con inversores: "Reducimos la producción porque no tenemos capacidad para almacenarla". Y aseveraba: "Si mantenemos la producción tendríamos que contratar navíos para mantener el petróleo flotando por todo el mundo hasta encontrar algún comprador, y eso es muy caro".
Los descuentos de precio podrían ampliarse aún más, haciendo posible que los precios físicos caigan por debajo de los cero dólares por barril. En un análisis reciente, Citi establecía tres escenarios. El peor de ellos, confirmaba este extremo: el hundimiento de la demanda por el coronavirus y la guerra irresuelta de precios pueden llevar el importe a los cero euros e incluso al terreno negativo.
Estas situaciones son poco comunes, aunque han ocurrido en otros mercados, como los de gas natural del oeste de Texas, donde los precios al contado fueron negativos a principios de marzo. Eso obligó a los productores a pagar para que otros compraran su gas.
El confinamiento decretado en múltiples países, que aportan una tercera parte de la población mundial, por el Covid-19 y el repentino final de un pacto para reducir la oferta de la OPEP, llevó al petróleo a despeñarse, con su mayor caída trimestral (-65%).
Las grandes compañías petroleras y las que se dedican al esquisto bituminoso de Estados Unidos han empezado a introducir una cláusula cero, a modo de blindaje, para no pagar a los compradores de su crudo en caso de que su precio sea negativo, según seis fuentes consultadas por Reuters.
La fuerte subida del jueves tanto del Brent como del West Texas Intermediate, superior al 20% gracias al anuncio de Trump de un posible pacto ruso-saudí para rebajar el bombeo, puede no ser suficiente. Una caída de la demanda de 30 millones de barriles diarios no evitaría nuevas caídas de los precios, mayores si cabe en los barriles producidos en lugares más aislados.
Por eso las grandes compañías y las que se dedican al esquisto en Estados Unidos han introducido la esta cláusula. "Si el precio de compra que debe pagar el comprador al vendedor por cualquier petróleo entregado es inferior a cero dólares, dicho precios se considerará cero dólares", indica una de las fuentes. Exxon Mobil introdujo estas cláusulas en los contratos hace unos días para nuevas operaciones, según dos contratistas de las operaciones de la petrolera que han visto los contratos.
"Las grandes empresas han planteado esto como una discusión", dijo una de las fuentes comerciales familiarizadas con las conversaciones, añadiendo que el precio era una cuestión que las partes debían acordar. "Podría estar entre 5 y cero dólares". Otros dijeron que podría ser difícil añadir cláusulas, ya que afectaría a las relaciones comerciales. "No lo hacemos y no lo aceptamos cuando compramos", dijo una fuente de un productor de esquisto estadounidense.
Tres fuentes del mercado norteamericano de crudo dijeron que estaban en negociaciones con equipos legales sobre la letra pequeña de dichas cláusulas. El aviso por escrito de un productor de petróleo canadiense a los clientes, que pudo ver Reuters, puso un precio mínimo de un centavo en las transacciones. El petróleo pesado canadiense en Alberta se cotizó a 16,65 dólares por barril por debajo del WTI (unos 3,60 dólares por barril) el miércoles. El Brent cayó a un nuevo récord en los futuros: unos 10 dólares el barril.
Desde que la cumbre de la OPEP de principios de marzo selló el fin de la alianza de recortes de producción con Rusia y acelerara el derrumbe del precio del petróleo, los analistas han coincidido en señalar que el primer paso para intentar evitar un mayor colapso del mercado sería un acuerdo entre Arabia Saudí , como líder de la OPEP, y Rusia.
EEUU se ha convertido en mediador entre Arabia Saudí y Rusia con el objetivo de evitar aumentos de producción y un mayor desplome de los precios. Donald Trump ha sido incluso el que ha avanzado un acuerdo inminente entre Moscú y Riad.
Pero según algunos analistas, la Casa Blanca podría no limitarse a un papel de mediador. Julius Baer ya destacó hace una semana la total predisposición de Trump a acudir al 'rescate' de la industria del 'shale oil', y esta circunstancia llevó a la firma suiza de inversión a plantear la posibilidad de un acuerdo a tres bandas, entre EEUU, Arabia Saudí y Rusia, para "orquestar una política de suministro" más racional que permita estabilizar el mercado y una 'coexistencia pacífica' de las distintas industrias del sector.
Los analistas de Citigroup van más allá, y en uno de sus últimos informes recoge las reticencias de Arabia Saudí a la hora de reanudar su diálogo con Rusia dentro de la denominada OPEP+ (la alianza entre la organización petrolera y países como Rusia). Según la firma estadounidense, EEUU podría ofrecer un recorte de su producción como guiño hacia Arabia Saudí y Rusia, en un movimiento que, según Citi, podría dar forma a "una especie de OPEP++", a pesar de la hostilidad entre EEUU y miembros de la OPEP como Irán.
Las medidas de 'rescate' de la industria petrolera no sólo podría alinear intereses entre países como EEUU e Irán. China, principal rival de EEUU en la reciente guerra comercial y gran beneficiado por el desplome del crudo debido a su dependencia energética, podría formar parte también de las medidas destinadas a estabilizar el mercado del petróleo.
La remontada en el precio del petróleo, con subida de hasta el 25%, no sólo se ha activado al descontar un posible acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia. Los analistas de la firma noruega de inversión Rystad Energy, especializada en el sector energético, destacan que las subidas se han acelerado con los rumores de que China habría decidido aumentar las compras para su reserva estratégica de petróleo, una decisión que ya anunció EEUU la semana pasada para frenar el desplome del crudo.
Además de aprovechar las 'rebajas' actuales del precio del crudo, y con vistas a nuevas negociaciones comerciales, EEUU vería con buenos ojos la medida al contribuir a paliar el excedente previsto.
Las reservas estratégicas de petróleo vuelven a cobrar protagonismo en el mercado. Al anuncio de EEUU de aumentar sus reservas mediante nuevas compras, y a los rumores desde China que apuntan también a esta línea, se sumarían medidas más heterodoxas como un posible alquiler a las petroleras del almacén de reservas estratégicas de EEUU.
La capacidad limitada de almacenamiento de crudo mantiene en vilo a los operadores del mercado del petróleo. La avalancha de stocks que provocará la caída récord de la demanda (hasta 20 millones de barriles al día según Mizuho Securities) es el argumento citado por los analistas que barajan escenarios extremos como la caída del petróleo a cero dólares o incluso a precios negativos.
Hasta la fecha la capacidad mensual máxima de almacenamiento ha sido de 4,7 millones de barriles diarios, según datos de Citigroup. "Petróleo, petróleo por todas partes, ¿pero algún lugar para almacenarlo?", se preguntaba Citigroup en un informe reciente en el que en su escenario bajista no descartaba la caída puntual del petróleo a precios negativos.
Para solucionar este desafío, y según ha avanzado varios medios estadounidenses, el Departamento de Energía de EEUU ultima una iniciativa para que los productores de crudo puedan almacenar los excedentes que acumularán en los próximos meses en los almacenes destinados a las reservas estratégicas de EEUU. Goldman Sachs advertía esta semana que la capacidad limitada de almacenamiento y sus elevados costes podrían ejercer una "presión extrema" sobre los precios del petróleo.