Liberar esas actividades del cepo o “encapsularlas” legalmente con regímenes propios
Fuentes del gobierno nacional indican que Alberto Fernández apura la presentación de un compendio legal para crear una “zona franca” que asegure el flujo de inversiones en Vaca Muerta y Salta, dos áreas productivas que ya empezaron a verse afectadas.
En los despachos próximos al presidente Alberto Fernández ya circula un proyecto de ley pensado básicamente en la protección del petróleo y diferentes sectores de la minería nacional. Analistas del sector indican que lo que se buscaría específicamente es blindar las inversiones en dos zonas con gran potencial para el país: Vaca Muerta y la explotación de litio en la provincia de Salta.
“Lo que se intenta es liberar esas actividades del cepo o “encapsularlas” legalmente con regímenes propios que garanticen horizonte jurídico y flujo -de llegada y salida- de millones de dólares”, explicaron desde Nación.
La iniciativa legislativa no tiene una fecha definida todavía, aunque las mismas fuentes nacionales de gobierno indicaron que es un tema sensible y necesitará respuestas casi inmediatas, vitales en una economía que en caso de encaminarse a la reestructuración de la deuda, demandaría de todos modos muchos meses para dar algún tipo de señal de recuperación.
Medios a nivel nacional indicaron recientemente que los más optimistas ven la luz hacia el mes de octubre, pero por lo pronto, la necesidad apremia y las mediadas en gestación de la ley que se viene a priori generarían un jugoso debate en términos económicos y hasta ideológicos.
En este contexto cabe destacar que desde el año pasado, tanto Vaca Muerta como la actividad del litio en Salta comenzaron a verse afectadas por la falta de inversiones. En relación al denominado “oro blanco”, existe un caso testigo muy fuerte: el freno al proyecto de 600 millones de dólares encarados por la empresa de capital francés Eramet, justamente en la provincia de Salta. La empresa fundamentó su decisión señalando centralmente las dificultades para financiar el proyecto. Esos problemas son adjudicados, naturalmente, a dos ejes: el cepo cambiario y la incertidumbre por la renegociación de la deuda externa argentina.
En este marco serán vitales las tratativas con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para ir fijando lineamientos económicos y la pulseada con los acreedores privados externos, por eso resulta tan importante el proyecto de ley que se gesta en este momento.
En medios oficiales indican que la situación del litio es razonable y dicen que la necesidad de resolver un marco legal es imprescindible. La empresa francesa ya avanzó con un cuarto de la inversión prevista, es decir unos 150 millones de dólares, pero requiere garantías legales para lograr el resto del financiamiento.
Fuentes de la firma francesa indicaron que luego del parate, se necesitaría aproximadamente un año y medio o dos para dar vuela la situación y estar girando divisas a su casa central.
La inquietud por lo que ocurre en Vaca Muerta es mayor aún que el litio norteño, empezando por el volumen. Según informes privados, la actividad en el mega yacimiento de Shell argentino cayó alrededor del 40% entre febrero del año pasado, que fue récord, y el mes de febrero que acaba de finalizar. Esto significa menos firmas operando en el yacimiento. Más allá de cifras precisas y en un contexto que se mantiene expectante, en medios empresariales se coincide en hablar de una “baja significativa”.
La presentación del proyecto de Ley que busca blindar la actividad petrolera y minera no tiene fecha cierta. Se entiende que el oficialismo presentará primero el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo y luego el proyecto de reforma judicial. Más atrás en la elaboración vendría la ley anticipada por el presidente en su último discurso que incluirá a los sectores petroleros y mineros, lo que generaría un fuerte debate en materia de recursos no renovables y elementos de soberanía.