Rol netamente exportador al shale oil de Vaca Muerta
FERNANDO CASTRO
Creo que hay una idea que está desbalanceada en el sector petrolero. Argentina arrastra una crisis desde hace muchos años. Mi posición es que en buena medida sucede porque no se explora, porque no se desarrollan otras cuencas productoras. En este contexto, Vaca Muerta tomó un rol preponderante que también tuvo que ver con la falta de una política energética”.
Jorge Lapeña, ex secretario de Energía de la Nación y actual presidente del Instituto General Mosconi, describe su posición respecto de la actualidad de la industria. En esta entrevista con +e, plantea la necesidad de un plan exploratorio a gran escala. Le asigna un rol netamente exportador al shale oil de Vaca Muerta, ya que cree que eso encierra una clave para el futuro económico del país.
¿Hay una falsa dicotomía en esto de Vaca Muerta o los convencionales? ¿No se necesita a ambos?
El sector está en crisis desde los años 90. Desde 1998, la producción petrolera de la Argentina viene cayendo, es una tendencia de largo plazo. Ocurre en todas las cuencas argentinas, y esto no había pasado nunca en la historia petrolera. Pareciera que esa crisis está tratando de ser disimulada por los gobiernos del siglo XXI. Ahora: en lo cuantitativo, el 81% del crudo es convencional y alrededor del 19% es de Vaca Muerta.
¿Y cuál es el lugar que le asigna a Vaca Muerta?
Es una parte dinámica, pero es el 19%. Hay una subestimación de la realidad petrolera que involucra. Es el concepto que yo tengo. Creo que definir una nueva política petrolera implica comprender bien el fenómeno y tratar de ver cuáles son las innovaciones que uno pone para revertir esta situación.
El Instituto Mosconi cree que el problema basal es la falta de exploración de hidrocarburos, que es fundamental. Hemos descubierto el petróleo en Comodoro porque estaban haciendo exploraciones, hemos descubierto Neuquén por lo mismo.
Es central pensar una política petrolera con exploraciones y en función de eso tomar definiciones y sostenerlas.
El shale fue un motor del país en los últimos años. ¿Cómo se puede seguir capitalizando eso?
Creo que ese producto tiene un destino de exportación. Nos favorecería muchísimo. Pondría al país como exportador y generaría un precio interno entre las productoras y refinadores, un precio por debajo del crudo Medanito. (N. del E.: la entrevista fue realizada en los días previos a la baja internacional del petróleo.)
¿Una referencia por debajo del Brent con impacto en el mercado interno, dice usted?
Esto cambiaria en forma radical la economía energética argentina. Creo en el aporte de Vaca Muerta para cumplir ese rol. Es algo que podemos hacer. Quizás ese valor por debajo del Brent también nos pone un límite a quedar atados al precio internacional y los efectos que los gobiernos combaten en la economía, como la suba de precios internos de combustibles.
¿Y con el gas?
Creo que el gas de Vaca Muerta necesita un reenfoque total, si bien los recursos son grandiosos. Hoy no tiene una economía y costos de producción que puedan hacer pensar que ese gas se pueda producir sin subsidios, llevarlo a Bahía con infraestructura que todavía no fue construida, licuarlo y conquistar el mundo. Debe ser reenfocado y repensado, sin hacer trampas, que es cargarle al Estado la construcción de gasoductos sin estudios de factibilidad.
Creo que el gobierno nacional tiene un gran desafío ahí; pero todavía no estamos viendo una política energética. Pero sin dudas las respuestas pasan por un desarrollo de un fuerte plan de exploración.