El derrumbe mundial puso el ADR (acción en New York) a US$ 2,59
En una rueda con rumbo alcista en Wall Street, que intenta reponerse de una baja de 6% el miércoles, las acciones argentinas recuperan un 5% en promedio, aunque la debilidad de los títulos de deuda se corresponde con un Riesgo País todavía por encima de los 4.100 puntos básicos.
La Bolsa de Argentina subía alentada por compras de oportunidad en un complicado contexto financiero global dados los temores por el impacto económico provocado por el brote de coronavirus. El índice líder S&P Merval de Buenos Aires subía 4,6% a, por encima de las 23.000 unidades, liderado por la mejora anotada en acciones energéticas.
El referencial líder acumuló en las anteriores tres sesiones de negocios una baja del 22,4% por el derrumbe de las bolsas mundiales. Las acciones de la petrolera estatal YPF subían un 19%, a $276 en Buenos Aires y USD 3,07 en Nueva York, tras marcar niveles mínimos en sesiones previas.
En un contexto global adverso para las inversiones de riesgo, por el creciente temor a las consecuencias económicas globales del coronavirus, el Riesgo País argentino medido por el banco JP Morgan, subía a las 15:30 de Buenos Aires unas 163 unidades a 4.132 puntos básicos, todavía en sus niveles máximos en 15 años.
Los líderes mundiales se apresuraban a fortalecer los mercados globales sacudidos por el pánico, inyectando liquidez al sistema financiero en momentos en que los inversores venden activos, buscando dólares en efectivo ante la escalada de la epidemia.
Wall Street abrió en rojo este jueves pero revirtió su curso y el Dow Jones avanzaba un 2%, tras las pérdidas de jornadas anteriores que han dejado al principal indicador por debajo de los 20.000 puntos, debido a las ventas de pánico para obtener liquidez en la crisis del coronavirus.
Las bolsas europeas, en tanto, subieron cerca de un 2% este jueves, tras el recorte de tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra y otras medidas de estímulo para evitar una crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus.
El índice CAC de París subió 2,7% , hasta 3.855 puntos; el MIB de Milán, el 2,3%, hasta 15.466 enteros; el DAX de Fráncfort mejoró un 2%, hasta las 8.610 unidades; el IBEX 35 español avanzó 1,9% , hasta 6.395 enteros, y el FTSE de Londres rebotó 1,4%, hasta 5.151 puntos.
Según los analistas, los inversores buscan el rumbo después de las últimas medidas de los bancos centrales para proteger la economía: el Banco Central Europeo anunció anoche de urgencia un programa de compra de bonos de 750.000 millones de euros (USD 810.000 millones).
También el Banco de Inglaterra recortó las tasas de interés en Reino Unido del 0,25% hasta el mínimo histórico del 0,1% y aumentó su programa de estímulo de alivio cuantitativo, de compra de deuda pública y privada, a 645.000 millones de libras (€700.000 millones). Se trata de un aumento de 200.000 millones de libras (€217.000 millones) de la dotación de su programa de alivio cuantitativo, de compra de bonos de deuda pública y privada, hasta 645.000 millones de libras.
El banco central británico precisó que la mayoría de los nuevos activos que adquiera con la emisión de más dinero serán “bonos de deuda del Gobierno del Reino Unido” y las compras se completarán “lo antes posible”.
Se trata de planes similares a los anunciados este mes la Reserva Federal para inyectar un billón de dólares en el sistema financiero estadounidense. Ademas, la Fed anunció anoche que dará apoyo a fondos del mercado monetario.
Wall Street sigue a la espera de que los legisladores aprueben un plan de estímulo fiscal multimillonario propuesto por el gobierno de Donald Trump, que incluiría aplazamientos del pago de impuestos, asistencia a sectores especialmente afectados como las aerolíneas u hoteles y entrega de efectivo a los ciudadanos.
Mientras tanto, en la víspera hubo ventas de pánico para obtener liquidez que además de hacer caer a la Bolsa impactaron en activos seguros como la deuda pública y el oro, cuyos precios bajaron.
El rendimiento del bono del Tesoro de los EEUU a 10 años -rendimiento y precio operan a la inversa- se situaba en 1,1% anual y la onza de oro avanzaba a 1.491 dólares. En otros mercados, el petróleo de Texas rebotaba un 24%, hasta los USD 25 el barril.
Los operadores reaccionan también a un dato negativo: el número de solicitudes de subsidio por desempleo en EEUU aumentó por encima de lo esperado la semana pasada, hasta un total de 281.000 peticiones.
Clarín
MARTÍN BIDEGARAY
Desde que comenzó la caída del precio del petróleo crudo, la acción de YPF comenzó a hundirse como nunca antes le pasó. Ni la expropiación (en 2012) hizo sufrir tanto a ese papel. El derrumbe mundial puso el ADR (acción en New York) a US$ 2,59. En lo que va del miércoles, YPF retrocedió un 26%, superando cualquier otro descenso de acciones locales.
Es un miércoles negrísimo para todos los papeles argentinos en Wall Street, que se hunden entre 8% y 21%. Los ADRs de los bancos están entre los más castigados. Hasta Mercado Libre, considerada la "predilecta" de los mercados está sufriendo un tropezón del 10%.
El riesgo-país, la principal variable que roza a todas las acciones, superó los 4.000 puntos básicos. Eso ubica a la Argentina en zona de default. De concretarse esa cesación de pagos, todos los activos argentinos perderán valuación.
Solo en lo que va de este mes, la acción de YPF bajó un 68%, mientras que el acumulado anual acumula un descenso del 78%. A los niveles de hoy, YPF tendría una valuación bursátil inferior a los US$ 1.000 millones (o $ 64.000 millones al tipo de cambio oficial).
En YPF se llamaron a silencio y no hacen declaraciones. Pero observan algo: sus ventas locales (de combustibles, como nafta y gasoil) superaron los $ 360.000 millones en 2019. Al tipo de cambio oficial, son casi US$ 6,000 millones. ¿Puede una empresa valer menos de una quinta parte del equivalente de sus ventas anuales?, plantean a distintos interlocutores.
Aunque los efectos de la pandemia son complicados de medir en lo económico, los primeros días arrojarían una caída del 20% en el despacho de combustibles.
El temor del mercado parece basarse en las pérdidas que deberá anotar la compañía por la desvalorización de sus activos. Aunque se desconoce el impacto del coronavirus, el actual flujo de caja -dinero que entra en la compañía- es el más alto de cualquier otra empresa del país. La compañía podría ser afectada en la comercialización de barriles de petróleo crudo y gas, pero cuenta con una caja que le permite cierta seguridad.
Las petroleras de todo el mundo están disminuyendo su producción. Es porque no tienen formas de comercializarla. Están contratando tanques especiales para almacenarla, y eso sube sus costos, en medio de un escenario en el que caen las ventas.
Las bolsas no encuentran respuestas a la pandemia. Ni los paquetes de estímulo ni otras medidas de baja de tasa de interés están haciendo efecto.
Para poner en perspectiva la caída de estos días el ex ministro de Economía -Axel Kicillof- pagó cerca de US$ 5.000 millones por la parte que tenía la española Repsol antes de ser expropiada. La valuación de la compañía estaba por los US$ 12.000 millones.
Durante la semana pasada, un analista escribió una recomendación de vender porque veía las acción yendo hacia un dólar. A esos niveles, la acción corre riesgo de salir de cotización porque no cumple mínimos. YPF está endeudada en dólares, y la actual complicación global la pone en riesgos de no poder cumplir vencimientos. De todas formas, ese contagio también alcanza a muchos otros sectores.
En la empresa creen que hay varios atenuantes. Por un lado, sostienen que la caída de YPF no es muy diferente a la de Petrobras. La petrolera brasileña experimenta una disminución del 75% anual en su valuación de mercado. Las dos comparten la condición de ser de países emergentes y mayoría estatal.
"Son precios de pánico, no se los puede tomar muy en serio. Cuando esto pase y se miren los fundamentos técnicos, los números de YPF son mejores. Todas las empresas de commodities están cayendo en la misma proporción", entienden dentro de la compañía.
El rol de YPF es crítico en la provisión de combustibles para mantener las operaciones de industrias, aviones y toda la logística necesaria para contener la pandemia.