Por ahora, preocupa más el precio del barril que el virus
Las principales empresas de energía de los Estados Unidos impusieron normas de trabajo desde casa para el personal de oficina y comenzaron a realizar exámenes médicos a los trabajadores que se encontraban en zonas remotas o críticas, a medida que el coronavirus se propagaba y amenazaba a una industria que se tambalea por la caída de la demanda y los beneficios.
BP, Exxon Mobil, Kinder Morgan, Motiva Enterprises y Royal Dutch Shell dijeron a la mayoría del personal de oficina que trabajen desde casa a partir del lunes. El viernes, los reguladores federales fueron presionados por las empresas para suavizar las regulaciones de trabajo para los operadores de oleoductos y limitar las visitas a algunos lugares. Shell y Chevron comenzaron controles de salud de los trabajadores y visitantes en algunas instalaciones clave de EEUU, dijeron los portavoces.
Las plataformas, refinerías y oleoductos en alta mar precisan que equipos trabajen en las instalaciones y agrupar a los trabajadores en espacios reducidos, lo que los hace vulnerables en un brote de Covid-19.
Las plataformas, refinerías y oleoductos en alta mar precisan que equipos trabajen en las instalaciones y agrupar a los trabajadores en espacios reducidos, lo que los hace vulnerables en un brote de Covid-19. No pueden funcionar de forma remota y los controles de salud podrían evitar los cierres forzosos que podrían provocar grandes pérdidas o la escasez de combustible a nivel local.
La pandemia ha infectado a más de 156.000 personas en todo el mundo, incluidas unas 2.900 personas en los Estados Unidos, ha matado a más de 5.800 en todo el mundo y ha reducido la demanda de combustible en medio de escuelas, iglesias, oficinas y algunas tiendas minoristas cerradas.
Sólo se conoce un caso de Covid-19 que haya afectado a una refinería de EEUU. Marathon Petroleum Corp, la refinería más grande de la nación por su capacidad, retiró a parte del personal de una planta de California después de que un empleado cayó enfermo.
La empresa petrolera noruega Equinor detuvo un proyecto de desarrollo en el Mar del Norte y retiró al personal después de que un trabajador se enfermara en alta mar.
Río Negro
El avance de la pandemia obligó a las empresas a aplicar medidas preventivas. Por ahora, preocupa más el precio del barril que el virus. Los nuevos planes aplicados hasta el momento no tienen efecto sobre la producción. Los gremios siguen la situación de cerca.
Al igual que en otros sectores productivos, la industria petrolera comenzó a tomar medidas preventivas por el avance del coronavirus dentro del país.
De momento, ninguna tiene afectación a la producción ni tampoco está confirmado que se vayan a bajar equipos, ni a reducir aún más la actividad de la Cuenca Neuquina que atraviesa uno de sus momentos más negros.
Ante la consulta de Río Negro, desde los gremios petroleros aseguraron que no recibieron ningún aviso oficial de reducción de actividad por parte de las operadoras, pero indicaron que “es una situación que los tiene preocupados”.
A nivel general, como primera medida, las petroleras implementaron el home office o trabajo remoto, para todos los puestos que se pueda, con el objetivo principal de reducir el tráfico de personas dentro de las oficinas. Para los sectores de campo o los que no se pueden realizar a distancia se desarrollan con “máxima” precaución, indicaron a este medio.
“Hemos hablando con las cámaras, respecto a esto para que auditen a cada empresa. Tenemos que ver la estabilidad laboral de los muchachos y hay que priorizar la salud de la población”, expresó el titular de Petroleros Jerárquicos, Manuel Arévalo, en diálogo con Río Negro.
Para el personal que está dentro de los que el Estado señaló como Grupos de Riesgo, en algunas empresas se dictó, de forma obligatoria, que no concurran a sus puestos laboral, independientemente de si pueden realizar sus tareas o no.
En paralelo, otra de las medidas que se popularizó entre las compañías es la restricción de viajes. Principalmente vuelos al exterior, pero también vuelos internos dentro del país. La idea es que el personal evite los aeropuertos que son uno de los principales focos de contagio.
“Hay que tener mucha prudencia. Si hay medidas que son para beneficiar está perfecto. Ahora si hay especulaciones lo vamos a saber. Todos tenemos que poner el hombro y velar por la salud de todos y que ningún sector o empresa tome atribuciones ventajosas. Tenemos que ser responsables”, advirtió Arévalo.
Lo cierto es que parte de la crisis actual que atraviesa la industria petrolera internacional fue ocasionada por la propagación del virus a nivel mundial. Y su impacto agarró al sector petrolero nacional con una actividad baja que arrastra desde agosto del 2019.
Ayer, el precio del petróleo Brent volvió a caer y se desplomó por debajo de la línea de los 30 dólares, una baja que no se veía desde el 2004. De momento es este el escenario que preocupa más al sector que el coronavirus.