El petróleo sufrió un desplome de casi el 50% en menos de un mes
CARLOS RODRÍGUEZ
El coronavirus y el desplome del precio del crudo han acaparado la atención de los mercados. El giro de 180 grados de la estrategia de Arabia Saudí, en claro ataque a Rusia, ha provocado que el precio del petróleo se desplomara con fuerza y el precio del Brent pasara de la zona de los 60 dólares a la zona de los 33 dólares. Es decir, ha sufrido un desplome de casi el 50% en menos de un mes, lo que ha trastocado de manera notable la 'hoja de ruta' de la mayoría de petroleras.
La reacción de los inversores a la caída del precio del petróleo fue lanzarse a vender acciones de las petroleras, salpicadas también por el pánico acerca del impacto del coronavirus en el crecimiento económico. Unas ventas 'indiscriminadas' que intensificaban los números rojos durante este curso de Repsol y Eni hasta alrededor del 45% o de la francesa Total, la gran europea del sector, que se desploma un 37% en este 2020.
Los analistas de Credit Suisse han recortado sus precios objetivos para las grandes petroleras europeas entre un 20% y un 33% debido, sobre todo, a los reducidos precios del crudo a corto plazo. De hecho, revisaban también a la baja el precio del Brent hasta los 42 dólares a cierre de 2020, los 50 dólares para 2021 y los 60 dólares para 2022. Una rebaja notable ya que se sitúa, para finales de este año, 21 dólares por debajo mientras que el recorte es de 15 dólares para 2021 y de 5 dólares para el siguiente.
Con este escenario, la gran pregunta que se hacen todos los inversores es: ¿Qué petrolera europea aguantará mejor en este contexto de bajos precios en el crudo? La respuesta, a tenor del escenario de cada compañía, parece sencilla y todas las miradas apuntan a Total. La empresa francesa contaría con el modelo de negocio más resistente ya que tiene no solo el precio de equilibrio del petróleo más bajo (sobre 50 dólares el barril) sino que también tiene un balance mucho más sólido, según los analistas del banco suizo.
Repsol, con un precio de equilibrio sobre los 60 dólares, tampoco sale mal parada debido a su elevada rentabilidad por dividendos (entre un 11% y 12%) y también por su buen posicionamiento en caso de que se asista a un repunte del precio del crudo. De hecho, los expertos destacan que "vemos menos nubes en el cielo para Repsol que en cualquier momento de los últimos 20 años". Esta rotunda declaración se debe, principalmente, a su "balance sólido y su cartera más equilibrada geográficamente entre países OCDE y no OCDE, con estos últimos sin representar ninguno más del 5% del capital empleado". Por tanto, la compañía ha aprendido de sus problemas del pasado y únicamente le quedaría una gran labor: "fortalecer su principal negocio y salir de zonas geográficas donde es difícil ganar cuota de mercado".
No obstante, la caída del precio del crudo impactará notablemente en sus resultados. Repsol admite en una presentación a inversores y analistas que por cada cinco dólares de caída del precio del crudo (Brent) y de 0,5 dólares en el precio del gas (Henry Hub) el impacto sobre el flujo de caja operativo (FCO) asciende a 400 millones de euros menos. La desviación multiplica ese guarismo.
Ninguna petrolera se ha librado del 'tijeretazo' de los bancos de inversión en los últimos días. Credit Suisse, el último en revisar sus valoraciones, ha decidido recortar sus precios objetivos. En Total, pese a ser su preferida, le baja su valoración de 61 a 50 euros y tendría un potencial alcista del 80% mientras que el recorte en Repsol va desde los 20 a los 16 euros, lo que le permitiría multiplicar por dos su precio tras la decepción del BCE, que provocaba que la empresa presidida por Antonio Brufau se desplomara un 13,34% solo este jueves. El nuevo precio objetivo de BP son 385 peniques frente a los 570 que era antes y para Eni el recorte va de los 17 a los 13,5 euros por título.
El Stoxx Europe 600 Oil & Gas, que aglutina la cotización de las grandes petroleras y gasistas de Europa, sufre un desplome de casi el 40% durante este curso y cotiza en su nivel más bajo desde que comenzara a publicarse dicho selectivo, a finales de 2004. La mayor debacle la vive la petrolera británica Tullow Oil, que se desploma un 92% en los últimos doce meses, y que supone un quebradero de cabeza para Azvalor ya que la gestora española tiene posiciones con sus fondos de bolsa internacional.