Los términos toro y oso son usados en el mundo bursátil para describir a los inversionistas. Los que son optimistas sobre el futuro del mercado se conocen como inversores alcistas, o "toros", y los inversores que son pesimistas sobre el futuro del mercado bursátil se llaman inversores bajistas u "osos".
Se podría explicar con que los toros atacan moviendo sus cuernos hacia arriba o hacia el cielo, mientras que los osos atacan deslizando sus garras hacia abajo o hacia el suelo, sugiriendo que las palabras fueron tomadas de los movimientos de ataque de los animales para describir el movimiento del precio del mercado.
En enero, la conferencia anual de los estrategas de mercados de Société Générale, conocida como el Festival de los Osos bursátiles por el tradicional pesimismo de sus organizadores, fue cancelada por motivos desconocidos. El jefe de ese equipo de analistas, Albert Edwards, bromeó con que la suspensión (después de años celebrándola en Londres sin que el mercado desviara su senda alcista) era una señal inequívoca de que 2020 sí podía ser el año de la corrección.
Ahora, Edwards se siente reinvindicado. Tras una larga travesia predicando en el desierto sobre el exceso en las valoraciones bursátiles, los mercados están viviendo un desplome con pocos precedentes, ante el impacto económico del coronavirus.
Frente a otros analistas que empiezan a atisbar una oportunidad de compra, el experto del banco francés tiene claro que esto es solo el comienzo de la carnicería. "Los niveles de optimismo y posicionamiento técnico en Bolsa hace unas semanas eran tan extremos que incluso los analistas más positivos contemplaban la posibilidad de una caída del 10% / 20%. Y esto era antes de constatar que el coronavirus se convertiría en una pandemia con un fuerte impacto en la actividad económica".
Su expectativa es que Estados Unidos vaya a una profunda recesión, generando un colapso de la Bolsa "y potencialmente una significativa contestación contra la actual Administración americana. Se trata de tiempos peligrosos, sin duda". En su opinión, el número de veces que el precio de la Bolsa de Nueva York contiene los beneficios (el PER) podría bajar a 8 veces, la mitad que ahora. Su previsión es que la Fed tenga que seguir bajando tipos para combatir la sacudida económica, situando la rentabilidad del bono estadounidense a diez años en terreno negativo, en el -1%, en linea con Japón y Alemania.
Operador en Wall Street
Los analistas de Nomura consideran que el problema para el mercado no es una cuestión de expectativas de beneficios o múltiplos, si no la creación de una bola de nieve imposible de frenar en su descenso.
"El sentido común parece que ha dejado de aplicarse en el mercado", afirma Masanari Takada, analista del banco japonés. "Los inversores se están preparando para el peor escenario, en el cual el coronavirus se extiende de manera explosiva y lleva a una recesión global, el bloqueo de grandes ciudades en Estados Unidos y una severa crisis de crédito. Dada la extrema incertidumbre sobre qué pasará, la propia inseguridad de los inversores podría causar un escenario de cisne negro, que se despliega como una profecía autocumplida".
Un desplome de ese calibre en los mercados de Wall Street arrastraría sin duda a los europeos, que ya están sufriendo la crisis de manera aguda.
Iñigo Fraser-Jenkins, de Bernstein Research, degradó ayer su consejo de compra de Bolsa europea, ya que "conforme la responsabilidad de estimular la economía pasa de las autoridades monetarias a los Gobiernos, es preocupante que la zona euro no tenga las herramientas a su disposición [para lanzar un plan conjunto de estímulo fiscal]".
Los analistas del banco suizo UBS dibujan dos escenarios extremos. En el mejor caso, si la pandemia es contenida y existe una rápida recuperación económica, el índice EuroStoxx 600 podría recuperarse hasta los 460 puntos (ahora está en 294 puntos).
En el peor caso, que implica una fuerte caída de beneficios de las cotizadas este año, el recorrido a la baja de esa referencia es pequeño, ya que el banco suizo sitúa su precio objetivo en 280 puntos en este escenario.
En cuanto al Ftse británico, el estudio contempla que llegue a 7.900 puntos en el mejor caso. Su peor escenario era de 5.300 puntos, nivel que ya rompió ayer al cerrar en 5.237 puntos.
Por valores, UBS aconseja empresas con poca deuda que han sufrido más que sus competidores desde que la Bolsa tocara su techo el 19 de febrero. En esa relación aparecen ACS, Airbus, Amadeus, Bouygues, Ericsson, Nokia, PSA y WPP.
No todo es pesimismo. Gotham City Research, una firma que suele dedicarse a vender acciones de empresas que ve con problemas (provocó el hundimiento de Gowex en 2014), ayer dijo estar comprando en Bolsa, con cautela. "Salud para todos. Esta situación también pasará", dijo.