El ministerio de Trabajo reveló que en los últimos cuatro años (2015-2019) se perdieron 235.000 empleos privados, mientras que la cantidad de trabajadores registrados en el país registró una caída de 0,3 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior.
La cartera que dirige Claudio Moroni elaboró las estadísticas en base a los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), los cuales arrojaron que para diciembre de 2019 la cantidad de empleados formales alcanzó a 12,14 millones en todo el país, unos 34,9 mil trabajadores menos que en el mismo mes de 2018.
En el último mes del año pasado se contabilizaron 9,75 millones de asalariados registrados y 2,4 millones de trabajadores independientes, lo que equivale a decir que el 80 por ciento de los trabajadores formales cuenta con relación de dependencia.
De acuerdo al informe, del total de asalariados casi la mitad, unos seis millones, provienen del sector privado, 3,2 millones del sector público (26,7%), y 502 mil del personal de casas particulares (4,1%).
Por su parte, los monotributistas conforman el 13,5% del total y suman 1,6 millones de trabajadores; los monotributistas sociales llegan a 366 mil (3%); y los autónomos 398 mil (3,3% de los empleados registrados).
En cuanto a la evolución mensual por actividad, la cartera laboral destacó que los sectores con mayor caída mensual en el empleo registrado son Comercio, restaurantes y hoteles y los Servicios comunales, ambos con bajas del 0,2%.
Entre los sectores contractivos se destacan la Construcción (-7,9 mil), el Comercio (-4,9 mil) y la Industria (-4,8 mil).
En la comparación interanual, el conjunto de asalariados se redujo 1,1%, lo que equivale a unos 105,2 mil trabajadores; aumentó 2,7%, unos 13,4 mil trabajadores, el personal de casas particulares; el 1,5%, 48,2 mil los empleados en el sector público; y cayeron 2,7% (-166,8 mil) en el sector privado. El conjunto de trabajadores independientes aumentó 3,0% frente a diciembre -0,2%.
El Cronista
SOFIA BUSTAMANTE
Los préstamos al sector privado volvieron a caer en febrero y acumularon así 21 meses consecutivos de caídas, sumando en dicho período una disminución del 40%. Si bien los mismos anotaron en el segundo mes del año una suba mensual de 0,4%, medidos en términos reales reflejaron un deterioro del 2,2%, mientras que la comparación anual resultó una baja que llega al 20% real.
Todos números que corresponden a un informe de la consultora LCG. Y coinciden con lo que ven otros expertos: una tendencia bajista que, si bien es contundente, podría significar el comienzo de un cambio de tendencia.
Al momento de segmentarlo, el estudio de LCG detalla que el financiamiento con garantía real sigue siendo el más castigado: un 3,3% negativo real en febrero, en la comparación mensual, y una caída real de 37% en el último año.
"Los préstamos al consumo promediaron una caída del 1,8% mensual real. Esconde una baja del 2% en préstamos personales y una caída del 1,6% en las financiaciones con tarjeta de crédito, después de cuatro meses consecutivos con crecimiento por encima de los precios", señalan desde LCG.
Por su parte, Guillermo Barbero, socio de FIRST, aseguró en el último análisis de la consultora: "Observamos que para los últimos períodos considerados, las tasas de crecimiento nominal se encuentran por debajo de la inflación de dichos períodos, lo cual evidencia un retroceso en términos reales del financiamiento al sector privado".
Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora Ecolatina, explicó que, "como sujeto de crédito, los hogares de menores recursos empeoraron su posición relativa en comparación a la clase media". Asimismo, especificó que "si bien el salario real cayó mucho, el golpe se sintió más en los sectores informales y en los de ingresos más bajos de la cadena formal". Es decir que, además de que las tasas eran altas para la financiación, el consumo dejó de ser una alternativa.
Sin embargo, en el informe de LCG se reconoce que la reactivación del programa Ahora 12/18 como un impulso a la financiación con tarjetas de crédito e incluso remarca: "La dinámica de los últimos cinco meses hace pensar que la contracción del financiamiento estaría tocando piso".
En la misma línea, Barbero expresó: "Se aprecia un incremento en la oferta al público de estas operaciones, aprovechando la baja de tasas y la falta de alternativas seguras de colocación".
Es esperable que el Banco Central (BCRA) continúe con la reducción de la tasa de referencia. De hecho ayer el Directorio hizo oficial el octavo recorte, desde el 40% al 38%. Asimismo, ya se percibe en los resúmenes de tarjetas la restricción a que la tasa supere el 55%. A su vez, el Gobierno lanzó una nueva línea de crédito a Pymes con tasa bonificada del 27,9%.
"La acelerada baja de tasas que dispuso el Banco Central durante el último mes apunta a mejorar las condiciones de financiamiento del sistema para empresas y familias. Es posible que en los próximos meses se vean repuntes del crédito dirigido a la producción y al consumo", cierra el informe de LCG.