Blackrock, Greylock Capital Management, Fidelity, Pimco y Templeton
Son cinco pesos pesados que -se calcula- tienen al menos el 35% de la deuda local. Con ellos deberán sentarse el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente, Alberto Fernández, para reestructurar las obligaciones de la Argentina. Varios ya tienen experiencia en el país y fueron parte de los comités que negociaron postdefault de 2001.
Esta semana representantes de algunos de ellos estarán presentes en el país para comenzar las charlas con el Gobierno. En Economía confirmaron que sus representantes se reunieron con Guzmán. Estos son los cinco grandes con los que la Argentina ya está dialogando.
Este peso pesado de las finanzas globales maneja más de US$7,4 billones y tiene oficinas en 30 países, entre ellos, la Argentina. Inició sus actividades hace 30 años, hace 20 salió a la bolsa en Nueva York y hace 10 se convirtió en el gestor de activos más grande del mundo cuando adquirió la firma Barclay's Global Investors.
Fue fundada en 1998 por Susan Wagner, Ralph Schlosstein, Robert Kapito (actual presidente) y Laurence Fink, managing director y CEO de la firma.
Trabaja en América del Norte y del Sur, Europa, Asia, Australia, Medio Oriente y África. La mayor parte de sus ingresos proviene de su asesoramiento de inversiones y de los pagos por administración.
En la historia reciente argentina, fue uno de los blancos del discurso de Cristina Fernández de Kirchner , quien lo acusó de desestabilizar al país cuando le compró a Paul Singer, cara visible del fondo Elliott, una participación en la imprenta Donnelley, que presentó la quiebra en 2014 y despidió a 400 trabajadores.
La relación con el gobierno local cambió cuando Mauricio Macri estuvo en el poder. Fink fue uno de los tantos empresarios internacionales que apoyó la gestión de Cambiemos en una primera visita a la Argentina, en 2016, y también actuó como anfitrión del Presidente en un viaje a Nueva York.
Nació en 1997 y tiene inversiones en más de 100 países del mundo. El fondo es reconocido por sus inversiones en mercados emergentes y de frontera y atiende tanto a inversores individuales como a institucionales .
Su fundador, Hans Humes, vivió en Nigeria, Marruecos, Chile, Ecuador y México y tiene más de 30 años de experiencia en reestructuración de deuda, dice la web oficial del fondo.
En septiembre de 2019, en una entrevista televisiva, Humes recomendó comprar bonos soberanos de la Argentina, porque, a su juicio, el país tenía un problema de liquidez y no de solvencia. "Si no se está asumiendo una reestructuración de base amplia como la de 2005, vale la pena", añadió.
No es la primera vez que este fondo tiene experiencia en la Argentina. En 2002, Humes fue uno de los dos líderes del Comité Global de Tenedores de Bonos de la Argentina (GCAB) tras el default.
Fidelity Investments es una de las mayores empresas de gestión, con un patrimonio total bajo administración de US$1,5 billones, según señala Bloomberg . El fondo fue creado por Edward C. Johnson II, en Boston, Massachusetts, en 1946. Actualmente, es dirigido por su nieta, Abigail Johnson, de 58 años, luego de suceder a su padre, Edward C. Johnson III, en 2014.
Fidelity tiene un largo historial de compras de activos argentinos . En 2005, fue uno de los acreedores que negoció con el entonces secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, la reestructuración de los US$81.800 millones que estaban en default tras la crisis de 2001.
Por sector industrial, sus mayores exposiciones actuales están en los sectores de Tecnología (15%) y Finanzas (14%). Su mayor aumento de cinco años es en el sector de Tecnología. Por región geográfica, sus exposiciones actuales más grandes se encuentran en América del Norte (81,5%) y Europa Occidental (9,5%), según la agencia de noticias Bloomberg .
Es el fondo contra el que apuntó Axel Kicillof en enero pasado, en medio de su negociación fallida para reperfilar el bono BP21. Lo acusó de tener una posición capaz de bloquear un acuerdo por poseer un amplio porcentaje de la deuda en juego.
Pacific Investment Management Company (Pimco) nació en 1971 en Newport Beach, California. Su enfoque es la inversión en renta fija. Tiene más de 2800 empleados y maneja US$1900 millones en activos gestionados. Posee 17 oficinas repartidas por América, Europa y Asia.
En la historia reciente, ocupó titulares de la prensa por ser el mayor tenedor del Bono de Política Monetaria (Bopomo) . Posee el 40% de esa colocación. En septiembre de 2019, en lo que fue la primera prueba a la que se sometió el gobierno de Mauricio Macri luego de reperfilar parte de la deuda en pesos, el fondo decidió mantener sus posiciones y así le dio alivio a una economía de alta volatilidad.
En una entrevista con el Financial Times , el director ejecutivo de Pimco, Manny Roman, explicó que el éxito del fondo se debe a que está solamente dedicado a bonos . "Tenemos una estrategia muy definida", declaró. No obstante, según el artículo, ese compromiso con la renta fija no está libre de turbulencias: el resultado de las PASO en 2019 complicó su tenencia de activos en la Argentina.
"Una fuente cercana al negocio aseguró que no todos los managers del fondo Pimco estaban cómodos con el nivel de apuesta por la Argentina, lo que llevó a acaloradas discusiones internas", dice el artículo, aunque Roman minimizó la posición en la Argentina y aseguró que, bajo sus estándares, es un monto "pequeño".
Con más de 70 años de experiencia en inversiones , Franklin Templeton Investments se jacta de haber pasado por todos los ciclos del mercado y de estar siempre preparado para lo que viene. Tiene oficinas en más de 30 países, entre ellos la Argentina.
Fue fundada en 1947, en Nueva York, por Rupert H. Johnson, quien bautizó así al fondo por Benjamin Franklin "por sus ideas de frugalidad y prudencia a la hora de ahorrar e invertir".
En 2018, la compañía desembarcó en la Argentina y se asoció con la casa de inversión local SBS para lanzar tres fondos: uno de deuda argentina en moneda local, otro de deuda en dólares y otro de deuda latinoamericana.
Le dedicó un paper entero a la "trampa populista" en América Latina, con críticas fuertes a la gestión de los Kirchner. "Una de las consecuencias más extrañas del default argentino y la crisis económica profunda que vino después fue la decisión gubernamental de falsificar estadísticas oficiales y, en algunos casos, de suspender su publicación", se lee en el informe.