Los precios del oro subieron cerca de 1% el lunes y repuntaron después del fuerte declive de los metales preciosos en la jornada anterior, ante la previsión de los inversionistas de que la Reserva Federal suavizará el impacto de la epidemia de coronavirus reduciendo los costos de endeudamiento.
Los precios del oro subieron cerca de 1% el lunes y repuntaron después del fuerte declive de los metales preciosos en la jornada anterior, ante la previsión de los inversionistas de que la Reserva Federal suavizará el impacto de la epidemia de coronavirus reduciendo los costos de endeudamiento.
El oro al contado subió 0.76%, a 1,596.71 dólares la onza, mientras que los futuros en Estados Unidos avanzaron 1.8%, a 1,594.80 dólares la onza.
Los precios del lingote se desplomaron 4.5% el viernes, junto al resto de los metales preciosos, sumándose a la vasta liquidación de los mercados financieros.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que aunque la economía de EU permanece robusta, el coronavirus representa “un riesgo cada vez mayor” y que el banco central estaba dispuesto a tomar las acciones necesarias para proteger las condiciones financieras.
Tasas de interés más bajas en EU reducen los costos de oportunidad para tener al lingote como inversión.
En un dato negativo para el panorama de la demanda de materias primas, la actividad fabril de China se contrajo a su ritmo más acelerado en los registros en febrero, lo que destaca el daño colosal a la economía de las últimas semanas, de acuerdo con un sondeo PMI divulgado el fin de semana.
El coronavirus en China está perturbando los mercados de productos básicos a niveles no vistos desde el 2008, según Goldman Sachs.
Después de semanas de cierres forzados de empresas, el sector manufacturero en China se está reiniciando. Se están produciendo bienes, las empresas de envío abandonan el país y las cadenas de suministro reciben componentes clave después de semanas de demoras, informó Reuters.
Según Goldman Sachs, las bolsas pueden bajar más, antes de iniciar su recuperación de verdad. Los estrategas de renta variable de esta entidad de Wall Street opinan que las turbulencias durarán unos tres meses, antes de calmarse de cara a la segunda parte del año. Creen que el S&P 500 descenderá hasta 2.900 puntos (ahora por encima de 3.000 puntos), para luego remontar a 3.400 puntos. Mislav Matejka, de JPMorgan, admite que su idea inicial de que la crisis del coronavirus pasaría rápidamente fue demasiado optimista.
En este escenario, los inversores vuelven a mirar hacia el oro como refugio. El pasado viernes, sin embargo, el metal sufrió una sorprendente caída. "La evolución de precios del oro ha sorprendido a muchos inversores, generando cuestiones sobre su rol como cobertura frente a la Bolsa", señala Joni Teves, estratega de UBS. Sin embargo, este analista atribuye ese descenso a las ventas de inversores que necesitaban generar liquidez en sus carteras ante la tormenta bursátil.
Ayer, de hecho, el oro volvió a subir, alcanzando el nivel de los 1.600 dólares por onza, animado por la posibilidad de nuevas rebajas de tipos de interés (los tipos negativos hacen más atractivo al oro, al ser un activo que no da dividendos ni intereses).
Según Mikhail Sprogis, de Goldman, "el oro ha batido durante la crisis reciente a otros refugios tradicionales, como el yen japonés y el franco suizo, demostrando su condición como el activo más seguro en un mundo donde todas las divisas son susceptibles de un shock por el virus. El oro también ha batido otros refugios como los bonos de los principales países".
¿Hasta dónde puede avanzar el oro en un escenario donde el coronavirus sigue dañando los activos de más riesgo? UBS señala los 1.650 dólares por onza como su previsión de precio para dentro de tres meses. "Podría tener más recorrido al alza en el primer semestre, por la posibilidad de un mayor impacto en el crecimiento económico del esperado". Los analistas de Goldman Sachs apuntan hacia los 1.700 dólares a tres meses y los 1.800 dólares a final del año.
Más prudente es Natasha Kaneva, de JPMorgan. "La principal amenaza para el ascenso del oro puede llegar por los bonos. Si el miedo al coronavirus recede en el próximo mes, la rentabilidad de la renta fija subirá", lo que haría menos atractivo al metal precioso. Bajo esta hipótesis, "una subida de 30 puntos básicos en el bono americano haría bajar el precio de la onza en unos 80 dólares", según Expansión.