La obra sólo continuará si el gobierno aprueba este proyecto de casi US$ 4.500 M
Para Cristina Kirchner, son las represas “Néstor Kirchner y Jorge Cepernic”, pese a que el gobierno de Mauricio Macri mediante una resolución del entonces Ministerio de Energía, les devolvió su nombre original, “Cóndor Cliff y La Barrancosa”. Pero más allá de la diferencia de nombres, el planteo sobre el multimillonario proyecto hidroeléctrico es otro. La UTE a cargo, integrada por Electroingeniería (del procesado Gerardo Ferreyra), Ghezouba e Hidrocuyo prepara una nueva modificación del proyecto para subsanar "unas fallas geológicas " y así poder reactivar el millonario negocio. La obra solo continuará si el gobierno de Alberto Fernández aprueba este proyecto que en principio, según dicen los inversores, no modificaría su costo de casi 4.500 millones de dólares.
Las represas sobre el río Santa Cruz son uno de los proyectos más ambicioso en la obra pública del país. Mauricio Macri suspendió los trabajos, pero después de una serie de modificaciones decidió que se avance en las tareas y para ello fue clave una decisión de la Corte Suprema de Justicia que ordenó un nuevo estudio de Impacto Ambiental para dirimir el reclamo de sectores ambientalistas.
El consorcio constituido por Electroingeniería y la china Gezhouba inició durante la gestión macrista los trabajos en la zona donde se construirán las dos represas: la denominada Néstor Kirchner -cuya zona tiene una superficie de 42.163 metros cuadrados- y la llamada Jorge Cepernic. El área de esta última es de 34.248 metros cuadrados.
El financiamiento de la obra proviene en un 85% de un acuerdo con China y según informaron fuentes oficiales a Clarín ya hubo un desembolso de 1.100 millones de dólares "que se usó parcialmente para los campamentos y obras que tienen un avance del 18%, más ingeniería, compra de equipos, materiales y anticipo a fabricantes, entre otros aspectos".
Más allá de las intenciones de reactivar la obra, habrá que ver que sucede con la empresa China Gezhouba, una de las constructoras más grandes del mundo con sede en Wuhan, donde nació el coronavirus. En las últimas semanas, la constructora frenó algunas de sus obras en el mundo por la amenaza del virus.
Como obra emblemática del kirchnerismo y que puso en duda la gestión de Cambiemos, desde la UTE explicaron que durante el anterior Gobierno sólo se avanzó "un 2% por año, es decir sólo un 8% en total". Las autoridades anteriores frente al área de energía habían cuestionado la participación de Electroingeniería en el consorcio ya que entonces, su presidente Gerardo Ferryera se encontraba preso y procesado por pagar sobornos en el caso conocido como los Cuadernos de las Coimas.
En ese contexto la firma china se quedó con el 70% de las acciones del consorcio, Electroingeniería con el 20% e Hidrocuyo con el 10% restante.
La vicepresidenta se mostró con Ferreyra en una recorrida hace pocas semanas, por el campamento principal de las represas, en una marcada defensa del proyecto. Para que los trabajos se retomen, la UTE presentará una modificación de la obra.
Se trata, según pudo saber Clarín de una propuesta de Ingeniería necesaria para "destrabar la paralización de la obra". El cambio que variará -aseguraron desde la UTE- los costos pautados en 4.717 millones de dólares-, es una "modificación que permite superar las fallas geológicas en cada margen, ya que como los glaciares avanzaron durante siglos y llegaron hasta la Barrancosa, luego al retirarse semejante masa de hielo produjo fallas en el terreno", plantearon ante la consulta de este medio.
La obra de más de 4.700 millones de dólares ya sufrió modificaciones. El Gobierno de Macri determinó que las represas pasarán a generar de 1.740 a 1.290 megavatios. El costo total ascendería a los 4.717 millones de dólares, casi un 20% menos que lo pactado por Cristina Kirchner cuando relanzó la obra, que fijaba un presupuesto de 6.000 millones. Además, se agregó un complemento de una línea de alta tensión de 500 kilovatios.
Durante la anterior gestión, las obras avanzaron muy poco, Cristina Kirchner habló de "desidia y abandono" cuando recorrió el Obrador junto a Gerardo Ferreyra. Nada dijo de que el proyecto que había anunciado cuando era presidenta era muchos más costoso que el actual.
Si llegan a funcionar, las represas generarán alrededor del 4% del total de energía nacional. Fue una bandera energética (inconclusa) del gobierno de Cristina Kirchner, y otro foco de disputa con Cambiemos que en plena campaña electoral relanzó el proyecto.