El titular del Sindicato del Petróleo y Gas Privado, Guillermo Pereyra, dijo que las empresas aseguran que hoy “sobran 3.000 trabajadores” por la caída de la actividad en la cuenca neuquina y consideró que el panorama no se aclarará hasta que el gobierno nacional no resuelva la renegociación de la deuda externa con el FMI.

Indicó que tras el acuerdo con las empresas, quedaron en stand by 567 despidos y que se llevan a cabo rotaciones para evitar que las suspensiones afecten en menor medida los ingresos de los trabajadores.

Pereyra informó que aceptó el pedido de la comisión directiva y del cuerpo de delegados del sindicato para presentarse este año nuevamente como candidato a secretario general.

Con respecto al conflicto por los empleados de la planta de arena de YPF en Loma Campana que están encuadrados bajo el convenio colectivo de la construcción, el líder petrolero aseguró que mantiene buen diálogo con el interventor local de la UOCRA, Victor Carcar, y con el secretario general Gerardo Martínez. 

“No tenemos conflicto con la UOCRA. El gran problema es con YPF que convoca a licitaciones con encuadramientos de UOCRA en actividades que son claramente de Petroleros”, dijo Pereyra.

“Se abren los expedientes en la Secretaría de Trabajo de la provincia y las empresas van por atrás  y hacen la denuncia en Nación. Hay una intromisión de Nación queriendo interceder en temas que son de competencia de la Provincia, según establece la Constitución Nacional y el Pacto Federal del Trabajo”, aseguró.  

“YPF violenta el convenio colectivo de trabajo”, indicó el gremialista, y señaló que también se contactó con el secretario general de Supeh, Antonio Cassia, porque unos 70 operarios de la planta de arena están bajo el convenio de esa federación.

Pereyra sugirió que hay una incidencia de la Casa Rosada en el conflicto, porque con empresas privadas “no tenemos estos problemas”.

Hay una intromisión de Nación queriendo interceder en temas que son de competencia de la Provincia.

Con respecto a la caída de la actividad en Vaca Muerta, el gremialista consideró que “Todo va a estar estancado hasta tanto el Gobierno Nacional no resuelva la refinanciación de la deuda con el FMI”. Ponderó al ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien calificó que ser «muy capaz» para negociar con el Fondo.

Opinó que las inversiones dependerán de la eliminación de las retenciones a los hidrocarburos, dispuestas por el Decreto 566, la determinación de los precios en boca de pozo del petróleo y el gas y el descongelamiento de los valores de los combustibles.

Por otro lado, Pereyra informó que aceptó el pedido de la comisión directiva y del cuerpo de delegados del sindicato para presentarse nuevamente como candidato a secretario general en las elecciones que se deben realizar este año, 90 días antes de que venza su mandato actual, que termina el 12 de diciembre. 

El líder de los Petroleros Privados aseveró que puso como condición que se ratifique toda la conducción actual para evitar internas en el gremio.

Pereyra asumió por primera vez al frente del gremio en 1984, y desde entonces lleva 36 años siendo el titular del sindicato.

“Acepté el pedido pero con la condición de que se mantenga toda la actual dirigencia para que no haya internas”, aseguró Pereyra a Energía On y detalló que las elecciones aún no tienen fecha pero podrían ser entre agosto y septiembre.

El reglamento del sindicato marca que los comicios deben realizarse al menos 90 días antes de la finalización del mandato en curso. El actual mandato de Pereyra vence el próximo 12 de diciembre.

“Una vez que se designe la junta electoral se van a desencadenar los plazos y las fechas de las elecciones”, indicó Pereyra ante la consulta.

La continuidad del dirigente fue cuestionada semanas atrás en la gran asamblea que el gremio realizó en Añelo ante más de 10.000 afiliados cuando varios afiliados plantearon que era hora de apostar a una renovación.

El anuncio del pedido de la comisión directiva fue realizado hoy por el secretario gremial, Marcelo Rucci, en todo un gesto político interno al gremio, dado que se erigía como uno de los postulantes al reemplazar los 36 años de mandato del “caballo” Pereyra.