De aquí en adelante es de esperar que los traders del oro se centren en los bancos centrales importantes
El precio del oro continúa encontrando la fuerza para recuperarse, registrando un nuevo máximo más alto. Ha bajado un día, pero puede encontrar apoyo en la línea de tendencia ascendente desde el mínimo del 12 de febrero.
La cautela de los inversores parece haber subido considerablemente en los últimos días después de que la nación asiática modificara su metodología de recuento de los casos del coronavirus y anunciara un fuerte aumento de las nuevas infecciones y muertes.
Si bien el gobierno de Xi Jinping ha levantado la cuarentena en algunas regiones, parte del país sigue paralizado, un evento que podría perturbar las cadenas de suministro y reducir sustancialmente el ritmo de crecimiento global en el 2020 debido al tamaño de la economía de China (la segunda más grande del mundo).
El oro es considerado un activo de refugio por excelencia, por lo que suele subir en periodos de turbulencia e incertidumbre en los mercados. En este sentido, cualquier acontecimiento que suponga un riesgo para la economía mundial puede tener un efecto positivo en el valor del lingote.
Los futuros del oro mostraron un buen rendimiento la semana pasada, registrando ganancias sólidas debido a que los inversores abrían nuevas posiciones en largo para cubrirse del impacto económico del brote de coronavirus. Durante la mayor parte del tiempo los inversores ignoraron la fuerte subida del dólar estadounidense, que es un factor que suele hacer que caiga la demanda de oro denominado en dólares.
La semana pasada el oro en Comex de abril se liquidó en $1586.40, subiendo $13.00 o +0.83%.
La subida vino impulsada mayoritariamente por una caída en los rendimientos del Tesoro de EEUU, aunque la fuerte subida de los mercados de renta variable de todo el mundo podría haber limitado las ganancias. Los precios recibían presión bajista de algunos signos de fortalecimiento en la economía estadounidense y de los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ya que fueron considerados como poco proteccionistas.
De aquí en adelante es de esperar que los traders del oro se centren en los bancos centrales importantes. Recientemente los dirigentes de bancos centrales importantes como el Banco de la Reserva de Australia (RBA), el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) y el de Estados Unidos realizaban declaraciones en las que no comentaban nada sobre el impacto del coronavirus sobre sus economías, excepto que estaban vigilantes.
En cuanto China empiece a publicar datos económicos creo que los reguladores de los bancos centrales los analizarán en profundidad, especialmente en aquellos países que son socios comerciales importantes de China. Por otra parte algunos expertos decían que el coronavirus ya ha pasado su periodo de máxima intensidad y que está yendo a menos, aunque la subida del oro de la semana pasada indica que los traders podrían tener un punto de vista diferente.
Robert O’Brien, consejero de seguridad del presidente de EEUU Donald Trump, reconoció que el brote de coronavirus podría afectar a la Fase Uno del acuerdo comercial entre EEUU y China, según publicó en Twitter un periodista de la CNN el martes pasado.
Adicionalmente un analista del Instituto Milken dijo que el continuo brote de coronavirus está acelerando el distanciamiento entre EEUU y China más de lo que lo estaba haciendo su guerra comercial.
“Estuvimos hablando sobre el distanciamiento entre China y EEUU. El coronavirus ha acelerado ese distanciamiento como países más de lo que lo estaba haciendo la guerra comercial, ya que las empresas piensan en sus cadenas de suministros para el largo plazo,” dijo Curtis Chin, miembro asiático en el Instituto Milliken, describiendo la situación como un “aumento de la desvinculación” de ambas economías.
Los traders que van a largo plazo deberían vigilar a los bancos centrales, que por su parte continúan monitorizando el impacto del coronavirus. Si ven que la propagación del coronavirus tiene un impacto negativo sobre sus economías podrían verse obligados a tener que introducir estímulos para impulsarlas. Esto impulsaría los precios del oro.
El martes el presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell, avisó a los legisladores de que la epidemia del coronavirus que está arrollando a China podría generar efectos negativos más amplios sobre la economía, incluso a pesar de haber indicado que el banco central de momento se sentía cómodo manteniendo sin cambios los tipos de interés.
“Estamos monitorizando de cerca la irrupción del coronavirus, cuyos efectos negativos sobre China podrían extenderse al resto de economías del mundo,” dijo el señor Powell a los miembros del Comité de Servicios Financieros de la Cámara.
“Parte de la incertidumbre que rodeaba al comercio ha disminuido en los últimos tiempos, pero siguen existiendo amenazas sobre las perspectivas futuras,” dijo el señor Powell. Aún así “es probable que las actuales directrices de la política monetaria continúen siendo apropiadas” mientras los datos económicos que vayan publicándose sigan en la línea de lo que ha pronosticado la Fed.
Cuando los legisladores le preguntaban sobre el coronavirus el señor Powell dijo que la Fed se hacía preguntas como estas: “¿Qué efectos tendrá sobre la economía de EEUU? ¿Serán persistentes? ¿Serán importantes?”
“Sabemos que tendrá algunos -es muy probable que tenga algunos- efectos sobre Estados Unidos,” dijo. “Creo que simplemente ahora es demasiado pronto. Tenemos que resistirnos a la tentación de especular sobre esto.”
Los dirigentes del RBA y del RBNZ mostraban un punto de vista similar. Los inversores que van a largo plazo deberían prestar más atención a lo que tengan que decir los bancos centrales sobre el impacto del coronavirus en su política monetaria en lugar de centrarse en lo que ven en las noticias que se publican diariamente y que en realidad contienen datos obsoletos.