Los incencios superaron en ese lapso un 30% el promedio histórico
Según un informe de la Universidad de Santiago, liderado por el académico Raúl Cordero, la presente década supera en un 30% el promedio. Cifra que estuvo fuertemente influenciada por los incendios ocurridos temporada 2016/2017, cuando se quemaron 570 mil hectáreas en todo el país.
Los incendios en Chile y el mundo no dan tregua. Actualmente, la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) mantiene alerta roja en cinco comunas del país por incendios forestales. Por el momento, se mantiene esa condición en Hijuelas (Valparaíso), Molina (Maule); Hualqui y Penco (Biobío); Renaico (La Araucanía), con 65 incendios, 11 focos activos, 37 siniestros controlados y 17 extinguidos.
Si se consideran los eventos ocurridos durante la última década, el impacto que han tenido es dramático: la superficie afectada por incendios forestales superó el millón de hectáreas a nivel nacional, superando los registros de décadas previas. Un promedio anual de áreas quemadas que estuvo fuertemente influenciado por los incendios ocurridos temporada 2016/2017, cuando se quemaron 570 mil hectáreas en todo el país.
Así lo revela un informe realizado por la Universidad de Santiago (@AntarcticaCL), liderado por el académico Raúl Cordero. En el trabajo se establece además, que el promedio de la superficie quemada anualmente durante la última década fue alrededor de un 30% superior a los promedios anuales observados en décadas previas.
Una de las consecuencias de tener veranos muy cálidos y secos, dice Cordero, es que la probabilidad de tener grandes incendios forestales aumenta. “Como en la última década tuvimos, especialmente en la zona central, una década particularmente seca, con déficit de precipitaciones promedio alrededor de 30% y temperaturas máximas muy altas, era esperable que hubiese un aumento en el área promedio afectado por incendios forestales y en el número de grandes incendios forestales”, explica.
Las cifras de la Conaf ratifican una situación que desafortunadamente era esperable. “Cada vez que hay un verano cálido y seco, se dispara el área afectada por incendios forestales”, añade Cordero.
El registro de la Temporada 2016/17, señala que casi la mitad de la superficie quemada, corresponde a la VII Región. El promedio anual de área quemada en la última década superó las 115 mil hectáreas por año; más del doble de los promedios anuales observados en décadas previas.
Es importante destacar que no es el número total de incendios el que ha subido en Chile, indica el especialista, ya que se registran alrededor de 6.000 incendios forestales por año. “Es un número grande, pero que se ha mantenido relativamente estable en las últimas tres décadas, en la última década no aumentó el número total de incendios. Sí aumentaron las hectáreas afectadas”, señala.
Existen distintos tipos de incendios, “están los incendios en general y los que se conocen como grandes incendios. Estos son aquellos en que la superficie quemada es de 200 hectáreas o más. El número de incendios con esta cifra sí aumentó de manera significativa respecto a las tres décadas previas, prácticamente se duplicó”, explica el académico.
El incremento relativo es también significativo al considerar la superficie afectada solo por grandes incendios (aquellos en que el área quemada supera las 200 hectáreas). Los grandes incendios afectaron en promedio casi 95 mil hectáreas por año durante la última década; esto es casi tres veces el promedio anual de las dos décadas previas.
“El que finalmente determinada el área total afectada, no es el número total de incendios, sino que es una pequeña fracción. Solo el 1% de todos los incendios, es decir, menos de un centenar por año, determina el área quemada, el resto son incendios pequeños”, explica. Esos 100 incendios determinan las hectáreas afectadas. En la última década en Chile se quemaron en promedio al año 120.000.
Desafortunadamente esto es una consecuencia inevitable del clima. “La gente muchas veces tiene la tendencia a pensar que los casos puntuales con incendios voluntarios hacen una gran diferencia, pero cuando hay 6.000 incendios por año, casos puntuales no han diferencia estadística. Lo que hace diferencia de un año a otro, o de una década a otra, es el clima”, indica el académico de la Usach.
“Lo que hace el clima es que favorece las condiciones para la propagación de incendios forestales. Por eso es que el área quemada aumenta, y no es que haya más incendios, solo que ahora se propaga gracias al clima, favorable para el incendio”, añade
A pesar de que la superficie quemada aumentó significativamente, el número total de incendios por año en la última década fue similar al de las dos décadas previas (alrededor de 6.000 por año). Los dos años con mayor número de incendios en la última década (2017 y 2019) coinciden con los dos años (2017 y 2019) con los períodos enero-febrero más cálidos registrados.
Si la gente toma conciencia, “probablemente logremos controlar el número de incendios, pero las estadísticas indican que es muy difícil lograr detener el crecimiento esperabale para futuras décadas en el área afectada. Eso se ha visto en países en el hemisferio norte, en California no han logrado detener, ni el número de incendios, ni la superficie quemada, tampoco en España, Italia o Grecia”, señala.
Esos países tienen campañas legislación y campañas mucho más importantes. Para Chile hay un mal pronóstico. “Si no hay manera en que podamos evitar, que no sea vía mitigación del cambio climático, mientras la temperatura siga subiendo y no llueva en la zona central, habrá cada vez incendios forestales más grandes, hagamos lo que hagamos”, explica el profesional.
A pesar de que el número total de incendios no aumentó significativamente en las últimas décadas, el número de grandes incendios (aquellos en que el área afectada supera las 200 hectáreas) sí aumento significativamente, alcanzando un promedio de 60 grandes incendios por año durante la última década; esto es un 50% mayor que el promedio anual de las dos décadas previas (alrededor de 40 grandes incendios por año).
Cordero establece que en los últimos años, “Chile ha triplicado el presupuesto asignado a Conaf para el combate de incendios. A pesar de eso no ha logrado contener y no lo hará, la superficie afectada por incendios. Dicho lo anterior, igual si puede lograr, aumentando las medidas de combate del fuego, minimizar proteger las áreas habitadas, más mortales, pero el área quemada es muy difícil”.