Qué hará el gobierno con el carbón de Santa Cruz
Según pasan los días va tomando cuerpo, por múltiples versiones desde el ámbito oficial, el rumbo que adoptaría Yacimiento Carbonífero de Río Turbio (YCRT) bajo la intervención de Aníbal Fernández.
En todos los corrillos aparece la opción de una concesión del gran depósito argentino a la china multitarget Ghezouba, que ya tiene su cabecera de playa en la provincia de Santa Cruz como constructora de las represas sobre el río del mismo nombre.
En esta red de conjeturas, el nombramiento de Fernández al frente de la mina que se encontraba paralizada desde el día siguiente de las elecciones PASO de agosto pasado por el sindicato Asociación Trabajadores del Estado (ATE), sigue a la decisión de la nueva administración de normalizar las relaciones laborales para avanzar en una hoja de ruta con los chinos.
Para ello, un escollo a remover sería la resolución judicial de las prisiones dictadas en la primavera de 2019 al ex intendente de Río Turbio, Matías Mazú, al ex interventor de YCRT, Atanacio Pérez Osuna y otros, entre ellos el ex presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, por fraudes al Estado. (ver más abajo "La dékada ganada")
En lo que no hay coincidencias entre las fuentes consultadas por Mining Press es en para qué quiere el carbón Gezhouba. Para unos, será para echar a andar la inconclusa usina de 240 MW, piedra de escándalo que ha llevó en su momento a prisión a Julio De Vido y su jefe de gabinete Roberto Baratta.
Para otros, el target de la empresa china es el voluminoso yacimiento, con reservas de no menos de 6.500 millones de toneladas de un mineral de alta combustión y baja emisión.
Producto: Un reciente análisis del carbón de Río Turbio
En el organigrama oficial, YCRT depende administrativamente de la Secretaría de Minería de la Nación, cuyo titular actual es el sanjuanino Alberto Hensel. Sin embargo, las conversaciones con Gezhouba se están llevando a cabo en el entorno del kirchnerismo, precisaron las fuentes consultadas
Gezhouba es una subsidiaria de la empresa estatal China Energy Engineering Group Co., Ltd (CEEC) que opera en varios sectores, incluidos la construcción, la gestión de autopistas, la producción de cemento, la voladura civil, bienes raíces, finanzas, energía hidroeléctrica y carbón. Su proyecto más famoso es el proyecto masivo de la presa de las Tres Gargantas en China, y el énfasis principal de la compañía es la energía hidroeléctrica.
Sin embargo, Gezhouba se ha interesado en proyectos de carbón en el sudeste de Europa, y ha sido confirmado como uno de los constructores del Tuzla 7 en Bosnia y Herzegovina, además de haber expresado interés en Pljevlja II en Montenegro. Además, a principios de 2013, el gobierno serbio firmó un protocolo con Gezhouba en el megaproyecto del Canal de Morava que, de implementarse, uniría el Mar Egeo con el Danubio a través de los ríos Morava y Vardar.
Así se lo preguntaba hace pocos días el frecuentemente bien informado diario OPI Santa Cruz
"Muy pocas cosas pasan en Santa Cruz y en el país “por casualidad” y mucho menos cuando detrás de cada movida está el kirchnerismo haciendo los pases de mano en el juego político y financiero. Desde hace mucho venimos insistiendo con la infidencia de una de nuestras fuentes en relación al plan del gobierno para sacarse de encima el costosísimo complejo minero de Río Turbio y la terminación de la Usina de 240 Mw. Sin ir muy lejos ayer mismo en nuestra nota referida al virtual abandono del yacimiento por parte de los Fernández, quienes a 40 días de gobierno no han destacado un funcionario responsable que exija producción en la mina de carbón, volvimos a repetir la teoría de la tercerización y/o privatización o como quiera llamarse a la figura legal, que consistiría en entregarle a los chinos el manejo, terminación y ejecución de la obra de la usina y probablemente la administración de YCRT, núcleo asociado a la producción de energía.
Hoy, los diarios paraoficialistas de la provincia, destacan una noticia que (coincidentemente o no) llama la atención por los actores particulares que se mencionan y la incursión de una conocida empresa estatal china, asociada inicialmente con el kirchnerismo, quien ha sido tentada para, no solo continuar con los trabajos en las represas, sino integrarse a un programa hidroeléctrico y de generación de energía en Santa Cruz.
Otros tiempos: Xi (sin barbijo) y Cristina más joven y con menos juicios
Como siempre pasa, la información es superficialmente “lavada”, casi diría protocolar y sobrevuela tímidamente temas “generales” que se abordó en la reunión que mantuvieron el secretario de Energía de la Nación, Sergio Lanziani, Yuan Zhiziong de la Multinacional China GezhoubaGroup Corporation (CGGC), el jefe de Gabinete de Santa Cruz, Leonardo Álvarez, el ministro de Economía, Ignacio Perincioli y la titular de Distrigas SA, María Belén García"".
Más allá de marcar una nueva línea de largada para los trabajos en las Represas sobre el Río Santa Cruz, el comunicado o la información en medios pagos del gobierno deslizó una frase que encierra parte de lo que suponemos será en el corto plazo, la aparición del gobierno nacional y provincial asociados a la multinacional china para incluirla dentro del plan de obras y servicios que contemple la posibilidad de hacerse cargo de terminar la usina de Río Turbio y (aunque no lo dice expresamente como en este caso) podría ser contemplada como una solución integral para el binomio energético YCRT/Usina termoeléctrica.
Dice en un párrafo “En aquella reunión se focalizó la atención en temas como el recupero de los caños del Gasoducto Troncal Zona Norte que se adquirieron a través de Nación Fideicomisos y la puesta en marcha de la UsinaTérmica de Río Turbio. Además, se hizo hincapié en la importancia de Santa Cruz como productora de energía y la necesidad de dar un impulso definitivo a la obra de represas Cóndor Cliff y La Barrancosa”.
Aquí hay al menos tres puntos interesantes a destacar: Gezhouba Group Corporation (CGGC) está siendo vista como la asociada financiera, única y total para resolver las obras inconclusas del kirchnerismo en 12 años, como es el Gasoducto del Norte, obra atravesada por la corrupción, la puesta en marcha de la usina de Río Turbio y por asociación todos los proyectos de energía en la provincia, lo que puede considerarse como la virtual presentación entre las sombras del manejo que los chinos tendrán en los próximos 4 años de todas las obras (o al menos las más importantes) energéticas en la provincia. No es raro pensar en estos términos. La salida del poder en el 2015 y las denuncias generadas por la corrupción estatal y empresaria en la obra Cóndor Cliff-La Barrancosa, no solo llevó preso al Presidente de Electroingeniería (UTE en las represas), sino desencadenó una serie de denuncias y paralizaciones de la obra, que luego el propio Mauricio Macri tapó con un “manto de silencio” para no enojar al gigante asiático, uno de los principales acreedores del país.
¿Estaríamos ante las primeras manifestaciones públicas del gobierno nacional en el sentido que tantas veces adelantamos iban a tomar, para sacarse de encima el costoso núcleo energético (sin producción) Yacimiento/Usina?. Al menos hoy sabemos que Gezhouba Group Corporation va a tener a su cargo la usina de la cuenca y por extensión podríamos sospechar que también se harían cargo de la mina de carbón, uno de los combustibles que usaría la planta generadora.
Hasta el momento ni el gobierno provincial ni el nacional incluyeron a YCRT en la agenda, pero tampoco han definido su futuro. Es muy sospechoso que a 40 días de un gobierno, cuando el Estado debe enviar alrededor de 800 millones de pesos en partida para pagar salarios improductivos, no se haya tomado aún una decisión para poner a producir el yacimiento.
Ésta reunión de ayer, puede ser el primer paso para que los capitales chinos avancen decididamente sobre la energía en Santa Cruz. Todo empezó con las represas, pero ahora hay una necesidad de inversión que Argentina no tiene, la prioridad de terminar las obras abandonadas (y con inconmensurable corrupción) de la era K y a la vista el único socio conocido, interesado en financiar los proyectos de energía en la Patagonia. Todo cierra, solo basta esperar cómo evoluciona en los próximos meses".
Huelga contra Zeidán. Venga una foto
El yacimiento está en el limbo. En pocos días más el Estado nacional deberá oblar otros 700 u 800 millones de pesos para pagar sueldos inútiles, sin productividad con una mina en pausa y una dirigencia sindical politizada, prebendaria, oportunista y de baja calidad, que espera “un milagro” de la muchachada de Alberto quienes ahora son “del mismo palo”, pero los días corren y nadie pone los ojos en Río Turbio, para presidir si no la única, una de las pocas empresas del Estado sin conducción ni responsabilidad de producción. Claro, eso pasa en Argentina, donde el kirchnerismo no tiene apuro por cuanto los dineros públicos “no son de nadie” y el nuevo ajustazo de Fernández, le permite sostener estos elefantes improductivos, mientras “ve que hace” sosteniendo otro monstruo alimentado del fabuloso déficit pagado por todos los argentinos cada vez con más sacrificio.
El relato sigue, como el que se puede leer de la página kirchnerista del denominado Observatorio de Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC) donde su vicepresidente es una socióloga relacionada con el relato K y por tal motivo, todo gira alrededor de las bondades del gobierno de los Fernández y el “desastre” dejado por el gobierno anterior.
Es curioso repasar algunos términos en los cuales se refiere a YCRT cuando se hace alusión al Plan de Recuperación Integral del Yacimiento, lo que considera “un relanzamiento” de aquel oportunista plan ideado en el 2005 por NK, cuando, después de la desgracia donde murieron 14 mineros (2004), el gobierno se comprometió a tecnificar la mina, con lo cual el kirchnerismo vio un inesperado nicho de negocios, como luego quedara demostrado a lo largo de los años con la licuación de miles de millones de pesos en compras con sobreprecios, licitaciones truchas armadas con la Universidad Tecnológica y un sinnúmero de acciones de corrupción, ampliamente relatadas en nuestros sucesivos informes y por las cuales hay causas judiciales abiertas.
“Entre sus dos metas fundamentales, ambas finalizadas, destacamos: la construcción de la Central Termoeléctrica a Carbón y la recuperación integral del yacimiento, con la finalidad de abastecer a la usina y exportar el excedente (siempre y cuando esté cubierta la demanda). La paralización y el desguace de la única central a carbón nacional no sólo atenta contra el desarrollo genuino de la Patagonia sino también contra la provisión de energía abundante y barata para la región y el país. Y, sobre todo, arremete contra la calidad de vida, el crecimiento con empleo y la inclusión social de los 30 mil habitantes que lindan la Cuenca Carbonífera de Santa Cruz”, dice OETEC, haciendo abstracción de los 12 años en que fueron gobierno y solo aprovecharon ambas iniciativas (yacimiento y usina) para otros fines que los de recuperar el yacimiento y exportar energía.
“…con la reactivación de la actividad económica del yacimiento se generó una importante inmigración de personas provenientes de otras provincias en búsqueda de mejores oportunidades laborales. En este sentido, no constituye un detalle menor que el promedio salarial de un trabajador minero del yacimiento hayan sido importante en un contexto inflacionario diferente a la economía macrista, lo que generó un incremento significativo de la actividad económica y comercial de Río Turbio favoreciendo la instalación de diferentes actividades asociadas a la satisfacción de las demandas de una población en crecimiento”, prosigue.
Sin duda quien esto escribe no conoce la historia de YCRT ni lo que hicieron de ella. “la importante inmigración” a la que hace referencia, sean tal vez los casi 3.000 empleados que llegó a tener el yacimiento, muchos enviados desde provincia de Buenos Aires por De Petri para cobrar salarios, sin que en su vida hubieran visto un trozo de carbón. En muchos casos asociados a la nómina de YCRT si haber llegado nunca a la cuenca, en la mayoría pagando favores políticos.
En cuanto “…al promedio salarial de un trabajador minero en el yacimiento…” tal vez la socióloga se refiera a los salarios descomunales que cobraban, las prebendas que tenían y los beneficios de un país del primer mundo, que pagábamos con nuestros impuesto a cambio de nada, porque en 12 años jamás hicieron producir a YCRT y solo fue usada como caja política y empresa que beneficiaba a una elite, simulando proactividad mientras fundían todo lo que tocaban.
Para la socióloga tal vez fue una injusticia que les quitaran las licencias gremiales (solo ATE mantenía 80 antes de terminar el 2015), salarios de gerentes, jefes y subjefes que pasaban los 200 mil pesos, exención de Ganancias, premio de fin de año (BAE) con cifras de entre 300 y 900 mil pesos ya en ese momento; viajes anuales “a su lugar de origen” con pasajes pagos para toda la familia, transporte escolar a cargo de YCRT y un conjunto de beneficios extras atípicos en un país fundido y con una empresa improductiva.
Ahora bien, si tanto extrañan el status quo anterior las preguntas que se me ocurren son las siguientes: ¿Por qué a más de 40 días de asumir este gobierno ni siquiera se ha ocupado de poner una intervención al frente de YCRT? ¿Por qué ha dejado la figura de la intervención anterior, cuando la obligación institucional es hacerse cargo de la responsabilidad? ¿O es que, como pensamos, Alberto Fernández no tiene la menor intención de aportar esta masa inerte de fondos que no retribuye en nada al país? ¿Es tan poco el interés del gobierno en YCRT que ni siquiera planificó su continuidad? ¿O le tiene reservado un destino de privatización?.
Los gremios internos de YCRT se han mostrado muy “combativos” en estos últimos 4 años, reclamándole al gobierno nacional todo tipo de “derechos” perdidos, pero curiosamente hoy ni siquiera hablan de reactivar el yacimiento o pedirle “inversión” al Estado nacional y mucho menos “reestablecer sus derechos”, ¿Será porque temen la respuesta?. Obvio que Alberto Fernández no llevaría a cabo la descabellada idea de volver a dotarlos de los privilegios perdidos. En el marco político de carencias, necesidades, recortes y ajustes que hizo el Estado, sería muy paradógico alentar este tipo de prebendas, solo por un discutible “derecho” sobre el que se apoyaron los sindicatos todos estos años anteriores, para exigir por vía de los hechos (paros, movilizaciones, toma de la planta, quite de colaboración, impedimentos para sacar carbón, etc) que el anterior gobierno les restituyera los increíbles beneficios que gozaron hasta el año 2015.
Las fuentes consultadas en YCRT sostienen que existe una gran preocupación por la incertidumbre abierta a partir del 10 de diciembre pasado. Los sindicatos creían que encontrarían un rápido eco a sus demandas y lejos de esa actitud, han hallado autoridades que rehuyen hacer confirmaciones y ninguno en Buenos Aires les aseguró que sus “derechos perdidos” se reestablecerán y “por el momento” el exiguo presupuesto por el cual protestan los sindicatos, será el que llegue exclusivamente para pagar salarios.
“Hemos llegado al punto que ya estamos pidiendo que no corten el envío de fondos para pagar salarios”, dijo la fuente interna de YCRT y aclaró “no sabemos lo que va a ocurrir. Los sindicatos han hablado con segundas y terceras líneas, pero está visto que YCRT no es prioridad para el gobierno nacional”.
Paralelamente, el gobierno de la provincia de Santa Cruz, tan preocupado en años anteriores por la situación financiera de YCRT y la inactividad de la usina, no ha emitido palabra alguna respecto del silencio formulado desde la dupla Fernández-Fernández. El tema que supuestamente era “una honda preocupación para el gobierno de Alicia”, ha caído en un silencio sospechosamente intrigante.
Desde algunos sectores consultados por OPI a nivel nacional, se nos ha dicho que el gobierno “no tiene claro cómo va a seguir con YCRT” y es un tema muy caliente en el escritorio de Alberto, porque no puede (ni quiere) confrontar con el kirchnerismo que lo rodea, pero no está dispuesto a poner millonarios fondos donde nada se produce.
Dentro del ámbito de Energía se están manipulado varias opciones, entre ellas de convocar a capitales chinos para entregarles YCRT y la usina, con el compromiso de ponerlas en funcionamiento, con beneficios veinteañales o treintañales, de acuerdo a los estudios previos realizados. Ésta opción desde un sector del gobierno la ven como la más viable dado que no existe dentro del gobierno nacional posibilidad (ni disposición) de destinar millones de dólares para sostener la empresa.
En este marco, hace más de un mes llamó mucho la atención la aparición del cambio de Directores en la empresa Yacimientos Carboníferos Río Turbio SA, cuyo presidente sigue siendo Sergio Taselli.
Diego Cabot, el periodista que ganó fama por sus crónicas que dieron lugar a "Cuadernos", la megacausa que reveló tramas ilícitas de constructoras y contratistas con el kirchnerismo, recuerda que en la mina de carbón es la más grande del país con sus 72 km de galerías. La historia moderna de la mina empezó con el peso de la muerte y con la carga de la culpa. En 2004, catorce mineros murieron por un incendio. Néstor Kirchner decidió acallar las voces y los millones llegaron mensualmente. La jornada laboral se redujo de ocho a seis horas por turno y se dejó de trabajar los sábados. Los mineros se repartieron el día en cuatro turnos rotativos diarios. Todos quieren en la zona ser empleados de YCRT. En los últimos 12 años, llegaron al Sur más de $ 30.000 millones que se giraron a YCRT para gastos operativos".
Hasta el tercer trimestre de 2019 la compañía tuvo gastos totales por 2.338 millones de pesos; los ingresos por la operación. Por la venta del carbón, sumaron en el mismo período 43 millones de pesos.
A falta de compradores para el carbón, De Vido proyectó la usina a pie de mina, en la que se gastaron más de US$ 1.000 millones, contra un presupuesto de 700, pero quedó inconcusa y harían falta 200 millones más. Cristina Kirchner, en campaña presidenncial 2015, hizo encender una turbina sin estar terminada, lo que según pericias posteriores ocasionó un costoso daño.
Río Turbio ya tiene algunos condenados. Atanacio Pérez Osuna, exintendente de Río Turbio y exinterventor, ya fue condenado por corrupción. Estuvo preso y se benefició de la excarcelación cuando el kirchnerismo regresó al poder. Pocos días antes de la Navidad, fue liberado. Por allá anda, con una tobillera electrónica, la obligación de presentarse cada dos meses ante el tribunal, la prohibición para salir del país y la entrega de su pasaporte a las autoridades.
Pérez Osuna fue condenado en octubre junto con el empresario Juan Carlos Lascurain, extitular de la Unión Industrial Argentina (UIA). El tribunal dio por probado el desvío de $50 millones destinados a construir una ruta que nunca se hizo. La Justicia sostuvo que el gobierno municipal le entregó como anticipo de obra $50 millones "sin justificación" a la empresa Fainser, propiedad de Lascurain por una licitación de $500 millones. Entre noviembre y diciembre, YCRT giró fondos a través de tres órdenes de pago a la contratista. El último, el 9 de diciembre de 2015, un día antes de que asuma Macri.
De Vido y Baratta, que hoy se reivindican como presos políticos, están acusados por otros temas. En 2008, YCRT firmó un acuerdo de asistencia y cooperación con la Regional Río Gallegos de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Desde entonces la empresa le encargaba a la UTN cualquier cosa que se necesitaba hacer o comprar. La facultad, a su vez, creó una Fundación Facultad Regional Santa Cruz. El esquema quedó armado. La minera pedía un trabajo o una compra a la universidad, que, a su vez, lo derivaba a la fundación. Esta era la que negociaba con el proveedor. La facultad presentaba rendiciones de cuentas; la fundación no.
Esa intermediación encarecía cada compra. De lo que el proveedor presupuestaba, la fundación le cobraba a la facultad 10%, y sobre ese total, la facultad cobraba otro 10%. Por ambas intervenciones las compras se encarecían 21 por ciento. Por ese concepto llegaron a cobrar $1092 millones.