Los inversionistas están volviendo a buscar activos refugio en el mercado
El precio de cotización del oro ha venido presentando un importante incremento, tanto así que el nivel actual no se veía en el mundo desde el pasado 2013, lo que muestra que los inversionistas están volviendo a buscar activos refugio en el mercado.
En concreto, aunque el valor del oro presentó un descenso hasta terminar en US$1.567 por cada onza del metal precioso, los aumentos que se han visto durante los últimos días no se registraban desde el 9 de abril de 2013, cuando ese precio estaba en US$1.586.
De esta forma, a pesar de que el oro se considera como el activo refugio por excelencia en el mercado actual por su baja volatilidad, en lo que va de este año su avance bordea el 3%, el cual era hasta del 4% el pasado 30 de enero, cuando el precio de la cotización fue de US$1.584.
Eso sí, al tomar como muestra un periodo más prologando, es decir, el valor que tenía hace exactamente un año, el alza es bastante más pronunciado: el oro ha crecido un 19,86% frente al cierre del 11 de febrero de 2019, cuento esa cifra alcanzaba los US$1.307 por cada onza.
Esto muestra por una parte la gran incertidumbre que se registró durante el año pasado a causa de aspectos como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, o las dudas que generó en el 2019 el desenlace del Brexit, al tiempo que también tiene una lectura de que esa incertidumbre se está manteniendo en el inicio de este 2020.
Concretamente, según indican los expertos, sumado a los temores que se han generado por la expansión del virus surgido en China y sus posibles impactos en la economía mundial, el inicio de las primarias en Estados Unidos también va a ser un foco importante de incertidumbre en 2020.
“Los activos refugio, entre los que está el oro, se han venido valorizando desde el año pasado, cuando había muestras de que las economías se estaban desacelerando. Este año inició mejor, pero el coronavirus ha hecho que estas perspectivas se moderen, pues se prevé que haya un impacto del cual aún no se conoce el alcance. Mientras sigan estas dudas en el mundo, seguirá habiendo un gran apetito por este tipo de inversiones”, indica Juan David Ballén, director de estudios económicos de Casa de Bolsa.
En 2012 se publicaron las primeras normas sobre la acreditación de las fuentes de procedencia del oro, con el objetivo de asegurarse de que se rompían todos los vínculos del metal precioso con los conflictos bélicos, el blanqueo de capitales y la financiación al terrorismo. Desde entonces, los estándares relativos al oro responsable han evolucionado también hacia la protección medioambiental, social y de buen gobierno, y a la sostenibilidad.
El medio especializado Mining Weekly ha aprovechado su presencia en la conferencia Mining Indaba 2020, para entrevistar a la presidenta del Consejo de la London Bullion Market Association (LBMA), Sakhila Mirza, y a su director técnico, Neil Harby, quienes han explicado las últimas novedades en materia de sostenibilidad y trazabilidad del llamado “oro responsable”.
Además de su labor como asociación que aglutina a bancos, traders y compañías logísticas relacionadas con el oro, procedentes de todo el mundo, y de ser el custodio de la lista “Good Delivery” del Banco de Inglaterra, la LBMA se encarga de acreditar a las refinerías de oro y plata.
Entre sus labores se encuentra la de establecer los estándares de pureza, forma y procedencia de los lingotes, además de garantizar el origen de los metales preciosos con los que se negocia en el mercado.
Como explica Sakhila Mirza, el programa de responsabilidad de la LBMA afecta a 70 refinerías de todo el mundo, que deben someterse a una auditoría independiente cada 12 meses, en la que deben acreditar los detalles de procedencia de cada gramo de oro, la forma, el país de origen y la cantidad exacta.
Todo estos datos se comparan luego con el suministro procedente de la minería que ha llegado a esa refinería, para detectar si ésta ha recibido oro procedente de la minería artesanal o a pequeña escala.
El asunto del oro procedente de la minería artesanal es muy controvertido para el mercado. Como explica Harby, “el año pasado, una gran refinería declaró públicamente que no iban a aceptar oro procedente de la minería artesanal, fuera de donde fuera, debido al elevado riesgo que ello comporta. Otras refinerías están dispuestas a procesar oro procedente de estas explotaciones si puede hacerse de forma responsable”.
La estrategia de la LBMA para el próximo trienio se centra en elevar aún más los requerimientos relativos a la procedencia del oro. Entre las áreas en las que va a trabajar la LBMA están en el aumento de la transparencia y la información por parte de las refinerías; identificación y solución de los posibles riesgos; mejorar la calidad de las auditorías; apoyar a la minería a pequeña escala y dotarla de un entorno seguro para atraer el interés de las refinerías; e impulsar mejores y más altos estándares de procedencia responsable, trabajando junto con la comunidad minera.
Esta estrategia se va a presentar en la Responsible Sourcing & Technology Summit, organizada por la LBMA y que se celebrará el próximo 27 de marzo en Londres.