Entre los proyectos, por un total de US$5.000 millones, hay dos centrales termoeléctricas a carbón que dejaron de ser necesarias
GUSTAVO ORELLANA
Conseguir un permiso ambiental para tramitar un proyecto en Chile es una tarea que cada año se hace más compleja. Por lo mismo, el desarrollo de grandes inversiones considera, tanto en su cronograma como en su presupuesto, un ítem especial para este proceso.
Pero hay proyectos que habiendo logrado el permiso, a pesar de lo complejo que les resultó, por diversas razones nunca iniciaron sus obras. Esto facultó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) a caducar la resolución de calificación ambiental (RCA), lo que aplica cuando las obras no han partido cinco años después de notificada la obtención.
El SEA explica que la caducidad de RCA se encuentra regulada en el artículo 25 ter de la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, figura incorporada el año 2010. “Ella tiene por objetivo principal que los proyectos aprobados ambientalmente sean ejecutados en condiciones similares a aquellas que se tuvieron a la vista durante la evaluación ambiental”, explica unartículo publicado en el sitio web del SEA.
“Una RCA que califique favorablemente un proyecto o actividad caducará cuando hubieren transcurrido más de cinco años contados desde su notificación, sin que se haya dado inicio a la ejecución de dicho proyecto o actividad”, se agrega.
El tema cobró relevancia luego que agrupaciones ambientalistas solicitaran al SEA la caducidad de la RCA del proyecto portuario Cruz Grande, cuyo titular es la empresa minera CAP. Sin embargo, la compañía notificó al SEA el 28 de enero del inicio de las obras. Los cinco años desde obtenida la RCA se cumplían el 30 de ese mes.
En total, son 92 las RCA que han sido caducadas desde el inicio del sistema, según consta en los registros del SEA. En términos de monto, estos suman US$4.973 millones de inversión asociada. El sector que más RCA ha perdido es energía, con el 75%, unos US$3.752 millones.
Dos iniciativas termoeléctricas de gran tamaño explican casi la totalidad de este monto. El primero es el complejo a carbón Energía Minera, en la Región de Valparaíso y cuyo titular original era Codelco, aunque después traspasó los derechos a Enap. La central iba a costar US$1.700 millones y aportaría US$1.050 millones al sistema eléctrico. Aunque luego el proyecto se reconvirtió a gas natural e incluso se alcanzó a firmar una alianza entre Enap y la japonesa Mitsui para desarrollarlo, este nunca vio la luz.
Un proyecto similar era la central termoeléctrica a carbón Los Robles, de AES Gener en El Maule, que obtuvo su permiso en 2008, el que fue oficialmente caducado en 2016.
Esta iniciativa consideraba dos unidades de 375 MW de potencia (750 MW en total) que utilizaría carbón bituminoso o sub-bituminoso como combustible. El proyecto incluso inició un proceso de licitación de proveedores de turbinas, proceso que en 2009 fue congelado, hasta el desistimiento total de la iniciativa.
El segundo sector con más inversión con RCA caducada es el inmobiliario, con US$307 millones. Prácticamente todo el monto se explica por el proyecto Hacienda Topocalma, localizado en la Región de O’Higgins.