(Archivo junio 2019)
FERNANDO HEREDIA
A horas de las elecciones sanjuaninas, el referente histórico del sector minero provincial analiza los motivos del retroceso de esta industria.
El desorden absoluto de su escritorio lo refleja tal cual es. Lejos del culto a las apariencias y el estilo marketinero que suele verse en el empresariado nacional, Jaime Bergé es un exponente de la incorrección política. Campechano, crudo, directo, pero siempre amable, el referente histórico de la industria minera sanjuanina recibió a LPO en sus oficinas y criticó duramente las políticas sectoriales de los últimos gobiernos.
"Lo de Macri fue una traición", grafica mientras come una semita, la clásica figazza sanjuanina que lo enamoró apenas llegó a esta provincia a los 17 años. A pesar de haber dejado su cargo como presidente de la Cámara Minera tras haberlo ejercido durante 26 años, este experimentado ingeniero no dejó de tener influencia en el sector. Dirige la empresa de servicios mineros BTZ e integra la mesa de productividad junto a los presidentes de la UIA, la Cámara de la Construcción y la Cámara de Exportadores.
¿Cómo está la minería hoy?
Está parada desde hace diez años. A partir del 2009 no hubo ningún emprendimiento nuevo de trascendencia a nivel de minería metalífera. A pesar que desde San Juan se pueda hacer muchos esfuerzos, en este contexto nacional no hay condiciones de inversión. Sin embargo, el quiebre ya viene del 2009 cuando la ex presidenta Cristina Kirchner sacó el decreto que obligaba a las empresas a liquidar las divisas en el país e impedía repatriar sus beneficios. Imaginate el impacto que tuvo. Vos venís y pones mil millones de dólares en el país y después no podes sacar las ganancias. ¿Cómo haces para pagarle a los bancos? Porque el 80% de la inversión es bancaria, la empresa como mucho puede poner el 20% en estudios de evaluación, exploración, factibilidad económica o impacto ambiental. Así fue que de exportar casi cinco mil millones de dólares anuales en el 2008 pasamos a solo tres mil quinientos millones hoy en díA
El 2009 también fue un año de una gran crisis a nivel mundial. ¿Eso no fue un factor determinante?
Sí, había una retracción mundial de capitales, pero cuando te encontrás con que Perú explotó después del 2009 te das cuenta que los capitales que evaluaban invertir en Argentina se fueron a otros lugares. Porque cuando el proyecto es viable cualquiera quiere invertir y ganar plata.
¿Las retenciones también tuvieron que ver?
Sí, por supuesto. Impacta sustancialmente. Es el impuesto más injusto que podés determinar. Argentina tiene tres impuestos injustos: ingresos brutos a nivel provincial, el IVA y las retenciones, que terminan bajando el precio internacional que reciben las empresas. Con lo cual competís en el mercado internacional con un precio interno disminuido respecto a tus competidores.
¿Cuál debería ser el mejor sistema impositivo para la minería?
Lo más justo es cobrar impuesto sobre las ganancias y cobrarlo fuerte. Ahí las empresas no tienen problema. Le podés subir ganancias del 35% al 50%. El tema es que cuando pagas ingresos brutos, por ejemplo, estos impuestos pasan a ser un costo cuando no debería serlo. Acá se cobra una cantidad de impuestos que te permiten tener solo una mina importante en el caso de San Juan. Si te centras en cobrarle una fuerte renta sobre las ganancias y las ayudas a que vengas, podrías tener cinco o seis minas. Eso significa veinte mil trabajadores más con sueldos que duplican o triplican el promedio. Y ese consumo que se genera con esta masa salarial termina yendo a impuestos y favorece al Estado.
Había un gran entusiasmo del sector minero con Macri. ¿Lo desilusionó?
Fue una traición lo de aumentar las retenciones todavía más que Cristina. Pero el mayor problema fue que Macri no tomó las decisiones de fondo. El tema es que Macri no es un empresario como fui yo que estudié con una beca porque no tenía un peso y terminé fundando una empresa. Macri es hijo de un fundador empresario, no es un fundador.
Otro gran impacto en la industria fueron los accidentes tanto a nivel nacional como en Veladero como a nivel internacional como en Brumadinho con Vale. ¿Qué tanto afectó?
Eso siempre juega en contra. Mi sugerencia como presidente de la cámara de San Juan siempre fue traer gente de afuera con mucha experiencia para transmitirle el conocimiento a las autoridades de acá. Vos tenes una división que se llama la policía minera, pero son chicos que no han viajado a ningún lugar del mundo, no conocen al sector. Estas controlando a un monstruo que factura mil millones de dólares al año, no controlas a un cosechador de ajo. Tienen una tecnología 10 veces superior a la tuya y si vos no estas a la altura pasan estas cosas.
¿Usted dice que las empresas son hijas del rigor?
Son hijas de la desidia. Saben que están trabajando un un lugar transitorio, no es su casa. Ellos quieren tener la mayor rentabilidad posible para tener el mayor premio posible y eso requiere un control.
¿Cómo quedó Veladero tras el accidente?
Mejor, se ampliaron las piletas de lixiviación, se modificaron los sistemas de caída que estaban en una pendiente muy empinada y se duplicaron las cañerías de 8 a 16, con un metro de diámetro. Pero acá tenes que trabajar en la prevención, no se puede poner parches.
¿Qué pasó con Pascua-Lama, el otro gran proyecto de la provincia?
Sigue frenado en Chile, tiene una pequeña ventanita porque la Corte Suprema rechazó el cierre definitivo y dijo que revean el proyecto. La llegada de los chinos cambió un poco, no sé si presionaron, pero cambió. Igual Argentina tiene la parte minoritaria del proyecto, los recursos están en Chile. Lo que aporta nuestro país, es que a diferencia de Chile, tenemos un gran valle cruzando la frontera. Eso te permite montar toda la planta industrial y un campamento para la gente en ese llano. En Chile no se podría hacer eso.
¿En general esto también pasa en otros yacimientos?
Es probable que la capa que tapa la zona mineralizada del lado chileno este aflorante y puedas ver si la roca tiene oro o cobre. Mientras que en Argentina encontrar los yacimientos es más difícil. Pero como ahora hay tecnologías de explotación de grandes volúmenes estos yacimientos se han convertido en rentables.
Hace unos años el tema minero estaba en agenda permanente, mientras que ahora pasó al olvido y sólo se habla del potencial de Vaca Muerta. ¿Cree que la minería podría tener la misma envergadura?
Sí, tiene el mismo potencial que Vaca Muerta. Cuando uno viaja por el mundo las empresas muestran mucho interés, pero hay que darles condiciones razonables. Acá los políticos las exprimen y hacen cualquier cosa. Es más, en los últimos dos años ha aumentado la exploración, lo que quiere decir que el interés está.
¿La falta de infraestructura no impacta?
A los emprendimientos chicos solamente. A las grandes corporaciones no porque lo hacen ellos. Si es negocio no tienen problema en invertir doscientos millones de dólares sobre mil en infraestructura para hacer un ferrocarril o mineraloducto para sacar el mineral al puerto. Lo ha hecho La Alumbrera, por ejemplo.
¿Se podría agregar más valor a las exportaciones?
Gioja un día me llamó para hacer una fundidora y le dije: flaco, mira que vas a tener diez empleados nomás. Es mucho mejor exportar el oro así sucio. Porque además necesitas certificaciones de todo el mundo. No se puede vender oro al público así como así. No por nada hay solo tres fundiciones en el mundo.
¿Considera que habría que crear una empresa estatal minera al estilo YPF?
No estoy de acuerdo, el Estado no tiene la capacidad técnica ni operativa. En Argentina el primer político que entra te mete mil personas de acomodo y te arruinó el negocio. Ha pasado con Sierra Grande, Río Turbio y se han fundido todas.
¿Codelco o Vale no fueron empresas exitosas?
Sí, pero han tenido independencia. En Codelco te aseguro que te tienen re cagando. Despiden a la gente como nadie, tienen leyes especiales. Cuando Allende la expropió ya tenía una estructura de funcionamiento altamente eficiente. Había personal chileno altamente capacitado. Y cuando cayó en manos de Pinochet la enderezó mucho porque la plata de Codelco iba a parar al Ejército.
Ahora que estamos entrando en campaña. ¿Qué le recomendaría a algún candidato si le pide un plan minero?
Reglas claras. Volver a las leyes de Menem de ley de inversiones mineras que le metieron mil parches. Meter algún incentivo más. Porque lo importante es que vengan. Una vez instaladas no se van más, no es una industria sobre el rédito. El ejemplo a no seguir fue el caso de Vale en Mendoza. La mandaron a hacer un ferrocarril para sacar el mineral al puerto y los dueños de los campos le pedían millones de dólares por cada terreno. Ahí tiene que ir el Estado y garantizarle la expropiación de los terrenos, hacerle el ferrocarril. Después se lo cobras con una tasa razonable y no perdes nada. Si esto hubiera salido tendrías siete mil personas trabajando y una inversión de veinte mil millones de dólares. Pero con estos problemas Vale se fue, si puede conseguir potasio en todos lados. Hay potasio hasta debajo de la cama.
¿Qué capacidad de exportación se podría alcanzar con reglas claras?
Hay que serle sincero a la gente, durante los próximos tres años hay que incentivar las exploraciones y el intercambio de información para entusiasmar a los inversores. Recién en 2021 podríamos empezar a ver resultados. En minería se trabaja a 20 años, ahí podríamos llegar a veinte mil millones de exportaciones anuales. Es un número similar al que podría llegar Vaca Muerta y la mitad del complejo sojero hoy.
(Archivo junio 2018)
MINING PRESS
Habló el titular de la Cámara Minera, Jaime Bergé: "Es bueno para las decisiones globales de inversión, tal vez no define si una mina se pone en marcha o no" dijo.
Mucha es la expectativa en el mundo de negocios que generó la vuelta de Argentina a los "mercados emergentes" que más allá de las cuestiones técnicas apunta básicamente a poner al país entre aquellos donde los inversores vuelven a mirar con buenos ojos a la hora de tomar decisiones.
Uno de los nichos de negocios que mejor se posiciona es el minero, que claramente necesita de estas señales de mercado para la toma de algunas decisiones.
Diario de Cuyo habló con el presidente de la Cámara Minera de San Juan, Jaime Bergé, sobre cómo queda parado el sector ante la notic ia originada en los EE.UU: "Necesitamos mínimo 4 o 5 buenas noticias, ésta es una de ellas. Por sí sola, no va a resolverle ningún problema a la minería ni a nadie. Igual es muy positiva, que tu país este en emergente y ya no en fronterizo, es bueno para las decisiones globales de inversión" explicó.
Y agregó: "Tal vez no define si una mina se pone en marcha o no, pero sí en las decisiones de aquellas carteras de inversión donde dicen por ejemplo ‘mirá en Uganda no invirtamos porque es peligroso, pero mirá Argentina ha ascendido’. Pasamos a integrar una posibilidad de intención".
Bergé subrayó que "es un paso importante, pero el paso es generar condiciones de inversión en el país. Ante todo tiene que ser un negocio, habiendo un negocio, las posibilidades de inversión son altas. Entre otras, tiene que haber una paridad entre el dólar y el peso, previsibilidad, ni más ni menos".
Aunque cada rasgo común tiene características diferentes en cada uno de los mercados emergentes y, por lo tanto, necesita un análisis contextualizado, todos ellos comparten características esenciales, como las siguientes:
Concentran una importante parte de la población mundial: son un gigantesco mercado con un enorme potencial de consumo gracias a su rápido desarrollo económico. Esas circunstancias los convierten en atractivos para empresarios e inversores de todo el mundo.
Internacionalización de sus economías: en dos sentidos, tanto con una mayor presencia de sus empresas en el exterior e importancia de sus exportaciones como por las inversiones extranjeras y su atractivo como mercado de destino. Una globalización que en muchos de ellos también influye en una apertura democrática.
Riesgo de inestabilidad política: Si por un lado son países que hacen esfuerzos constantes para mantener su estabilidad política, precisamente por ello, en la cruz de la moneda también existe el riesgo de inestabilidad e inseguridad jurídica. Según Marc Garrigasait, gestor del Koala SICAV, cuestiones como la estabilidad política, las alianzas internacionales y las trabas a nivel operativo y fiscal son elementos diferenciadores entre las distintas economías emergentes que conviene tener en cuenta a la hora de decidir una inversión o mercado de destino.
Crecimiento en contextos de incertidumbre: Aunque entre los distintos países se observan una mayor o menor regularidad en las tasas de crecimiento, en muchas ocasiones cuando se produce de forma acelerada lo hace dentro de un contexto cíclico e irregular que provoca incertidumbre. También hay que tener en cuenta la desaceleración de algunas economías emergentes, como ha ocurrido en determinados países europeos, asiáticos o latinoamericanos, si bien son casos puntuales que no implican que las regiones en las que se incluyen sigan mostrando un comportamiento dinámico. Por lo general, el crecimiento medio seguirá siendo mayor que el de buena parte de los mercados desarrollados.
Tasas de inversión industrial demasiado bajas: Las tasas de inversión industrial demasiado bajas y la inestabilidad social son otros signos distintivos que no sólo lastran el avance, sino que también impiden un normal funcionamiento en sectores que no sean las materias primas, concluye Aglietta.
Indicadores de la política monetaria: Indicadores como la evolución del PIB, la balanza de pagos y la inflación son esenciales para el funcionamiento de su política monetaria.
Volatilidad monetaria: La monetaria les hace vulnerables por carecer de liquidez en sus activos, propiciando desaceleraciones y cambios bruscos cambios que, lógicamente, desalientan las inversiones.
Gran potencial de crecimiento: En general, el gran potencial de crecimiento basado en la progresiva industrialización, con ritmos muy distintos que pueden llegar a resultar extremos e invitar al pesimismo, como en el caso de Brasil.
Falta de una clase media fuerte: Otro denominador común es la falta de una clase media fuerte que permita un crecimiento sostenido. Su falta también lleva a una inestabilidad política. Superar este problema es uno de sus mayores desafíos.