La búsqueda de gas y petróleo cayó un 25% con respecto a diciembre
VICTORIA TERZAGHI
Un nuevo informe sobre la evolución de la cantidad de etapas de fractura que se realizaron en Vaca Muerta, una medición que sirve para graficar como un electrocardiograma el nivel de actividad de la formación, reveló que, pese al cambio de gobierno, la actividad en la búsqueda de gas y petróleo sigue en baja e incluso cayó un 25% con respecto a diciembre.
En total, durante enero se realizaron 346 etapas de fractura en pozos de Vaca Muerta, lo cual en promedio representa que no se fracturaron mucho más de nueve pozos en todo el mes y entre todas las operadoras.
De acuerdo al informe elaborado por Luciano Fucello, el country manager de la firma NCS Multistage, en diciembre, esa cantidad había sido de 467 etapas, bastante lejos de las 676 que se registraron en agosto, en el último mes en el que los planes de las empresas no estuvieron impactados por la crisis que se desató con el resultado de las elecciones PASO y las medidas adoptadas en los días siguientes.
Los guarismos reflejan, además, que en comparación con enero del año pasado, la actividad también es un 18,5% menor, dado que en ese mes se habían realizado 425 etapas de fractura.
Dos datos se destacan sobre la actividad de fractura en enero. Por un lado, sólo cuatro empresas tuvieron actividad, marcando que la mayoría de las firmas mantiene sus planes en una larga pausa de wait and see. Pero por el otro lado, en una especie de yin y yang, YPF marcó una fuerte caída en su actividad, mientras que Vista Oil&Gas volvió a perforar pozos luego de muchos meses en espera.
Durante enero, las cuatro empresas que realizaron fracturas en sus pozos fueron YPF con 179, Vista con 98, Pan American Energy (PAE) con 56 y Shell con 13. En el caso de YPF, ese nivel de actividad es un 42% menor que el registrado en diciembre, cuando se realizaron 309 etapas de fractura.
Esta baja de actividad se debe en gran medida a un efecto estacional, pues en esta época de calor poco se trabaja en la producción de gas natural y ya en enero del año pasado la petrolera de bandera había estado por debajo de las 150 etapas de fractura.
En el caso de Vista Oil&Gas, la reactivación de sus actividades de perforación es alentadora. La firma de Miguel Galuccio fue una de las primeras en frenar todos sus desarrollos cuando se instauró el congelamiento del barril y las naftas del DNU 566, a mediados de agosto.
Pero ahora la operadora volvió a la carga con su plan para realizar su tercer pad a Vaca Muerta en el área Bajada del Palo Oeste. Según se supo, la firma, que ya realizó 98 etapas, tiene previsto realizar cerca de 180 para conectar un nuevo grupo de pozos.
Esta nueva caída en la cantidad de etapas de fractura, refleja como el electrocardiograma, que Vaca Muerta sigue complicada. Mientras no se han dado señales claras de cómo serán las políticas energéticas del nuevo gobierno, a pesar de que ya lleva dos meses en funciones, varias firmas de servicios especiales comenzaron una lenta retirada del país.
Estas empresas de servicios especiales son las que realizan precisamente las etapas de fractura y son, por ello, unas de las más afectadas por el parate que imprimieron las operadoras.
Schlumberger fue una de las firmas que más redujo su presencia en Vaca Muerta, impulsada también por un recorte global que realiza. Otras firmas han tenido que suspender trabajos porque se han encontrado con trabas en la importación de equipos, mientras que al revés, otras firmas del rubro comenzaron a repatriar sus torres y bombas hacia los Estados Unidos.
La cara humana de estos movimientos empresariales, y bajo tierra, está en los trabajadores del sector que son los más afectados por despidos y suspensiones. Y es que en gran medida los números están sobre la mesa, y evidencian que en este primer mes del año, la actividad en Vaca Muerta cayó a menos de la mitad (-51%) que la registrada en febrero del año pasado cuando el shale llegó a su récord de trabajo.
FABRICIO ÁLVAREZ
El mejor escenario para las pymes es retornar a los niveles de actividad previos al congelamiento. La crisis siguen golpeando a las pequeñas empresas. Optimismo tras la reunión con el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación Matías Kulfas.
El mejor escenario para este año sería volver a los niveles de actividad que había en agosto”, sostuvo Gonzalo Echegaray, representante de Relaciones Institucionales de la Cámara Empresarial de la industria Petrolera y Afines del Neuquén (Ceipa).
El impacto del congelamiento golpeó fuerte a las pymes, no solo por la caída de la producción en Vaca Muerta, también por el atraso en la cadena de pago que hoy llega hasta 120 días. “Antes del congelamiento los cheques era a 30, 45 días, hoy el piso es 45 y llegan a 120 días”, agregó Echegaray.
Si bien desde noviembre, tras el fin de la medida, hubo una pequeña reactivación, las pymes regionales mantienen una crisis muy profunda.“Para que te des una idea, algunas empresas solo cumplen con el pago de sueldos. Muchas no están pagando los aportes patronales, le están debiendo al fisco porque no puede con el ahogo financiero”, explicó Echegaray.
El representante de Ceipa, agregó que se necesitan medidas de fondo para mejorar la situación de las pymes neuquinas. Una de las principales dificultades que tienen las empresas locales es participar de las licitaciones.
“Es difícil que califiquen e inviten a las pymes a las licitaciones. Creo que ese es un punto a mejorar”, indicó Echegaray. Otro punto, que se viene discutiendo hace tiempo, es el financiamiento y del capital de trabajo. Algunas empresas solo cumplen con el pago de sueldos. Muchas no están pagando los aportes patronales”.
A pesar de la crisis que atraviesa el sector, Echegaray indicó que hay buena expectativas de una reactivación. “Estamos esperando que se definan políticas.Aspiramos a terminar el año con el nivel de actividad que había en agosto, antes del congelamiento. Después quedan tres años de gestión del mismo gobierno lo que debería consolidar el crecimiento”, detalló.
El representante de Ceipa también se refirió a la reunión entre representantes de Federación de Cámaras del sector Energético de Neuquén y el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas.
La Federación de Cámaras del sector Energético de Neuquén, la integran Capespe, Ceipa, y Acipan, nuclean a 400 empresas, y en conjunto suman 18.500 trabajadores directos.
Uno de los pedidos de los representantes de las cámaras fue la inclusión de algunas políticas específicas en la nueva ley de hidrocarburos.
El congelamiento generó una merma en la actividad y productividad de la Cuenca Neuquina. Desencadenó en cientos de suspensiones y despidos y una gran cantidad de baja de equipos.
“La expectativa es que la actividad mejore los niveles de producción. Es importante que se presenten proyectos de desarrollos masivos y aumente el nivel de inversión”, aclaró Echegaray.
La esperanza de un futuro más promisorio para las pymes está puesto en la próxima ley de hidrocarburos. Si bien todavía no llegó al Congreso y poco se sabe de los detalles sobre la letra chica, desde las cámaras confían que el gobierno tomará en cuenta la “necesidad” de mejorar el escenario político para las pequeñas y medianas empresas que prestan servicio a la industria hidrocarburífera.
“Es importante que los cambios que necesita el sector queden reflejados en la nueva ley de hidrocarburos”, deslizó Gonzalo Echegaray. El diputado nacional neuquino Darío Martínez adelantó que habrá un capítulo enfocado en fortalecer la actividad de las empresas.
El objetivo es incrementar la participación como proveedoras de obras, servicios y bienes a la industria petrolera.
El diputado neuquino , que formó parte de la reunión que se desarrolló el martes en Buenos Aires, que podría estar al frente de la comisión de Energía. En los próximos días se estima que llegará el proyecto tan esperado por toda la industria petrolera.