El sentimiento del mercado se ha deteriorado por temor. Las acciones, los rendimientos de bonos y las materias primas han caído al unísono
El coronavirus sigue siendo el problema clave que enfrentan los mercados. El número de casos en China continúa aumentando bruscamente mientras que hace poco se confirmó la primera infección de persona a persona en los Estados Unidos. Rusia ha cerrado su frontera terrestre con China. A medida que las empresas y los gobiernos toman medidas para evitar la propagación del virus (como cancelar los viajes de vacaciones y cerrar tiendas y plantas de producción), el impacto económico a corto plazo será más pronunciado.
Los movimientos de los mercados sugieren una creciente preocupación de los inversores por las perspectivas de crecimiento, especialmente en aquellos países y mercados con mayor exposición a China. Las acciones asiáticas continuaron cayendo ayer, con el Hang Seng cayendo un 2.6%, luego de una caída de tamaño similar el día anterior, y el Nikkei cayendo un 1.8%. Los puntos de referencia chinos permanecen cerrados para el Año Nuevo Lunar, aunque el mercado de Taiwán reabrió ayer y terminó con una caída del 5%.
Los productos básicos siguen siendo muy débiles, en consonancia con los precios del mercado en una perspectiva de crecimiento cada vez peor. El cobre ha caído más del 9% este año (habiendo caído durante 12 sesiones consecutivas), el níquel 11% y el petróleo crudo Brent 13%. El USD más fuerte de este año se ha sumado a la presión a la baja sobre las materias primas. Bloomberg informó que Arabia Saudita quiere adelantar la reunión de la OPEP + de marzo a febrero, probablemente para respaldar los recortes de suministro para apoyar los precios del petróleo, pero Rusia se ha resistido hasta ahora, publicó Interest.nz
Una histórica racha es la que está cosechando el cobre con la seguidilla de caídas consecutivas que lleva como causa del coronavirus y su impacto que puede generar en la economía china y global.
A esta hora, el precio futuro a tres meses del metal cae 0,25%, quedando bajo los US$ 2,55 la libra y completando su baja número 12 de forma consecutiva. De acuerdo a lo reportado por Bloomberg, esta es la peor racha en más de 30 años, es decir, desde que se tienen registros.
La propagación del virus por China y otros países ha generado temor en el mercado y el posible impacto económico global, el cual anticipan que podría ser superior al virus del Sars en 2003.
El impacto del cobre además repercute en el valor del dólar en el mercado chileno, el cual se aproxima con fuerza a los $ 800.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dio a conocer este jueves las principales conclusiones del Informe de Tendencias del Mercado Internacional del Cobre, correspondiente al cuarto trimestre de 2019, que contiene las proyecciones de la institución sobre precio del cobre, demanda y oferta del metal para los años 2020 y 2021.
Cochilco informó que, para este año, proyecta un precio promedio de US$ 2,85 la libra, lo que implica un alza de US$ 0,13 respecto del cierre de 2019, que fue de US$ 2,72 la libra. Mientras que para 2021, la comisión también prevé un aumento, llegando a un valor promedio del commodity de US$ 2,95 la libra.
El director de Estudios y Políticas Públicas (s), Víctor Garay, explicó que Cochilco pronostica un alza del precio del cobre para este año, respecto de la actual cotización, dada la mayor estabilidad económica mundial generada tras el acuerdo comercial suscrito entre Estados Unidos y China, pero que la velocidad de recuperación dependerá del cumplimiento de dicho acuerdo; así como del crecimiento de la economía asiática. Agregó que a este contexto hay que sumar nuevos factores que generan incertidumbre en el mercado, como lo son la actual tensión geopolítica entre Estados Unidos e Irán, y el surgimiento del coronavirus en China.
"Sin perjuicio de que existen ciertos hechos -que tienen que ver con el consumo- que están ocurriendo a nivel global y que naturalmente tienen efectos en la economía nacional, Cochilco prevé para los próximos meses una mejor proyección del precio del cobre, es decir, un mayor consumo de éste y otros minerales. Considerando las macrotendencias económicas, como la electromovilidad, las ERNC, entre otras, el cobre y otros minerales seguirán siendo fundamentales, por lo tanto, el sesgo al alza que se vislumbra para 2021 es una buena noticia para el país", señaló el subsecretario de Minería, Ricardo Irarrázabal.
Respecto de la situación de demanda de cobre mundial, garay señaló que durante 2019 no se registró crecimiento, pero que para el periodo 2020-2021 se prevé una lenta recuperación.
"Esta pausada mejoría se produciría pese a que factores coyunturales como el coronavirus en China y la tensión entre Estados Unidos e Irán que están generando inestabilidad en el precio. Para el mediano plazo se prevé un contexto económico más estable tras el acuerdo comercial suscrito entre Estados Unidos y China, así como expectativas de un nuevo acuerdo que eventualmente eliminaría los aranceles impuestos por Estados Unidos, permitiendo avanzar hacia un creciente grado de normalización de flujos comerciales globales, la principal fuente de crecimiento de los consumidores del metal. A esto se suman las crecientes restricciones a las importaciones de chatarra de cobre por parte de China, conjuntamente con la continua expansión de la capacidad de fundición", explicó.
En relación a la oferta mundial del cobre, el experto de Cochilco señaló que el año pasado la producción mundial de cobre se expandió 0,8% debido a la baja productiva en Zambia, Indonesia y en menor medida en Chile. Para el periodo 2020 y 2021 de prevé una recuperación de la oferta de 1,1% y 2,6%, respectivamente, siendo Zambia, Indonesia y Perú los aportantes más relevantes de esta nueva oferta de cobre.
El reporte de Cochilco indica un alza de la demanda de cobre de China de 1,2% para los 2020 y 2021.
En el caso de Chile, se prevé que la producción de cobre llegue a 5,87 millones de toneladas en 2020, esto es 1,5% más que el año anterior; y a 5,91 millones de toneladas en 2021, lo que representa un alza de 0,7%.
Respecto al balance mundial del mercado del cobre, Víctor Garay explicó que "durante 2019 predominó una condición de ligero superávit de cobre, de 50 mil toneladas, equivalente a un día de consumo global. Para 2020 se prevé una condición de déficit, inducida tanto por la recuperación de la demanda global de metal, el lento crecimiento de la oferta y una menor producción de cobre secundario, proveniente del procesamiento de chatarra. Esta condición de mercado se revertirá en 2021 cuando se produciría un superávit de 88 mil toneladas".
Los precios del oro subían levemente el viernes, en camino a anotarse su mayor avance en los cinco últimos meses, por temores a que el brote de coronavirus provoque una desaceleración económica pese a la confianza de la Organización Mundial de la Salud de que podrá ser controlado.
Los futuros del oro en Estados Unidos declinaban un 0,6%, a 1.580,10 dólares.
"Aunque vimos una cierta mejora en los datos económicos y el comunicado de la OMS (mostró confianza en China) (...) aún deben obtener una vacuna para el coronavirus", dijo Vandana Bharti, de SMC Comtrade. "Hay un temor subyacente y las bajadas serán usadas como una oportunidad para comprar".
"En este momento (el impacto por el virus) no es algo que la economía china pueda esquivar. Afectará al crecimiento, pero pasará un tiempo hasta que podamos calcular con detalle la magnitud", dijo Ilya Spivak, estratega de DailyFx.
En otros metales preciosos, el paladio perdía un 0,4%, a 2.302 dólares la onza. Los precios se encaminan a una ganancia del 18% este mes, el mejor desde noviembre de 2016, aunque han perdido un 5,5% esta semana.
La plata ganaba un 0,2%, a 17,86 dólares, con una mejora del 1,1% en la semana, la peor desde la que terminó el 6 de diciembre. El platino bajaba un 0,1%, a 976,63 dólares, acumulando un declive semanal de 2,5%, el más acusado desde principios de noviembre.
Los precios del oro se sostendrán por encima de los 1.500 dólares la onza este año y anotarán modestos avances en 2021, ya que bajas tasas de interés e incertidumbre geopolítica impulsarán su atractivo, mostró un sondeo de Reuters.
Al lingote tradicionalmente se le considera un depósito seguro de valor en tiempos de incertidumbre y se populariza más cuando otros activos ofrecen bajos retornos.
En 2019, el oro al contado se disparó un 18%, su mayor incremento anual desde 2010, con una economía global impactada y la respuesta de los bancos centrales de aliviar las políticas monetarias.
El metal ahora avanza hacia los 1.600 dólares y a máximos desde 2013 ante un brote de coronavirus en China que amenaza con alterar la actividad económica.
La predicción para 2020 es de 9 dólares más que en un sondeo similar realizado hace tres meses y se compara con el precio promedio de 1.394 dólares del año pasado.
"El oro ha restablecido su status de refugio", afirmó Suki Cooper, analista de Standard Chartered. "Esperamos que el lingote pruebe máximos de siete años en 2020, aun cuando anticipamos que la Reserva Federal no realizaría cambios en el año".
La Fed concluye el miércoles una reunión de dos días y se espera que no anuncie cambios en su política monetaria. En 2019, el banco central estadounidense rebajó tres veces los costos del crédito.
