La industria argentina está autorizada a usar muchas sustancias químicas que se le prohíben sólo a la minería mendocina
“Precaución: mantener fuera del alcance de los niños y de mascotas. Lea atentamente la etiqueta antes de utilizar el producto” .
¡Peligro! Corrosivo, no mezclar con ácidos u otras sustancias químicas. Se pueden provocar reacciones violentas. ¡Cuidado! Dañina o fatal su ingestión. Causa quemaduras graves en la piel. Causa daños irreversibles en los ojos. Puede causar ceguera. Puede causar quemaduras severas en el tracto digestivo. Irritante del aparato respiratorio. Use equipamiento de protección adecuada, guantes y mascarilla. ¡Peligro inflamable! Contiene hidrocarburos. Mantener lejos del fuego. Lave su ropa antes de volver a usarla. No fumar, ni comer ni beber mientras se utiliza… y varias fuertes recomendaciones más, terminando con un montón de números y centros de contacto en caso de intoxicación.
Como se puede ver, esta sustancia es bien brava y puede dañar seriamente o matar a quien no sabe utilizarla correctamente, por lo que desde el punto de vista de seguridad y para el ambiente, debería ser adquirida en alguna droguería presentando D.N.I. y la constancia de haber aprobado un curso instructivo para su manejo.
Contra lo que parece, es un producto en aerosol de venta libre que puede adquirirse en cualquier supermercado, ya que se trata de un común limpiahornos y lleva la figura de un señor muy musculoso…
Lo que quiero puntualizar aquí es que muchas sustancias de uso común en nuestros hogares son peligrosas como el lustra muebles, líquidos para el lampazo, detergentes, lavandina, fertilizantes, venenos para hormigas, etc.
Muchas también son las sustancias químicas que utiliza nuestra industria argentina para realizar innumerables procesos, están autorizadas y nuestra autoridad ambiental ha dictado planes de manejo para su fabricación, traslado y utilización.
Sin embargo, a la minería solamente en Mendoza se le prohíbe “expresamente” la utilización de “toda sustancia contaminante… ” en cualquiera de sus etapas ya sea de prospección, exploración o explotación.
La movilización de diciembre pasado en contra de la minería metalífera ha logrado que Mendoza entierre, renuncie o se olvide de los recursos metalíferos que se encuentran en nuestro territorio indefinidamente, con el supuesto de que nuestros profesionales y técnicos egresados de prestigiosas universidades nacionales, no saben cómo manejar o controlar una sustancia peligrosa.
Un absurdo total ya que, como vemos, con un simple instructivo puede utilizarse libremente un producto fuertemente tóxico en nuestro propio hogar.
*Geólogo Consultor