Con un retroceso del 3,6%, muestra su peor comportamiento semanal desde agosto de 2018
Las bolsas internacionales también han padecido por la situación que afecta a China, con bajas a las que se plega el Ipsa. El cobre cerró con su quinta caída consecutiva en los mercados internacionales, en medio de la creciente preocupación global de los inversionistas por el impacto de la expansión del mortal coronavirus desde el corazón de China. Con esto, entre lunes y jueves acumulaba un retroceso de 3,6%, lo que ya califica como su peor desempeño semanal desde el 17 de agosto de 2018.
Los mercados de materias primas chinos cerraron con una nota amarga la última sesión antes del Año Nuevo Lunar, en medio de la suspensión de los viajes a y desde Wuhan, el epicentro del brote del nuevo virus, que ha provocado la muerte de al menos 17 personas y disparado medidas de contención en aeropuertos en todo el mundo.
En ese contexto, el metal rojo terminó la sesión de ayer en US$ 2,74 por libra en la Bolsa de Metales de Londres, con un descenso de 0,88% desde el cierre de ayer.
De acuerdo con Bloomberg, los inversionistas en sectores vinculados a materiales y alimentos han castigado los precios ante la incertidumbre sobre el impacto en cifras que se anticipa sobre la expansión del virus. Lo mismo ha pasado en lugares tan alejado como Europa, en el caso de firmas relacionadas con viajes y turismo.
Pero estos no han sido los únicos afectados. Ayer los tableros de los principales mercados internacionales quedaron teñidos de rojo, profundizando las bajas que se acumulan en la semana.
De hecho, con un -5%, el Ipsa es el que anota la caída más pronunciada entre lunes y jueves. En ese mismo periodo, las bolsas asiáticas también figuran entre las más afectadas, con un descenso de 4% en Hang Seng y de 3,77% en Shanghai. En Wall Street han logrado sobrellevar mejor el asunto, aunque sin esquivar las bajas.
Ned Rumpeltin, analista senior de TD Securities, planteó a Reuters “el coronavirus es un tema que se desarrolla lento pero sigue siendo muy importante para los mercados y podría durar meses, no sólo unos días”.
Por su parte, Simon Ballard, economista jefe de First, Abu Dhabi Bank, señala que “hay un grado notable de precaución por parte de los inversionistas”, precisando en un informe a sus clientes que “hasta que las cifras nos muestren otra cosa, esperamos que el coronavirus no se convierta en una repetición de 2003 y que cualquier venta de riesgo significativa será vista por los inversionistas como una oportunidad (selectiva) de compra”, agregó”.
El oro subió y alcanzó a media jornada del jueves, 23 de enero, su registro máximo de las últimas dos semanas, impulsado por el interés de los inversores por tomar posiciones en un activo refugio, después de la corrección sufrida por las bolsas estadounidenses a causa de la preocupación por los efectos del coronavirus.
La llamada crisis del coronavirus, desencadenada en China, ha sido el último motivo de preocupación en incorporarse a la inestabilidad geopolítica que está afectando a la economía mundial y, de paso, impulsando el precio del oro.
Como informan los medios de comunicación internacionales, hasta el momento han fallecido 25 ciudadanos chinos a causa de este virus, similar al de la gripe, que ha obligado a situar en cuarentena a la ciudad de Wuhan, de 10 millones de habitantes. No se descartan medidas similares en otras ciudades cercanas.
El virus amenaza con extenderse a otros países: de momento se ha identificado un caso en los Estados Unidos y otros en Singapur. El Departamento de Estado de EEUU ha aconsejado a los ciudadanos estadounidenses que tengan planeado viajar próximamente a las zonas afectadas de China que reconsideren su decisión.
Mientras, los mercados están muy pendientes de la evolución de la crisis, que puede añadirse a los otros factores de inestabilidad geopolítica internacional y afectar seriamente a la economía mundial.
La crisis ha impactado también en el mercado del petróleo, provocando el desplome del precio al mínimo de las últimas seis semanas: 55,30 dólares el barril. Por su parte, el Índice Dólar (que compara a la divisa estadounidense con el euro, la libra esterlina, el franco suizo, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense), ha subido, mientras que el oro ha reaccionado con nuevas alzas.
El oro cotiza estos días cómodamente por encima de su nivel de soporte, los 1.536,40 dólares la onza, y se acerca cada vez más a su próximo nivel de resistencia, que los analistas fijan en los 1.590 dólares.
De hecho, el metal ha superado en los últimos días otros dos niveles de resistencia, situados en los 1.568 y los 1.575 dólares la onza, elevando el nivel de soporte a los 1.546-1.551 dólares.
En cuanto a la plata, también se ha visto arrastrada por la subida del oro y se mueve entre un soporte de 17 dólares la onza y un nivel de resistencia de 18,95 dólares.
Oil Price
JULIANNE GEIGER
Daña su respiración, causa fatiga extrema y fiebre. Eso mata. Y más allá de eso, mantiene bajos los precios del petróleo al amenazar con sofocar la demanda de petróleo en uno de los mercados petroleros más grandes del mundo.
Es SARS CoV, más conocido como el coronavirus del SARS, y se perfila como el mayor enemigo del mercado petrolero este año. Y no hay cura.
El SARS, que significa síndrome respiratorio agudo severo , no solo es mortal, sino altamente contagioso, más contagioso de lo que se pensaba originalmente, y este miedo inspirado en el coronavirus ahora se ha extendido decisivamente al mercado del petróleo.
Con virus altamente contagiosos y mortales como el SARS CoV, el miedo gobierna el día. Ya sea por temor personal a que uno pueda contraer el virus, o si uno realmente lo contrae, el resultado es que las personas dejarán de viajar hasta cierto punto.
Incluso el temor de que las personas dejen de viajar es suficiente para provocar una depresión económica. Ya sea que uno contraiga el virus o no, es económicamente irrelevante, la mera percepción de que es una posibilidad crea ondas en la economía mundial a medida que las personas cambian los patrones de viaje, compras y comercio.
Los mercados petroleros están obsesionados con China, específicamente con la demanda de petróleo de China.
La demanda de petróleo estuvo a la vanguardia de todos los movimientos de precios a lo largo de 2019. La idea de una demanda amortiguada del segundo mayor consumidor mundial de petróleo supera incluso el riesgo geopolítico significativo, así como los cortes tangibles de la producción de petróleo, como los ataques a las instalaciones petroleras de Saudi Aramco en septiembre. y la actual interrupción casi completa de Libia de más de 1 millón de barriles por día.
Uno puede ver el consumo de petróleo de China, en 13.5 millones de bpd en 2018 , como muy inferior al de Estados Unidos, que consumió 20.5 millones de bpd ese mismo año. Entonces, ¿por qué tanto alboroto en China? ¿Seguramente la demanda estadounidense movería los mercados más que China? Pero es el crecimiento de la demanda de petróleo lo que mueve los precios, y el crecimiento de la demanda de petróleo de China (y también el de India) es mucho mayor que el de Estados Unidos. De hecho, la demanda de petróleo de China ha estado creciendo a una tasa anual del 5,5%, mientras que la demanda de petróleo de los Estados Unidos ha estado creciendo un 0,5%.
Y la mayoría de lo que utiliza China, importa, agregando otra capa de influencia del mercado a la mezcla.
Ni siquiera la OPEP y su quijada para anunciar su destreza en el recorte de la producción de petróleo pueden eclipsar las noticias negativas sobre lo que ya es la desaceleración del crecimiento de la demanda de China.
Y de todas las amenazas a la industria petrolera que la gente esperaba en 2020, nadie lo vio venir: el virus que arrasa China a tasas sin precedentes está afectando la demanda de petróleo de China más de lo que nadie podría haber esperado.
Todos los aspectos de la economía llegan al mercado petrolero. Pero cabe destacar el efecto que el virus podría tener en los viajes, lo que afectaría los viajes aéreos y los viajes por carretera, afectando el consumo de combustible y gasolina. Y con los suministros persistentes y robustos que merodean en el mercado hoy en día, la escasa demanda no podría llegar en peor momento.
Todo esto en un momento en que el mercado petrolero tenía la esperanza de un aumento en la demanda gracias a las vacaciones del Año Nuevo chino que generalmente experimentan un aumento en los viajes y regalos.
Frente a este impacto percibido y real de la demanda, la OPEP será principalmente impotente, incluso con la pérdida de un millón de barriles diarios de Libia y la sobreproducción de Arabia Saudita.
El CoV del SARS podría tener el mismo efecto en el mercado petrolero que el brote original del SARS en 2002, que registró un descenso del precio del petróleo del 20%.
Goldman Sachs dijo que si imita el último shock de suministro inducido por virus, el mercado petrolero podría ver una caída de 260,000 barriles por día en el mercado global de demanda de petróleo, de los cuales 170,000 bpd serían en forma de combustible para aviones.
Esta pérdida, pronosticó Goldman a principios de esta semana, podría hacer que los precios del petróleo caigan $ 2.90 por barril, pero los precios del petróleo ya han caído más de $ 4.50 por barril solo en los últimos días, con el índice de referencia Brent cayendo a $ 61.41 el jueves desde $ 65.95 el lunes . Y esto a pesar de los importantes cortes de producción de petróleo en Libia.
Las ramificaciones del nuevo virus ya se están imponiendo, interrumpiendo la vida cotidiana. Relacionado: los costos de hidrógeno podrían establecerse en un 50%
En China, los estrenos de películas se han retrasado, las atracciones turísticas, incluida la popular Ciudad Prohibida, están programadas para cerrar este fin de semana, y la gente ya está cancelando los planes de viaje, según el New York Times.
La pregunta no es si el virus deprimirá la demanda de petróleo; más bien, la pregunta es cuánto deprimirá la demanda de petróleo. Y es difícil determinar el verdadero efecto, porque China no es necesariamente transparente en cuanto a cómo está progresando el virus, y el New York Times sugiere que Beijing está borrando información que no afecta a la línea del país.
Lo que sí sabemos es que el jueves, China suspendió oficialmente los viajes hacia y desde otras ciudades cercanas a Wuhan, la ciudad de origen.
Las restricciones de viaje afectarán a decenas de millones de personas. También se han suspendido vuelos, trenes, autobuses, trenes subterráneos, transbordadores y automóviles de alquiler, todo lo cual tendrá un efecto inmediato en el consumo de combustible.
El número de muertos por el virus ahora ha subido a 18, con 600 infectados.
Ámbito
Las acciones abrieron en franca caída debido a la diseminación del virus pero luego redujo pérdidas cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que aún es "demasiado pronto" como para lanzar una emergencia internacional.
"Las acciones se recuperaron luego que la OMS no declaró una crisis mayor", dijo Karl Haeling, analista de la firma LBBW.
El índice industrial Dow Jones cedió 0,09% a 29.160,09 puntos mientras que el Nasdaq, de valores tecnológicos, ganó 0,20% y cerró en el puntaje récord de 9.402,48. El S&P 500 subió 0,11% a 3.325,54 puntos.
En el mercado de deuda, el rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años bajaba a 1,731% contra 1,769% del miércoles.
China decretó una cuarentena el jueves en dos ciudades con millones de habitantes que están en el epicentro de un nuevo brote de coronavirus que acabó con la vida de 17 personas y ha infectado a casi 630, mientras autoridades sanitarias intentan impedir una pandemia mundial.
Operadores de casinos y hoteles como Wynn Resorts Ltd , Melco Resorts & Entertainment Ltd y Las Vegas Sands Corp, que obtienen una gran parte de sus ingresos en China, llegaron a bajar entre un 1% y un 4,2%.
Las acciones de aerolíneas retrocedieron en general. Southwest Airlines Co llegó a restar un 0,7% tras reportar un declive del 21% en sus ganancias del cuarto trimestre por costos relacionados con el Boeing 737 MAX. American Airlines Group Inc perdía hasta un 2,9% pese a reportar beneficios mejores de lo esperado.
El temor a que el virus afecte a la economía global hizo caer a los mercados bursátiles desde los récords máximos alcanzados esta semana, incluso a pesar de que los reportes de ganancias de las firmas estadounidenses han estado en general en línea con las expectativas.
Las acciones europeas cayeron este jueves por cuarta sesión seguida, debido a que la preocupación por la propagación del coronavirus en China creó incertidumbre sobre potenciales consecuencias económicas.
El índice paneuropeo STOXX 600 cayó un 0,7%, su peor sesión en lo que va del año, con las empresas expuestas a China -como mineras, compañías aéreas, hoteles y fabricantes de artículos de lujo- sufriendo profundas pérdidas.
En ese marco, la bolsa de París cedió 0,6% a 5.971,79 puntos; Fráncfort bajó 0,94% a 13.388,42 puntos; Londres perdió 0,8% a 7.507,67 puntos; Milán apenas sufrió cambios y cerró en 23.707,05 puntos; Madrid descendió 0,6% hasta los 9.518,50 puntos.
A su vez, el sector bancario de la zona euro cayó un 0,5% después de que la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, mostró un tono algo más cauto de lo que algunos esperaban en la primera reunión de política monetaria de la entidad en el año. El BCE mantuvo las tasas estables y lanzó una revisión de sus políticas estratégicas.
Las preocupaciones de que el virus afecte la producción industrial en China pesaron sobre los principales exportadores europeos.
Sin embargo, analistas han planteado dudas sobre el impacto económico a largo plazo del virus, citando un rápido rebote en los mercados después de que los temores sobre una epidemia masiva como la del SARS en 2003 generaron una liquidación.
"Ciertamente está causando profundas preocupaciones en este momento", dijo Brian Beitner, socio gerente de Chautauqua Capital Management. "En este punto, no anticipamos que el coronavirus será tan devastador como el SARS".
Los indicadores de Asia sufrieron este jueves su mayor declive en casi 9 meses, a medida que se extiende la alarma entre los mercados financieros por la propagación de un nuevo virus en China.
Los papeles en China perdieron un 3,1%, su mayor descenso diario desde mayo, cuando las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de aplicar aranceles adicionales a Pekín sacudió a las bolsas. El índice referencial de Hong Kong cedió un 1,5% y el Nikkei de la bolsa de Tokio cayó un 1%.
Las aerolíneas fueron uno de los segmentos más afectados: las acciones de Air China, China Eastern Airlines y China Southern Airlines cerraron con pérdidas superiores al 3%.
Los mercados tambalearon ante la posibilidad de que el nuevo coronavirus se siga esparciendo en momentos en que millones de personas en China se preparaban para viajar por el Año Nuevo Lunar, cuyas celebraciones fueron finalmente canceladas.
El panorama complejo para las aerolíneas y un incremento en los suministros empujaban a los precios del petróleo a mínimos de siete semanas.
"Finalmente, el coronavirus es un tema que se desarrolla lento pero sigue siendo muy importante para los mercados y podría durar meses, no sólo unos días", dijo Ned Rumpeltin, analista senior de TD Securities.
Entre las principales monedas, el yuan se depreciaba a su menor nivel en dos semanas e iba camino a sufrir su mayor baja desde agosto. El yen avanzaba por tercer día consecutivo y ganaba 0,2% contra el dólar.
El oro y precios de los bonos del Tesoro estadounidense subían, luego de que China bloqueara los viajes desde y hacia Wuhan, la ciudad donde fue detectado primero el coronavirus.