La comunidad de Santo Domingo, en la puna jujeña, contará con un centro de interpretación que resguardará restos arqueológicos hallados durante la explotación minera Chinchillas.
El espacio, destinado a turistas, estudiosos y público en general, se emplazará en una zona donde se desarrolla el proyecto, por lo que “podrá contar con historia arqueológica e histórica del área respecto a la explotación minera en cada etapa”, según se explicó.
La firma Pirquitas construirá el centro que se terminaría en un plazo de un año gracias al aporte económico de la empresa.
Tras un acuerdo, el Ministerio de Cultura y Turismo provincial se encargará de la administración del proyecto y para la ejecución de la obra se espera la contratación de mano de obra local, revalorizando las técnicas constructivas del lugar, detalla el convenio.
El Centro de Interpretación seguirá un guion diseñado por especialistas en el tema y con el valor museográfico necesario.
Para sus impulsores la institución espera convertirse en “una referencia turística de la zona para los jujeños y turistas que quieran conocer un poco más de la provincia”.
Para la empresa Pirquitas, el paso “es muy importante por la vida que tiene la mina y por el futuro de las comunidades locales alentando en ellas un crecimiento sustentable y sostenible”.
Para el NOA, Chinchillas es la única mina con una proyección importante en la producción de plomo, plata y zinc, y es la continuación de Mina Pirquitas.
El yacimiento, en el departamento Rinconada, es explotado por la empresa SSR Mining.
El proyecto está situado a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar y a 300 kilómetros de distancia de San Salvador de Jujuy y se estima una producción de 4.000 toneladas de mineral por día.
SSR Mining es una compañía minera con sede en Canadá y tiene a su cargo la operación del proyecto como parte de un acuerdo conjunto con Golden Arrow Resources Corporation, y con una inversión de 80 millones de dólares.
Uno de los poblados prehispánicos que se distribuyen a lo largo de la Quebrada de Humahuaca es el Pucará de Tilcara. El sitio se encuentra emplazado en la parte media de esta región, sobre un cerro de 70 metros de altura ubicado en la margen izquierda del Río Grande.
Ocupado a fines del siglo VIII después de Cristo y el momento de contacto hispano - indígena (siglo XVI d.C.), el sitio presenta una gran concentración de estructuras arqueológicas distribuidas a lo largo de más de 8 hectáreas de superficie. Estas estructuras, de las cuales principalmente se visualizan solo los muros y cimientos, son parte de las antiguas viviendas, talleres, plazas, tumbas y espacios ceremoniales de los antiguos pobladores.
Con senderos turísticos refuncionalizados se articula todo el escenario arquitectónico vinculando los distintos sectores de ocupación del sitio. A través de ellos se puede acceder a las áreas de entierro y los corrales que se encuentran segregados de los espacios de habitación.
Es un sitio de gran valor arquitectónico y urbano ya que da cuenta de la organización espacial de una ciudad prehispánica tardía y del modo de construir de sus habitantes.
El objetivo central de este proyecto es continuar avanzando en la puesta en valor de este poblado arqueológico, a partir de la utilización de técnicas de restauración arqueológicas, con materiales e insumos locales que por un lado permitan recuperar las técnicas tradicionales de construcción y al mismo tiempo integren la formulación e implementación de un plan de manejo de este sitio arqueológico, el cual constituye uno de los reclamos más sentidos de la comunidad de la región (turismo, sistema educativo, comunidades indígenas, entre otros).
El museo que funciona allí es un centro de investigación, docencia y extensión que debe a la vez atender otros requerimientos: de conservación, recuperación y restauración del patrimonio, de sistematización de sus archivos e inventarios, de acondicionamiento del espacio físico.