El gran volumen de productos básicos, como los minerales presentes en diversos países Latinoamericanos, resulta ser un atractivo importante para muchos inversionistas asiáticos, en particular el chino.
China estaría buscando garantizar el suministro de insumos y bienes esenciales para mantener y sostener sus altos niveles de crecimiento. El propósito sería también geopolítico: al crear dependencias económicas y plantar activos en cada país, China lograría ampliar y profundizar su esfera de influencia. Esta misma estrategia se puede ver repetida en el continente africano.
El enfoque chino en Latinoamérica se ha intensificado, esto se evidencia en que China realiza cada vez más cooperaciones con países Latinoamericanos, especialmente con Perú, Chile y Argentina.
La creciente internacionalización de las empresas chinas se inició en los años ‘90, pero cobró verdadero impulso después del año 2000. Un análisis de los datos disponibles muestra que entre el 2005 y el 2014, la Inversión Extranjera Directa “IED” de China en América Latina y el Caribe pasó de US $ 3.800 millones a US $ 109.500 millones.
Pero el impacto decisivo se produjo a partir del 2001, a través de una estrategia denominada “salir fuera”, cuando el gobierno chino formalmente instó a las empresas nacionales a invertir en el extranjero. El objetivo era que el país pudiera tener mayor alcance en los mercados internacionales por parte de sus empresas, contando las mismas con una red diplomática y de financiamiento para este propósito.
El Banco de Exportación e Importación de China y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, emitieron unos circulares a través de los cuales se informaba sobre la importancia estratégica que IED china representaba para la exploración y extracción de recursos. Dejaban claro que dicha expansión al exterior constituía una prioridad dada la creciente escasez de recursos naturales en China.
Desde el 2005, las empresas chinas han invertido US$24.400 millones en el sector minero de América Latina, lo que representa el 22% de la IED del país en esta región y el 20% de la IED de China en minería en todo el mundo. Sin embargo, fue desde el año 2009 cuando comenzó el mayor aporte de IED de China en América Latina con una inversión de US $ 99.600 millones, alrededor del 90% del total de su IED en la región, siendo el cobre del sector minero en el Perú, el principal recurso sobre el cual se enfocaba interés chino, y en menor medida, la extracción de mineral de hierro y procesamiento de acero.
Cabe destacar que la IED de China dirigida a la minería, inició su aumento en el año 2007, pero incrementó de forma substancial a partir del 2014 hasta la actualidad. Esto se dio como resultado de la adquisición por parte de Minmetals del proyecto cuprífero de Las Bambas, en Perú.
Minmetals compró el proyecto a la Empresa Suiza Glencore por US$5.900 millones. Siendo el proyecto de Las Bambas, la mayor inversión de China en el sector de la minería en América Latina y una de las mayores del mundo. El proyecto tiene previsto producir 400.000 toneladas métricas de cobre por año, estimándose que la mitad de la producción de la mina será destinada a China. Con esta adquisición, las empresas chinas controlarán aproximadamente un tercio de todo el sector minero formal de Perú.
Por otra parte, y dado que el cobre es el principal receptor de la IED de China en el sector minero de la región, se estima que el 64% de las inversiones o US$15.500 millones van dirigidas a este recurso natural, con la mayor parte de esta inversión destinada al sector minero en el Perú con unos US$11.900 millones desde el 2005. En términos de recepción de IED chino, Ecuador ocupa el tercer lugar de la región con US$2.700 millones. Pero es Brasil el segundo mayor receptor de la inversión total de China en la minería, al alcanzar un total de US$4.400 millones a partir del 2014.
El especial interés por las inversiones en el campo del cobre por parte de China se debe a que este país es el mayor consumidor global de este recurso. Argentina resulta ser otro de los países que explota y aporta este esencial recurso, con un gran auge de las inversiones chinas en la minería argentina, las cuales buscan fomentar el desarrollo de proyectos que profundizan el estudio de la tierra y de los minerales de todo el territorio, demostrándose con casi 60 millones de toneladas de cobre fino que garantizan 10 proyectos de cobre en Argentina. También se presenta el aporte por parte de este país con otros recursos naturales como el oro, con 70 millones de onzas de oro y 1.200 millones de onzas de plata que representan una enorme oportunidad de cooperación y acuerdo entre ambos países.
Entre algunos de los más destacados proyectos que Argentina ofrece a China están Pachón, José María, Altar y Los Azules, en San Juan; Catamarca, en Agua Rica y Taca Taca en Salta.
La inversión china en la región ha llamado poderosamente la atención de diversos sectores de las poblaciones locales, así como de los EE.UU., los cuales temen que la influencia económica china en la región, progrese hacia una influencia política también.
En los próximos años de podrá determinar cómo la guerra comercial entre los EEUU y China habría afectado las inversiones de ambos países en la región y especialmente, cómo habría afectado el precio de los commodities que ambos demandan.
China produce más cobre que nunca pese a guerra comercial
Bloomberg
Las fundiciones en China están produciendo más cobre que nunca, pese a que las dificultades económicas y la guerra comercial nublan las perspectivas de la demanda.
Las fundiciones en China están produciendo más cobre que nunca, pese a que las dificultades económicas y la guerra comercial nublan las perspectivas de la demanda. La producción alcanzó un nuevo récord en octubre, con nuevos referentes tanto para la producción mensual como para la tasa de ejecución diaria, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas y cálculos de Bloomberg.
Las fundiciones produjeron 868.000 toneladas, superando el máximo establecido en diciembre de 2017. A nivel diario son 28.000 toneladas, un 17,9% más que el año anterior y superan el récord anterior de septiembre. Los precios del cobre no han logrado avanzar en 2019, ya que la desaceleración del crecimiento y el conflicto comercial de Estados Unidos y China aún no resuelto impactan el consumo.
No obstante los precios subieron el mes pasado por los rumores de que un acuerdo comercial podría estar cerca y por los disturbios sociales que sacudieron a Chile, el principal proveedor del mineral. La producción refinada de China ha aumentado pese a que los precios de tratamiento, un indicador de los márgenes de las fundiciones, se mantienen cerca de los niveles más bajos en casi siete años por la expansión de la capacidad interna.
Las fundiciones de zinc en la principal economía de Asia también mantienen la producción a niveles elevados.
La refinada fue de 548.000 toneladas en octubre, un 8,3% más que en el mismo mes del año anterior. La cifra iguala el nivel de septiembre, el mayor desde diciembre de 2017. Los precios del zinc pueden caer el próximo año a su nivel más bajo desde 2016 a medida que surgen excedentes, según Goldman Sachs Group Inc.
“La producción de fundiciones chinas ha sorprendido al alza”, dijeron analistas entre los que se incluye Mikhail Sprogis en un comentario el viernes. “El panorama de la demanda sigue decepcionando”. El cobre a tres meses registraba pocos cambios a US$5.854 la tonelada en London Metal Exchange el lunes, una caída del 1,9% en lo que va de año. El zinc ha caído un 3,5% en 2019 y se negociaba por última vez a US$2.380 la tonelada.
