FERNANDO CASTRO
Pluspetrol tiene en sus manos un área que podría convertirse pronto en la próxima insignia de Vaca Muerta. La Calera pasó de una producción cero a 1,6 millones de metros cúbicos diarios de gas y 500 metros cúbicos diarios de petróleo, y es donde la compañía hoy apuesta a un horizonte productivo de unos 1000 pozos durante la concesión.
En el contexto del Congreso de Producción y Desarrollo de Reservas 2019 del IAPG, en Mar del Plata, la empresa presentó una radiografía de La Calera con todo su potencial.
Germán Macchi, country manager de Pluspetrol, dio los detalles y planteó las grandes expectativas que generaron en la compañía los primeros pozos exploratorios.
Macchi señaló que a Pluspetrol le está costando unos 11 millones de dólares hacer un pozo no convencional en el área, pero al mismo tiempo dio importantes avances en la curva de conocimiento desde este año. En un año y medio, lleva invertidos 300 millones de dólares.
“Multipliquemos esto por cada una de las áreas en operación”, planteó a la hora de trazar la perspectiva futura de la formación shale, en un contexto en el que las empresas esperan las señales del próximo gobierno nacional en materia de políticas para el sector.
En La Calera, la operadora exploró la ruta de al menos cuatro landing points, esto es el área de “aterrizaje” de las perforaciones horizontales dentro de Vaca Muerta. “Ya hicimos 22 pozos, pero pensamos que podemos llegar a realizar mil, que es aproximadamente lo que todo Vaca Muerta ya hizo”, indicó.
“De los tres pad de pozos a los que nos habíamos comprometido, ya tenemos dos en producción. Y hemos perforado un par de pad más, de tres pozos cada uno. Ya tenemos cuatro pad de pozos, que vamos a poner en producción este año. Pasamos de cero a 1.600.000 metros cúbicos diarios de gas y a unos 500 metros cúbicos diarios de petróleo. Esto nos habla de pozos sumamente interesantes y del potencial que tenemos ahí abajo en materia de recursos”, informó el directivo.
“Nosotros pensábamos que podíamos tener 3 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas. Hoy estamos pensando que pueden ser 5, quizás 7 TCF, y 200 millones de barriles de crudo o más”, detalló.
“Una de las incógnitas que teníamos era saber dónde comenzaba y terminaba la zona de transición. Tuvimos que determinar la relación gas-petróleo en los diez kilómetros que separan a ambos. Lo positivo es que nos está dando más petróleo del que pensábamos y menos gas; no es ni malo ni bueno. Es lo que es. Pero es algo que sí tiene que ver con los precios y los mercados”, dijo Macchi.
“Esto también puede cambiar bastante las dinámicas de estos campos de transición donde uno, por ejemplo, se paraba en una posición durante la puesta en marcha de la resolución 46 (subsidio al shale gas de Vaca Muerta) y los planes iban en una dirección; en nuestro caso, hacia los 500 mil metros cúbicos diarios de gas. Luego de las idas y vueltas, muchas empresas que comenzamos en la zona de gas pasamos a la zona de petróleo. Y lo que nos pasó a nosotros en 2019 fue ver los landing points más en el petróleo que en el gas”, describió el directivo durante su puesta en contexto de los avances de la petrolera en Vaca Muerta.
Esto le permite a la empresa tener la doble posibilidad de, según la coyuntura de precios y mercado, tomar una u otra opción. De hecho, es parte de lo que hicieron otras operadoras cuando el mercado del petróleo era la opción ante las restricciones de la demanda interna del gas (ver aparte).
“Se están obteniendo muy buenos pozos con expectativas que superan lo que preveíamos inicialmente. Es muy interesante, porque recién Vaca Muerta está comenzando, lo que habla del nivel de posibilidades de desarrollo que puede tener si hacia adelante hay condiciones de mercado que impulsen estos desarrollos”, mencionó Macchi.