MARCELO BONELLI
Roberto Lavagna le habría recomendado a Alberto Fernández designar al ex Banco Central Martín Redrado como ministro de Economía. El consejo fue dado durante el encuentro reservado que ambos mantuvieron -hace diez días- en la casa del ex ministro de Economía.
La reunión fue el último intento del presidente electo para convencer a Lavagna de integrar el Gabinete. Lavagna rechazó -una vez más- la oferta , pero ambos hicieron un profundo análisis de la situación económica. La charla fue buena. Y en ese contexto Lavagna habría nombrado a Redrado para una eventual conducción económica.
La relación entre Lavagna y Redrado es fluida. Lavagna habría ponderado la experiencia internacional, el equipo y las propuestas globales de Redrado. Habría sugerido que -por eso- era el mejor candidato al Palacio de Hacienda. La información circula en Wall Street, entre los banqueros locales y hasta en el movimiento obrero. Clarín la confirmó en tres calificadas fuentes.
Pero en el entorno de Alberto F. minimizan la cuestión. Así lo dicen: “Son operaciones”. Lavagna guarda máximo secreto. En la charla con Fernández ambos hablaron de la incorporación de Marco Lavagna: podría ocupar un cargo en el área energética.
Alberto F. tiene un diálogo fluido con Redrado: lo recibió a solas el miércoles después de las elecciones y le hace consultas seguido. Pero nunca habló de cargos ni ministerios. El Presidente electo -además- tiene ciertas restricciones para promocionar a Redrado. Entre ellas, el entripado que existe entre Cristina y el economista.
Es público que Redrado enfrentó a Cristina por el uso de las reservas. Pero también hay otra cuestión: fue perito -designado por Claudio Bonadio- en la causa del “dólar futuro” y su dictamen fue contundente.
Ambos hechos podrían llegar a superarse: Alberto fue acérrimo crítico de Cristina y en el entorno de Redrado también hablan de “operaciones”. Pero existen diferencias importantes sobre el futuro plan económico. Redrado no comulga con la idea central que propicia el “albertismo”: aumentar la emisión de dinero en hasta un 40 %, para reanimar la economía y mejorar ingresos de los sectores carenciados.
La “sensible” idea monetaria sería el eje central del nuevo del plan económico de Fernández. Requiere gran profesionalismo para que sea efectivo y no derrape. Guido Sandleris ya hace parte de este trabajo: a través de la cancelación de Leliq fogonea fuerte la emisión. Así el BCRA de Macri pasó de la absurda emisión cero (con inflación del 55 %), a la actual mano abierta de Sandleris.
Sandleris busca mantener buenas relaciones con Alberto F., de modo de diluir eventuales problemas judiciales por el uso de las reservas. Hasta ahora los dos nombres cerrados para integrar el gabinete económico son los siguientes: como adelantó Clarín, Matías Kulfas en Economía y Producción, y Guillermo Nielsen en Finanzas, para negociar con el FMI y los bonistas. El BCRA tiene un nombre puesto. Alberto F. ya se lo transmitió a importantes banqueros: Miguel Pesce será el mandamás de la autoridad monetaria.
Kulfas está muy activo y mantuvo reuniones secretas con economistas de renombre. Entre ellos los creadores del Plan Austral: Roberto Frenkel, Daniel Heymann y el propio Juan Sourrouille. Con el trío exploró una fórmula para frenar la inercia inflacionaria que heredará de la administración macrista.
La tarea será difícil, si la propuesta es emitir y hacer un pacto social con un ajuste general de precios, salarios y tarifas del 35%.
Guillermo Nielsen mantiene contactos secretos con bancos y el FMI. Estaría decidido que antes de la asunción se hará un primer encuentro a puertas cerradas con el FMI.
En Washington insisten en que los contactos formales se concretarían entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre. Como anticipó Clarín, en el Fondo Monetario hay una feroz pelea y pase de facturas por el frustrado acuerdo con la Argentina .
La cuestión puede entorpecer la negociación, porque todos se endurecieron. Los directores europeos del FMI quieren que Alejandro Werner sea la “cabeza de turco” por el fracasado acuerdo y que lo desplacen.
Para resistir en el cargo Werner buscó apoyo de México. Tuvo un encuentro con Arturo Herrera, secretario de Finanzas de México y en esa reunión le pidió que Andrés López Obrador interceda por su permanencia en el FMI. La crisis en el Fondo activó otros dedos acusadores : son contra David Lipton, vicepresidente del FMI.
En el Tesoro de los Estados Unidos lo culpan por la mala instrumentación del acuerdo entre Donald Trump y Mauricio Macri.El equipo de Steven Mnuchin confirma que la Casa Blanca quería ayudar a la reelección de Macri. Pero dicen que Lipton fue demasiado permisivo con la Casa Rosada y que no controló los desvíos que terminaron en el sonoro fracaso del acuerdo.
Alberto F. estaría al tanto de la cuestión: en México tuvo no sólo una sino dos reuniones claves con enviados de la Casa Blanca.
Macri está preparando su futuro: vendió su departamento en Palermo y alquilará una casa cerca de la Quinta de Olivos.
Tiene cero autocrítica y a sus íntimos les dice: “El 11 empieza el plan volver”. Ya proyecta ser candidato a diputado en el 2021 y dice que la situación económica favorece su vuelta. En privado afirma que está convencido de una cuestión: que el kirchnerismo no sabe cómo enfrentar la crisis y que Alberto F. puede “chocar la calesita” económica.