MARIO OSVALDO CAPELLO*
Dos días luego del triunfo electoral de Alicia Kirchner, representantes de los trabajadores de interior mina decidieron dejar de trabajar, en un yacimiento que nunca en su historia tuvo mejores condiciones de seguridad como ahora. La buena ventilación recuperada luego de más de una década de silencioso abandono y la nueva central metanométrica de última generación que acaba de entrar en operación, garantizan un óptimo ambiente de trabajo y el mejor sistema de control frente a la presencia de gases nocivos.
Teníamos 41.000 toneladas de carbón térmico fino comercial producidos. 14 profesionales polacos junto a nuestros técnicos de las Subgerencias de Minas y Talleres Centrales preparaban equipamientos y comenzaban a instalar el nuevo Frente Largo 64. La planificación realizada no sólo se cumplía, sino que, al ritmo impuesto, a mediados de septiembre iba a estar produciendo. Proyectamos en consecuencia vender cinco buques de 25.000 toneladas en este 2019, generando importantes ingresos para la empresa, bonos extras para los trabajadores convertidos seguramente en ventas no previstas por el comercio.
A la deshonra de tener que comunicarle a los técnicos polacos que debían regresar a su país porque el paro impedía continuar con la colocación de marchantes, rozadora y equipamientos; se suma la pérdida patrimonial que significó para YCRT malograr la puesta en servicios de un nuevo frente de explotación. Como si fuera poco, casi al mismo tiempo, llegó la orden sindical de no cargar carbón al buque MUCHOW cuando éste ya había amarrado en Puerto Loyola dada la retención de tareas decretada.
Gracias a la decisión de los trabajadores de Loyola que decidieron no acatar, fueron cargadas y exportadas 25.000 toneladas de carbón térmico. Sólo gracias a ellos, pudieron cobrar 1.400 trabajadores de base sin distinción de tareas, incluso los de interior mina, un bono de $10.000. Lo que evitó también aumentar el desprestigio de YCRT más allá de nuestras fronteras.
Omar Zeidán apostó fuerte a la generación de energía eléctrica más barata para quienes habitan los cuatro pueblos de la Cuenca. Los trabajadores de la desconsiderada Usina de 21MW volvieron a ponerla en valor, operatividad y alta confiabilidad. 2 calderas y generadores eléctricos comenzaron a entregar 11MWh, estábamos sacando carbón en forma continua, nuestra Planta Depuradora proveía un combustible de alta calidad, llegamos a entregar a SPSE más del 80% de la demanda de la Cuenca, a la espera de que SPSE cumpla su promesa de hacer un desvío de línea en Julia Dufour para cubrirla totalmente, y abaratar las boletas de energía hasta un 35%.
Estamos a tres meses de la decisión de seguir cobrando el sueldo, el bono de $10.000 y no trabajar. El 12 de octubre, tuvimos que dejar de entregar energía a SPSE al no poder contar con el combustible óptimo, el que se obtiene luego que el carbón bruto de mina es depurarlo en la planta de procesos, molido y clasificado entre 10 y 20 milímetros. A viva vos, cuando advertíamos que el paro nos estaba dejando sin carbón para generar energía, se nos respondía que no les interesaba si la Usina de 21 MW dejaba de beneficiar a los habitantes de Río Turbio, 28 de noviembre, Julia Dufour y Rospentek. Extraña manera de ejercer solidaridad para con los vecinos, los más humildes, los comerciantes, los que tienen que trabajar para poner pan en la mesa cada día, los que viven sin privilegios.
Pudimos sacar unas 300.000 toneladas de carbón este año, tener un nuevo frente en explotación, exportar cinco barcos desde Puerto Loyola, abastecer de energía con un 35% de descuento a todos los habitantes y comercios de la Cuenca Carbonífera. Pero no, una decisión política generó gritos en lugar de diálogos, militancia tratando de destruir lo que se venía construyendo, quema de cubiertas y grafitis soeces que seguramente enorgullece a personajes de inteligencias fracasadas. Durante mucho tiempo llovían millones de dólares hacia YCRT para construir una mina que paradójicamente fue abandonada, una Usina que a pesar de mandar tres veces la plata de lo que realmente valía, dejaron sin terminar y deteriorada.
Se necesita organizar una verdadera empresa minera, en lugar de una de empleados públicos. Que como todas en el mundo, saque carbón los 365 días del año. Que planifique en tres años llegar a producir 1,2 millones de carbón térmico comercial alcanzando su propia sustentabilidad.
Seguir pretendiendo recibir más de 200 millones de pesos de subsidios mensuales, cobrando sin trabajar, no querer aprovechar la riqueza dada: se convierte en una inmoralidad frente a tantos argentinos ganados por la pobreza.
De los propios habitantes de la Cuenca dependerá que se pueda resurgir. Una vez más YCRT puede convertirse en el tractor que empuje una nueva revolución económica y tecnológica aprovechando su riqueza mineral desperdiciada. Lo contrario es seguir callados, hacer como que no pasa nada, que todo da igual, sembrar desde el silencio todo tipo de violencias. Dejarse también robar, la esperanza.
*Gerente Explotación YCRT