La última licitación atrajo a varias empresas que quieren asegurarse un lugar en el prometedor mar Argentino.
david mottura
En política energética, el gobierno nacional ha sostenido tres variables: Vaca Muerta -hasta el impacto del DNU 566-, el impulso a las energías renovables y el reinicio de la exploración offshore. La última ronda de licitación otorgó concesiones en la Cuenca Malvinas Oeste (MLO) y la Cuenca Argentina Norte (CAN), hasta ahora subexploradas, y también en la histórica Cuenca Austral.
El offshore argentino tiene un enorme potencial, con intentos de iniciar operaciones en los últimos 30 años. Es más, hace 30 años hubiera sido más viable porque no competiría con el shale o con la creciente producción gasífera onshore. Casi todas las cuencas marítimas tienen al menos un pozo realizado en alguna época a modo de ensayo.
El segmento costa afuera que no está del todo estudiado es el de aguas profundas, donde encajaría CAN. La realización de una perforación en el lecho marino ronda los 40 a 70 millones de dólares, por lo que la exploración es una apuesta a futuro.
En términos financieros, muchas de las compañías que participaron de la ronda de licitación, algunas que desembarcaron muy recientemente en el país, buscan áreas vírgenes con alto potencial geológico para mostrar un atractivo portafolio a los accionistas: esas reservas pueden ser suyas.
Las empresas tienen un plazo de ocho años para la exploración: en los primeros cuatro deben cumplir los objetivos del plan y luego pasarían a la etapa de decisión, si quieren seguir o no.
En las últimas semanas, el Boletín Oficial empezó a formalizar los permisos para las distintas compañías con la publicación de las resoluciones de la Secretaría de Energía de la Nación. Entre 13 compañías se reparten, solas o en sociedad, un total de 18 áreas en las cosas de Tierra del Fuego y de la provincia de Buenos Aires.
Las empresas que lograron captar áreas fueron la noruega Equinor, la catarí Qatar Petroleum, la estadounidense ExxobMobil, Total, la angloholandesa Shell, la alemana Wintershall Dea, la inglesa BP, la japonesa Mitsui y la italiana Eni. Las empresas nacionales que hicieron pie en el offshore argentino son YPF, Pluspetrol y Tecpetrol. En total, los bloques concesionados representan 200.800 kilómetros cuadrados.
Entre las empresas aparece Tullow, una inglesa que logró quedarse con un bloque en la Cuenca Malvina Oeste. Esto provocó polémica, al punto de que un juez de Río Grande falló a favor de un amparo que pedía suspender la adjudicación.
Las últimas incursiones offshore no dieron los mejores resultados. En 2008, la plataforma Ocean Specter hizo exploración para YPF en las costas de Comodoro Rivadavia y para Enap en la Cuenca Austral. Pan American Energy probó sin éxito en Santa Cruz tiempo después.
200.800 Son los kilómetros cuadrados que suman el total de los bloques que fueron concesionados por el gobierno nacional. Entre 13 empresas se reparten 18 áreas.
Es la normativa emitida por la Secretaría de Energía de la Nación que aprueba el procedimiento realizado para el Concurso Público Internacional Costa Afuera N° 1