SILVIA STANG
arga impositiva, comercio exterior, deuda pública, pobreza, trabajo en negro, estancamiento y recesión, fueron algunos temas referidos a la economía que se mencionaron en el debate de los candidatos a presidente de la Argentina. LA NACION seleccionó una frase de cada uno de los políticos, para chequear afirmaciones y datos y para poner los temas en su contexto.
"Exportamos mucho más de lo que importamos y comenzamos a bajar los impuestos, que hay que seguir bajando"
Entre enero y agosto de este año la Argentina tuvo exportaciones por US$42.176 millones e importaciones por US$34.468 millones, según los datos del Indec. El superávit de la balanza comercial resultó entonces de US$7708 millones. Con respecto a 2018 las exportaciones crecieron 3,8% (explicado por volumen y no por precios) y las importaciones bajaron 27,3%.
La expresión marca entonces una realidad. Sin embargo, detrás del saldo positivo hay buenas y malas noticias: la suba de las ventas al exterior está en buena medida explicada por la mejor cosecha; la baja de las compras desde el exterior tiene en gran parte su correlato en la menor actividad industrial y en el menor consumo; es decir, en la recesión.
En cuanto a la baja de impuestos, en los últimos años y según algunas formas de analizar el tema, se mantuvo un nivel de presión tributaria sin cambios demasiado significativos para gran parte de la población, en tanto que hubo hechos que elevaron la presión (se creó por ley, por ejemplo, el impuesto sobre los rendimientos de las inversiones financieras). Una manera de ver datos con foco en las personas físicas es observar la variación del "día de la independencia tributaria", un indicador que elabora el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Allí se estima cuánto tiempo debe trabajar alguien, con un determinado nivel de ingresos, para hacer frente, con sus ingresos, a todas las obligaciones con el fisco: para un asalariado que gana $33.250 mensuales promedio de bolsillo este año, se calculó que, por cada hora de trabajo, lo producido en 29 minutos y 31 segundos se destina a impuestos nacionales, provinciales y municipales y a aportes y contribuciones a la seguridad social. En 2011 ese tiempo era de 29 minutos y 11 segundos y, en 2017, de 30 minutos y 11 segundos.
De todas maneras, en ese cálculo no está considerado el cambio que se le hizo al esquema de Ganancias luego de los resultados de las PASO y que provocó un alivio en la carga para asalariados y autónomos (en el primer caso, se elevó un 20% el ingreso alcanzado por el tributo). Además, se eliminó el IVA para algunos productos de la canasta alimentaria.
Más allá de esas medidas, la reforma tributaria de 2017 previó bajas de la carga fiscal para las empresas (por ejemplo, en las contribuciones patronales y en Ganancias, en este segundo caso bajo determinadas condiciones), pero con una aplicación que es gradual.
"Cuando llegó Macri al gobierno la deuda era del 38% del PBI y hoy es del 100% del PBI"
Los datos publicados por la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Hacienda muestran que en 2015 el peso de la deuda pública sobre el PBI era del 52,6%, de la cual 6,3% era por obligaciones tomadas con organismos multilaterales y bilaterales. El último dato consignado por esa fuente oficial se refiere al segundo trimestre de 2019: en ese entonces, la relación era del 80,7% del PBI, con una participación del 16,3% de los organismos del exterior. Luego de esa fecha vino la devaluación del peso que siguió a las PASO y, por lo tanto, se redujo el producto bruto medido en dólares, lo que incrementó el peso de la deuda en esa moneda (que representaba, al segundo trimestre, el 62% del PBI). Aún no hay datos oficiales sobre cuál es la relación actual entre ambas variables.
Roberto Lavagna (Consenso Federal)
"Esta es la única economía de estas características en el mundo que lleva 8 años de estancamiento absoluto"
Desde el año 2012 la Argentina tuvo un crecimiento de su PBI en los años impares (en los que hubo elecciones) y una caída de su nivel de actividad en los años pares. La excepción a esa regla no escrita es este 2019, en el cual el producto caería 2,9%, según las estimaciones de diferentes centros de estudios incluidas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que publica el Banco Central.
La situación de los últimos años se refleja, efectivamente, en un estancamiento de la economía. Los datos publicados por el Banco Mundial, que muestran el producto bruto de cada país a precios internacionales constantes de 2011 (para hacer comparable el indicador), muestran para la Argentina un valor de PBI, según esos parámetros, que en 2018 resultó un 8% inferior al de 2011. En el medio, el gráfico de datos muestra un efecto serrucho, con subas y bajas según el año que se mire.
Y, tal como agregó el candidato por Consenso Federal, en los dos últimos años, 2018 y este 2019, el PBI tiene caídas en su valor. Según las proyecciones de los economistas, el signo negativo seguirá en 2020, con una caída estimada en 1,5%.
"Macri llegó prometiendo pobreza cero, pero se va con 4 millones de personas más que han caído en la pobreza"
Entre 2007 y 2013, dada la intervención política del Indec por parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, los indicadores de la realidad social difundidos no eran creíbles, dada la subestimación del índice de inflación y, por tanto, del valor de las canastas básicas de consumo que se usan como parámetro para establecer si una familia está o no está en la indigencia o en la pobreza. En 2013, directamente se dejó de publicar el informe con datos de la población pobre o indigente.
Cuando el Indec retomó la medición, en 2016, lo hizo con el nuevo índice de inflación ya en marcha y, además, con una actualización del contenido de la canasta de alimentos que mide la indigencia. Esto hizo que las mediciones, tanto la de indigencia como la de pobreza, fueran más exigente (porque se sumaron productos y también cantidades).
Dada esa situación, hay que recurrir a una reconstrucción de índices para comparar datos. Según un trabajo elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, considerando los parámetros de cálculo fijados a partir de 2016, es posible estimar que en el primer semestre de 2015 la pobreza alcanzó al 28,5% de la población (no hay dato disponible para la segunda mitad de ese año). En el primer semestre de este año, ya según el informe del Indec, el porcentaje llegó a 35,4%.
Así, según los datos de la población urbana total los cálculos indican que había casi 10,8 millones de personas pobres cuatro años atrás, y 14,1 millones en los primeros seis meses de este año. Así, en el período se sumaron 3,3 millones de personas a la población bajo la línea de pobreza.
"Con austeridad fiscal se va a poder bajar impuestos; de los 163 que hay pretendemos que haya 20"
El dato de la existencia de 163 impuestos surge de un informe elaborado este año por el Iaraf. Claro que no todas esas cargas que pesan sobre ciudadanos, empresas y organizaciones son aplicadas por el Estado nacional. De hecho, el propio estudio incluye un desagregado por nivel de gestión pública, e indica que 82 de estos tributos son cobrados por municipios (muchas son tasas, cuya particularidad es que deben tener una contraprestación específica); 41 son impuestos cobrados por las provincias y 40, por la Nación.
El candidato se manifestó contrario al cobro de Ganancias a los asalariados y de retenciones a la actividad rural: ambas cargas fiscales corresponden a la Nación. También dijo que si fuera presidente sacaría definitivamente Ingresos Brutos, pero en este caso se trata de un impuesto provincial, por lo que no podría tomarse tal medida desde la administración central. En la actual gestión, el Consenso Fiscal firmado por casi la totalidad de las jurisdicciones previó el compromiso de una caída gradual de alícuotas de ese tributo; el pacto está en marcha ahora, pero en el primer año de su aplicación (2018) no aportó alivios significativos y, por el contrario, algunas provincias aprovecharon para elevar alícuotas, dado que la letra del acuerdo se refería a que no podían superarse ciertos niveles de imposición sin aclarar que, si se estaba por debajo, no podían disponerse subas.
"Con el cuento de la justicia social [el sindicalismo] armó una maraña de leyes que tiene a cinco millones de trabajadores en negro"
Más allá del debate sobre las causas, el problema de la alta informalidad persiste desde hace décadas en la Argentina. Con agravamientos en épocas de recesión y alivios en tiempos de crecimiento, las tasas de no aporte a la seguridad social tienen una base que es elevada.
El último dato de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, correspondiente al segundo trimestre de este año, indica que 34,3% de los asalariados no tiene descuento jubilatorio. Ese índice permite estimar que, en la población urbana (el universo al que se refiere la EPH) son 4,3 millones los afectados por esta situación.
La tasa es más elevada aún cuando se considera el total de ocupados, sumando a los asalariados también los cuentapropistas y los trabajadores de algún emprendimiento familiar (este último grupo se vincula muchas veces a una economía de subsistencia). En este caso y según una estimación hecha por la Cátedra Unesco del Instituto Torcuato Di Tella sobre la base de los datos de la EPH del primer trimestre del año (no es uno de los datos incluidos en el informe trimestral del Indec), la informalidad alcanza al 50,3% de los ocupados.