FRANCISCA O'RYAN
El expresidente de Codelco se refirió a la posición que tiene Chile con el litio, a la importancia de ese negocio y el camino a seguir para destrabarlo.
El litio, la reforma a los glaciares y el eventual cierre de la Fundición Ventanas fueron parte de los temas que Óscar Landerretche, en su calidad de presidente del directorio de Codelco, debió analizar
Chile está perdiendo posiciones en el negocio internacional del litio. ¿A qué cree que se debe?
-Tenemos que darnos cuenta de que la explotación del litio quedó atrapada en un problema de economía política de nuestro país. Una de las principales empresas que explota esto, es una de las principales responsables de la crisis de credibilidad en la política, o sea estuvo dedicada por muchos años a corromper el sistema político. No me parece posible continuar en la relación que uno tiene con esa empresa y otras de la misma manera. Chile está perdiendo una oportunidad, una oportunidad que es importante. También hay una cierta mitología de cuán grande puede ser este negocio y hay que tener cuidado con no inflar esas expectativas. Lo que sí, es que en este momento el impasse político, jurídico y empresarial, la situación en que está el litio, impide que el Estado maximice la ganancia que puede sacar en interés de todos los chilenos.
¿Cómo se puede transitar de esta situación?
-La situación mejor que propongo es el establecimiento de una empresa nacional del lito, que sea de facto una empresa privada, pero con propiedad mayoritaria del Estado. Es decir, que sea controlada por el Estado y en la cual las empresas perdedoras, las que van a perder las concesiones actuales, sean compensadas con acciones.
La pregunta de cómo pasar del mundo actual ineficiente y poco ético a uno más alineado con el interés del Estado, es lo que estamos estudiando.
¿Cómo ha visto el manejo del gobierno en esta materia?
-Este gobierno no se ha metido en el tema del litio, no ha hecho nada. No hay un avance. En el gobierno anterior, el presidente de la Corfo de la época, Eduardo Bitran, sí hizo enormes esfuerzos para esto y no se le dio suficiente respaldo político, en lo que respecta a SQM. En cambio, en lo que respecta a Albermarle, logró renegociar los contratos en forma muy significativa. Hay que reconocerle eso también.
El gobierno está viendo la opción de cerrar la fundición de Ventanas, idea que no viene de ahora…
-Yo lo propuse.
¿Qué pasó que no se hizo?
-No estoy muy seguro. Me genera un poco de frustración esto que ocurrió, porque eso lo propusimos en su momento y quizás no tuvimos el respaldo o no fuimos lo suficientemente convincentes. Con el gobierno de Piñera, si algo lo caracteriza es que sabe aprovechar las oportunidades, capitaliza un trabajo que se hizo antes.
¿Es correcto cerrarla entonces?
-Es lo correcto. Lo correcto es cerrar esa fundición. Hay que recordar siempre que esto no es una fundición que Codelco quiso tener. Esto fue construido por Enami, se le obligó a Codelco a asumir esa fundición, se le obligó a pagar por ella, que tampoco quería, se le obliga a procesar ahí materiales que no son de Codelco. Por lo tanto, es correcto cerrar la fundición y mantener la refinería, que sí le sirve a Codelco y que contamina casi nada.
¿Qué pasa con los trabajadores?
-El problema de los trabajadores es importante y creo que es muy inadecuado lo que acaba de ocurrir. O sea, que se les comunique a los trabajadores por la prensa esto, no es la manera, al menos cuando yo estaba con Nelson (Pizarro) trabajando. Lo que debió haber hecho el gobierno, es que si iba a hacer esto, era primero tener una conversación con los trabajadores.
¿Cómo ve la discusión del Congreso para proteger glaciares?
-Cuando estudié este proyecto, me parecía que, en general, la manera en que se estaba diseñando el proyecto, estaba bien. Lo único, es que se podrían establecer mecanismos que permitan que podamos proteger el 99% o 98% de los glaciares que tiene Chile y no perjudicar las operaciones mineras, particularmente las de Codelco que son históricas y donde los glaciares lamentablemente fueron destruidos, pero hace mucho tiempo atrás. Hay maneras inteligentes de lograr las dos cosas: de proteger la gran mayoría de los glaciares, pero resguardar las divisiones de las empresas del Estado.
Entonces, ¿no debería ser retroactivo?
-Que no sea retroactivo. Eso tiene que ver con que uno clasifica ciertos lugares de una manera muy acotada. Esos lugares muy acotados que tienen una categoría histórica: estamos hablando básicamente de Andina y quizás hay un par de ejemplos más. Lo que le recomendaría al sector minero es que en vez de colocarse en una posición defensiva, deben enganchar con el debate. Es decir: esto es lo que ustedes quieren lograr, cómo los ayudo a que lo logren y cómo lo complementamos. En el fondo, llegar a un pacto.