Yuval Rosenberg
La desigualdad de ingresos en los Estados Unidos el año pasado alcanzó el nivel más alto desde que la Oficina del Censo comenzó a rastrearla hace más de 50 años, incluso cuando el ingreso medio de los hogares también alcanzó un nuevo máximo nominal . Y en un nuevo informe, los analistas de Moody's Investors Service, una agencia de calificación crediticia, advierten que, si no se aborda, la brecha creciente entre los ricos y los pobres del país podría generar mayores riesgos fiscales.
"El aumento del gasto en derechos relacionados con la edad, los mayores pagos del servicio de la deuda, el aumento del gasto discrecional y la pérdida de ingresos por los recortes de impuestos están contribuyendo a déficits fiscales más amplios y están llevando la carga de la deuda federal y los intereses a niveles históricos", dice Moody's. La creciente desigualdad de ingresos hace que sea más difícil abordar esa perspectiva fiscal:
“Se requerirían aumentos de impuestos, reformas importantes de los derechos o recortes sin precedentes del gasto discrecional para abordar estos desafíos fiscales cada vez más intensos, políticas que se hacen más difíciles de implementar políticamente en el contexto de la creciente desigualdad. Si los ingresos laborales permanecen estancados en términos reales para grandes segmentos de la población, es probable que una mayor polarización de los ingresos impulse el apoyo popular a la redistribución. Por lo tanto, es probable que el aumento de la desigualdad impida una respuesta política efectiva porque aumentará la presión política de los hogares de bajos ingresos para un mayor apoyo del gobierno ”.
“Por el contrario, los trabajadores de altos ingresos con poder político probablemente resistirán impuestos más altos y progresivos. Probablemente seguiría una mayor financiación de grandes donantes para candidatos y políticas opuestas a tales iniciativas. Consideramos la expansión de los programas sociales financiada por el déficit como el resultado probable en tal escenario ".
En un reporte, la firma indicó que los perfiles fiscales de las dos principales economías de Sudamérica seguirán presentando debilidad por la excesiva carga de deuda y el complejo panorama de financiamiento.
Las condiciones fiscales de la mayoría de países de América Latina sufrirán un deterioro modesto en 2020, en especial Brasil y Argentina, lo que podría reducir la capacidad de la región para absorber turbulencias externas, dijo la agencia de calificación de crédito Moody's.
En un reporte publicado el martes, la firm
a indicó que los perfiles fiscales de las dos principales economías de Sudamérica seguirán presentando debilidad por la excesiva carga de deuda y el complejo panorama de financiamiento.
La agencia dijo también que percibe importantes diferencias entre las situaciones fiscales de la región, aunque la tendencia general señala que América Latina tendrá menos capacidad para absorber choques del exterior, lo que podría afectar las notas crediticias.
"El perfil fiscal promedio en las notas soberanas de América Latina se ha deteriorado a ritmo constante en la última década, y la carga de deuda y de intereses está aumentando", dijo David Rogovic, vicepresidente de Moody's, en el reporte.
Moody's consideró en su informe que Perú, Chile, Paraguay y México contarán con los perfiles fiscales más sólidos de la región el próximo año.
La situación fiscal de Argentina, que irá a elecciones generales este mes y enfrenta granes vencimientos de deuda en 2020, es sumamente vulnerable a las turbulencias internacionales y su trayectoria se verá afectada por las políticas económicas del próximo gobierno, añadió la agencia.
Moody's consideró en su informe que Perú, Chile, Paraguay y México contarán con los perfiles fiscales más sólidos de la región el próximo año.
