Un expresidente, un representante de Greta. Una cantante, un intelectual. Un político y un científico. Una ambientalista y un empresario. Todos tienen sus culpables de la emergencia climática, pero todos, desde sus tarimas, también proponen sus soluciones .La Tercera los reunió para oir sus lamentos, sus anhelos y sus esperanzas.
Ricardo Lagos
Expresidente
“En la parcelita de Caleu corría un arroyito. Mis nietos decían ‘vamos al río’, porque hasta había unos pirigüines. Hace ocho años que está seco. Se acabó el arroyito. Primero llegaba hasta diciembre, después a noviembre, después a septiembre y ahora se acabó. Cada vez hay que ir más abajo para sacar agua del pozo”, dice el expresidente Ricardo Lagos, cuando se le pide reflexionar cómo el cambio climático tocó su puerta.
-¿Están aprovechando los políticos este nuevo escenario que se está abriendo en el tema climático?
Creo que el problema de los políticos, y me incluyo, es que hemos perdido confianza en la ciudadanía. Y, en consecuencia, lo que usted dice, está muy devaluado. La palabra no convence, convence la acción. Y la acción implica, entonces, tomar decisiones. Ahí yo creo que hay una oportunidad para recuperar confianzas, porque si hay un tema respecto del cual debiera haber un alto nivel de convergencia es éste.
Asegura que este tema es fundamental, pero a su vez complejo. La discusión política a nivel internacional es cuánto de las emisiones son responsabilidad de tal o cual país. “Los grandes países y los países industrializados son los que tienen la mayor cantidad de responsabilidad. Los países dicen que todos somos responsables, pero algunos le agregan con responsabilidades diferenciadas. Y este es un tema que hace más difícil la negociación, porque los países han evolucionado. La China del año 92, cuando se hizo la reunión en Río de Janeiro, es muy distinta a la China de hoy. El delgado chino del lunes 23, dijo que ‘nosotros somos responsables‘ y que van a cumplir lo que se han comprometido, pero que quede claro que las responsabilidades son diferenciadas. No aceptan de buena a primeras, y eso es un debate político muy intenso… Hay un debate político de cómo hay que explicarle a la ciudadanía, pero también un debate político internacional de cómo se ponen de acuerdo los distintos países y ese es un tema que no es fácil.
A modo de anécdota apunta: “En la COP que hubo en México, en 2010, se prepararon para lo que venía por el fracaso que hubo en Copenhague -el año anterior-, entonces las autoridades mexicanas, encabezadas por la ministra Patricia Espinoza, enfrentan la aprobación final, a la que se oponen tres o cuatro países. Esta ministra, muy preparada, dijo simplemente ‘en la carta de Naciones Unidas, cinco países tienen derecho a veto’ -en el Consejo de Seguridad, lo cual era real- ‘y los cuatro países que se oponen, no tienen derecho a veto. Por tanto, aprobado” (ríe).
“Yo creo que fue un tremendo avance del punto de vista de cómo se toman las resoluciones”.
-¿El cambio climático podría solucionarse sólo con política?
No, no, no. Aquí lo más importante es lo que ha ocurrido en el último tiempo. Lo que estamos viendo, esta niña de 16 años (Greta Thumberg) que representa a toda a una generación, pero mucho más importante yo diría: la toma de conciencia de cada uno de nosotros que es mucho mayor que antes. Antes usted hablaba de esto y parecía, una cosa rara. Decían cosas chistosas, me pusieron capitán planeta pero… (risas). Antes era un tema extraño, ahora no. Esto viene también, cuando veo a mis nietos, que son mucho más exigentes con uno en lo cotidiano.
-Presidente, ¿su parcela volverá a tener ese riachuelo?
Yo quiero ver el futuro con optimismo porque el ser humano se ha enfrentado a lo largo de la historia de la humanidad a muchos desafíos, y ha salido adelante.
Subsecretaria de Ciencia y Tecnología
La primera subsecretaria de Ciencia del país dice que está de cumpleaños en abril, cuando el dicho popular dice “abril lluvias mil”. Pero ya casi no recuerda cumplaños bajo la lluvia. “Nunca más se dieron”, admite.
-Hoy se está discutiendo la ley marco de cambio climático y Chile tiene que transparentar sus compromisos de reducción de emisiones. ¿Cuál será el rol del gobierno?
Lo fundamental es pasar de la evidencia a la acción. Y sobra evidencia. El rol fundamental de los gobiernos es cuidar el bien público. Y de eso estamos hablando, de bien público. De que las acciones de mitigación tienen que tomar en cuenta que el cambio climático tienen efectos y sesgos de género, sesgos de pobreza, sesgos en que las poblaciones más vulnerables, por otros factores, también son las más vulnerables medioambientalmente. Eso en cuanto a mitigación. En cuanto a las medidas, lo más urgentes es lo que podamos hacer para disminuir los efectos de esta emergencia climática. Una de las principales acciones que está haciendo este gobierno, es acoger la COP25. Sin ella, posiblemente no estaríamos aquí sentados hoy hablando de este tema”.
Tras la actuación del gobierno en la cumbre de Acción Climática en Nueva York, dice que el Ejecutivo está en la dirección correcta. ¿Es suficiente? “Ojalá que todos siempre digamos que nunca es suficiente y que estamos haciendo los mejores esfuerzos para que cada día más se corra la barrera”.
Pese al actual escenario, es optimista. “Creo que en esa capacidad intrínseca de los seres humanos”, asegura, la misma que evitó la exticnión de la ballena azul. “Cuando eso ocurre, creo que en los cambios grandes y ambiciosos que los seres humanos podemos hacer. Espero que éste sea nuestro punto de inflexión”.
Coordinador de Contenidos de Fridays for Future Santiago
Vicente dice que no conoce cielos limpios en Santiago. “He vivido toda mi vida acá. La cordillera ni siquiera se ve”, dice apuntando al horizonte. “Yo vivía en Peñalolén cuando era chico, y veía la cordillera desde mi colegio. Después me vine a estudiar al centro -cuando entré a la universidad- y ahora no la veo nunca. Y esto le pasa todos los días a la mayoría de los santiaguinos. Y lo del paísaje es lo de menos. ¿Qué pasa con la salud?”, se cuestiona. “Los líderes políticos y económicos se taparon los ojos ante los problemas ambientales”.
Como representante de Fridays For Future, el popular colectivo creado por Greta Thunberg, dice que los jóvenes son los que pueden hacer la diferencia. Y asegura que lo que se necesita es información. “Queremos ser conscientes de cómo estamos consumiendo, porque incluso, con la globalización, muchas de las cosas que nosotros consumimos conllevan a una gran destrucción a los ecosistemas. Pero la mayoría de las personas no los conoce. Y si no lo conocen, no se pueden hacer responsables. Y mucha gente, cuando descubre lo que está pasando en el mundo, por ejemplo, lo que conlleva alimentarse de animales, como la deforestación o el uso de agua que requieren, y se da cuenta de eso, deja de consumir alimentos de origen animal, simplemente por el hecho de tener la conciencia de dónde viene eso”.
Y agrega que Greta y su generación, tienen precisamente ese papel: exigir información. “Necesitamos la información y los jóvenes la piden”. Asegura que de esta no vamos a salir sólo con políticas públicas, o con dejar de consumir carne, o bañarnos en tres minutos. “Aquí necesitamos todos los esfuerzos para hacer un cambio. Con el modelo y sistema actual, político y económico, no es suficiente”.
Filósofo, ensayista y académico
El filósofo dice que lo que más le impacta del cambio climático es la salud. “Vivimos rodeados de personas enfermas. Hay que empezar a decir que el cambio climático llegó a tu puerta, porque está empezando no tan sólo a cambiar el clima, sino tu condición en el contexto”.
Dice que la actual emergencia climática responde a tres factores fundamentales, que no tienen que ver con la naturaleza, sino con la naturaleza humana: ignorancia, arrogancia y ambición. “Ignorancia, porque hay mucha gente que le sirve que nosotros no sepamos. Arrogancia porque la consideración a las humanidades es nula, porque no quieren saber que esto son procesos históricos, ni les interesa comprender eso. Y la ambición, que es obvia, todos la tenemos y, obviamente, estas cosas entran en conflicto con los intereses más pragmáticos de cómo gano yo aquí”.
Tal como la ciencia, la academia y la intelectualidad debe pasar al activismo. Como lo hizo Nicanor Parra en los 80, “cuando empezó a hablar de ecología y se le acusó de ser un distractor, con un plan de la CIA para venir a distraer en Chile temas sociales. El punto hoy sigue siendo el mismo: personas que te dicen cómo tú te puedes preocupar de la naturaleza si hay temas sociales que todavía no se resuelven. Ese es una de las cosas que llama a los intelectuales, a los académicos a tomar una posición diversa”.
Respecto al futuro, dice que siempre hay esperanzas, sobre todo si uno mira el pasado. “Desde mi punto de vista, el futuro existe sólo si se mira el pasado en el sentido de la relación histórica de los procesos. Para mí es fundamental comprender que hay lugares del mundo que uno va a visitar hoy día y que son sólo piedras de grandes civilizaciones. Nosotros tenemos la posibilidad, mirando eso, de no entregarle eso a las sociedades futuras”.
Directora ejecutiva de Fundación Terram
El cambio climático, dice la ambientalista, ya está aquí. “Cuando era chica, iba al colegio y a veces llovía varios días seguidos. Llegaba mojada y había como una sensación de humedad en la sala. Hoy los niños no tienen esa experiencia”, se lamenta.
De los culpables, los resume tal como Convención Marco de Cambio Climático de la ONU:responsabilidades comunes pero diferenciadas. “Eso quiere decir que los países desarrollados tienen más responsabilidad porque emitieron más gases de efecto invernadero históricamente que los países en vías de desarrollo, pero que también dentro de los países menos desarrollados hay responsabilidades diferenciadas, pues la gente que tiene más poder, más riqueza, tienen más responsabilidad que los pobres”.
Lamenta que Chile haya crecido económicamente a costa de zonas de sacrificio, como la gente de Petorca y Cabildo, “que hoy no tiene agua para consumo, mientras vemos como los paltos crecen por los cerros. Recuerda que la ONU establecen nueve criterios por los cuales un país es vulnerable. “Chile cumple siete”
-Algunos los han acusado de alarmistas…
Yo creo que no. Hay informes que dicen que todo lo que dice la ciencia -a través del IPCC- es moderado respecto a otros datos que existen. Aquí si uno escucha la secretario de Naciones Unidas, António Guterres, te das cuenta de que él está profundamente alarmado, y él debe tener mucha más información de la que podemos tener cualquiera de nosotros. Él ha dicho: “la naturaleza está enojada”.
Dice que los seres humanos los ha cegado la ambición y la soberbia, pero aún así, tiene fe en el futuro. “Espero que todo el movimiento de jóvenes presione y que todos los adultos nos sumemos a presionar a nuestros líderes, tomadores de decisiones, a nuestros gobiernos. Espero que el Presidente Piñera se comprometa con acciones concretas en la política nacional, más allá de la COP25. La cumbre es un evento y una excusa que nos ha permitido estar aquí y poner el tema, pero necesitamos acción climática en Chile ahora, proteger nuestras especies, preocuparnos de los incendios forestales, terminar con las zonas de sacrificio, una agenda de descarbonización que descarbonice, no como la que existe hoy día”, exige con fuerza.
“Tenemos esperanzas, pero tenemos mucho trabajo, y ese es un trabajo de todos: de los jóvenes y de los viejos”.
Director del Centro de Cambio Global de la U. Católica
Es probablemente el más documentado de los invitados al panel de La Tercera. Su trabajo, de hecho, es documentar los efectos del cambio climático, pero asegura que tiene un indicador más potente que cualquier instrumento de laboratorio: su hija de nueve años: “Ella ha vivido una constante sequía”, dice. Diez años atrás, estábamos en la disyuntiva, si necesitábamos HidroAysén porque nos íbamos a quedar sin electricidad. Nadie fue capaz de prever que diez años después íbamos a tener dos veces la capacidad de HidroAysén en base a energía solar y a costos competitivos”. La velocida de los cambios, asegura, es impredecible. Para bien o para mal.
-¿Falta más evidencia científica?
Lamentablemente no todos están convencidos. Hay varios y algunos importantes que no lo están y ahí hay un rol de difusión, de participar en los debates a distintas escalas para transferir esas ciencia.
Pero aclara que la ciencia no sólo hace diagnósticos y estudios de lo que puede llegar a pasar. “Tenemos también un rol muy importante en la innovación y en el desarrollo de las soluciones”. Por eso aplaude la creación de un comité científico para la COP25 . “Es inédito”, calibra. “No debemos ser sólo un espectador pasivo en su torre de marfil, impoluto, sino, inmerso en la discusión de las políticas públicas, que sale a la calle”.
-¿Aparecerán estudios que digan que se está revirtiendo el derretimiento de los glaciares, o que el mar ya no está subiendo su nivel?
Espero que sí y quiero creer que sí.
Presidente ejecutivo del Consejo Minero
Dice que el mejor termostato de lo que está pasando, son los hijos. “La conciencia de la juventud es el motor para introducir en quienes somos mayores”, asegura.
-¿Habrá un sector más criticado en Chile que la minería como el sector que contaminó el país? ¿Le parecen justas esas críticas?
“Sí son injustos. Lo que no quiere decir que no tengamos pecados en nuestra historia”. Dice que siempre, en todo problema, hay que buscar al villano, pero que cuando se compara los niveles de emisión de los distintos sectores del país, la minería es responsable solo del 7%. “El transporte tiene muchísima mayor responsabilidad. La agricultura consume más del 82% de recurso hídrico del país. Y el uso del recurso hídrico en la agricultura no pasa por ningún estudio de impacto ambiental, no tiene ninguna superintendencia. Dice que “en ciertos valles” hay claros conflictos de consumo de agua, con plantaciones de palto sin una visión global del impacto ambiental que tiene el desarrollo de esa actividad. “En el caso de la minería, eso es impensable”, argumenta. “Si usted va a secar un valle, el proyecto no es viable. Le exigen que traiga agua de una desaladora. Esto al mundo agrícola no se lo han pedido y existe una industria agrícola relevante en el país, no estamos pensando en el pequeño agricultor. Estamos pensando en una industria agrícola a la que se le tiene que exigir”.
También rescata el rol de Greta Thunberg, “que ha hecho patente que el liderazgo político por sí solo fue incapaz de enfrentar y solucionar racionalmente este desafío global. Ella ha despertado a una ciudadanía que no había recibido liderazgos claros para enfrentar el cambio climático adecuadamente”, señala. Pero asegura que tiene que haber una combinación. “Ella es una muy buena voz de alerta, pero es el momento de que el mundo político asuma el liderazgo correcto en la búsqueda de las soluciones, que no van a venir de la mano de una niña de 16 años. Ese es el gran desafío del mundo político, liderar este gran problema que hasta ahora no ha tenido solución porque los compromisos adquiridos en París y antes en otras reuniones no se han cumplido”.
Cierra reforzando el rol de una actividad como la minería en el país. “Chile no se puede apagar y todos ir a dormir y dejar de vivir o de comer”. El punto es, dice. de qué manera lo hacemos responsablemente y sobre todo en un país como éste que es sólo responsable del 0,25% total de las emisiones.
Cantante y vocalista de Saiko
“Veía el cambio climático como algo lejano”, dice la vocalista de Saiko. “Uno pone Netflix y busca un documental y ve cuántos animales se han extinguido, o ve el Amazonas”, agrega, pero asegura que el fenómeno es más palpable de lo que se cree. “Está ocurriendo afuera de tu casa”. Asegura que casi siempre, a la hora de buscar culpables, lo más fácil, es echarle la culpa al de al lado. “Y uno lo hace de manera automática”.
Pero en lugar de buscar culpables, dice que es hora de los sacificios. “Uno cree que está bien dejar la ducha corriendo o regar el pasto porque es algo que viste durante tantos años, te parece bonito. Hay que comenzar a hacer sacrificios… que al principio van a molestar muchísimo, pero hay que comenzarlos porque de ninguna otra forma vamos a poder revertir lo que está ocurriendo”.
Asegura que lo más difícil este último tiempo ha sido cambiar sus hábitos, “que para uno eran normales como el consumo, por ejemplo. Cuánta ropa consumía de forma irresponsable, sin pensar que eso también estaba contaminando. También el consumo de alimentos”.
Pone de ejemplo la eliminación de las bolsas plásticas. “Al principio todo el mundo se resistía, pero hoy todos van con sus bolsas. Hay que partir, y ese ‘partir’ es una responsabilidad personal, más allá de cómo observemos los gobiernos de cuáles son las medidas.
Piensa que en su particular estrado de artista, tiene una responsabilidad y una obligación ética, como cualquier persona pública, y es ocupar esa audiencia para instalar estas temáticas. “Este año estuve en un festival donce había 120 mil personas- tú no puedes desaprovechar ese espacio solamente para hablar de ti, o contar tu historia en tu música, tienes que tener una responsabilidad social de a lo menos, dejar un mensaje. Que impacte”.
