Septiembre ha sido un mes turbulento para el petróleo. El precio del barril de Brent llegó a los 67,4 dólares tras los ataques sufridos en las instalaciones de Saudí Aramco. De hecho, en este mes se ha registrado la mayor subida intradía desde la década de los 80. Sin embargo, Arabia Saudí supo tranquilizar a los mercados asegurando que en solo dos semanas volverían a recuperar los niveles de producción normales y parece que así ha sido.
El Brent va a terminar septiembre peleando por no perder los 60 dólares por barril, una cifra que refleja la tranquilidad que se ha producido en el mercado por la rápida recuperación de la compañía nacional saudí. Desde principios de agosto, el crudo está cotizando en sus niveles más bajos del año, por debajo de los 60 dólares y muy alejado de los más de 80 que rozaba el año pasado. De hecho, en los últimos doce meses, el precio del barril de Brent ha caído un 24%.
Las instalaciones de Saudí Aramco sufrieron un ataque con diez drones el pasado 14 de septiembre. Este suceso afectó a más del 5% de la producción mundial total de crudo y los mercados comenzaron a temer por una posible escasez y por el agravio sufrido por la compañía petrolera más grande del mundo. Sin embargo, unos días después tanto el rey de Arabía Saudí como el ministro de energía del país tranquilizaron al mercado.
El monarca, Salmán bin Abdulaziz, aseguró que el reino era capaz de superar el ataque sufrido por la petrolera nacional Saudi Aramco. "Reafirmamos la capacidad del reino de superar las consecuencias de este ataque cobarde que no solo afectó instalaciones vitales del reino, sino también los suministros de petróleo internacionales y puso en peligro la economía mundial", dijo el monarca en una reunión gubernamental.
Por otro lado, el ministro de energía saudí confirmó que a finales de mes se recuperarían los niveles de producción de petróleo. El reino alcanzará una capacidad de 11 millones de barriles por día (bpd) a fines de septiembre y 12 millones de bpd al final de noviembre, informó el príncipe Abdulaziz bin Salmanel, ministro de Energía, analizó Funds&Market.
Las vastas reservas que tiene alojadas el mayor exportador de petróleo del mundo le permitieron mantener a sus clientes abastecidos como si nada hubiera pasado.
La capacidad total de almacenamiento de Saudi Aramco es de 66.400.000 millones de barriles, entre las terminales dentro del reino y en los otros países. Antes del ataque tenían alojados cerca de 50.000.000 de barriles. Incluido cerca de 34.000.000 en su terminal más grande de exportación en Ras Tanura.
Durante los dos días siguientes luego de los ataques, la petrolera utilizó más de 15.000.000 de barriles de sus reservas para mantener abastecido a sus clientes.
Esto significa que el reino tiene los suficientes barriles para sobrevivir hasta fin de mes, lo que coincide con la fecha pactada para la terminación de las reparaciones.
El margen que tiene la compañía es delgado, además, las piezas para remplazar son importadas desde Europa y Estados Unidos, cualquier contratiempo pone en riesgo la cartera de clientes del reino.
Hasta la fecha se priorizaron las exportaciones antes que el consumo interno, por lo que de no cumplir con los tiempos podría llegar a verse una importación de petróleo.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, advirtió que los precios del petróleo podrían aumentar a "cifras inimaginablemente altas" si el mundo no actúa para detener a Irán.
"Si el mundo no lleva a cabo una acción fuerte y firme para disuadir a Irán, veremos nuevas escaladas que amenazarán los intereses mundiales", dijo el príncipe en declaraciones este domingo al canal estadounidense CBS, antes de añadir: "Los suministros de petróleo se verán afectados y los precios subirán a cifras inimaginablemente altas que no hemos visto en nuestras vidas
Bin Salman también negó que hubiera ordenado el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul, perpetrado hace un año por un escuadrón de quince saudíes, entre ellos miembros de la Inteligencia y asesores del príncipe heredero ,aunque asumió su "plena responsabilidad" como mandatario del país.
"Asumo toda la responsabilidad como líder en Arabia Saudita, especialmente porque (el asesinato) fue cometido por personas que trabajan para el Gobierno saudita", manifestó.
“Fue un error. Y debo tomar todas medidas para evitar tal cosa en el futuro", expresó el príncipe heredero sobre el asesinato, que calificó de "crimen atroz".
Cuando le preguntaron si los ataques perpetrados contra dos plantas de la petrolera estatal Aramco el 14 de septiembre podían ser considerados "un acto de guerra", como los calificó el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, el príncipe saudí respondió: "Por supuesto".
Washington y Riad acusan a Irán de estar detrás de esos ataques, cuya autoría han reivindicado los rebeldes hutíes yemeníes, en guerra con Arabia Saudí, aunque Teherán lo ha negado reiteradamente.
"La región representa aproximadamente el 30% de los suministros de energía del mundo, aproximadamente el 20% del tránsito comercial mundial, aproximadamente el 4% del PBI mundial. Imagine que estas tres cosas se detienen. Esto significa un colapso total de la economía global, y no solo de Arabia Saudita o los países de Oriente Medio", indicó durante la entrevista para el programa "60 Minutos".
A pesar de culpar a Irán de los ataques, que afectaron a más de la mitad de la producción de la compañía y elevaron los precios mundiales del petróleo, Bin Salman se mostró partidario de buscar "una solución política y pacífica", que consideró "mucho mejor que la militar".
En ese sentido, apoyó los llamamientos del presidente de EEUU, Donald Trump, de reunirse con su homólogo iraní Hasán Rohaní, para negociar un nuevo acuerdo tras la ruptura, por Washington, del pacto nuclear multirateral alcanzado en 2015. "Es lo que todos pedimos. Sin embargo, son los iraníes quienes no quieren sentarse a la mesa", dijo en la televisión estadounidense.