A mediados de 2019, los nuevos generadores eólicos y solares competían eficientemente hasta con las centrales nucleares ya existentes en términos de costes, y su capacidad de generación crecía más rápidamente que cualquier otro tipo de energía, según el Informe sobre el Estado de la Industria Nuclear Mundial
La energía nuclear está perdiendo terreno frente a las energías renovables, tanto en términos de coste como de capacidad, ya que sus reactores se consideran cada vez menos económicos y más lentos para neutralizar las emisiones de dióxido de carbono, según se desprende de un informe del sector.
A mediados de 2019, los nuevos generadores eólicos y solares competían eficientemente hasta con las centrales nucleares ya existentes en términos de costes, y su capacidad de generación crecía más rápidamente que cualquier otro tipo de energía, según el Informe sobre el Estado de la Industria Nuclear Mundial (WNISR, por sus siglas en inglés).
“Es urgente estabilizar el clima, la energía nuclear es lenta”, dijo Mycle Schneider, autor principal del informe. “No satisface ninguna necesidad técnica u operativa que los competidores con bajas emisiones no puedan satisfacer mejor, más barato y más rápido”.
El informe estima que desde 2009 el tiempo medio de construcción de los reactores nucleares en todo el mundo ha sido algo inferior a 10 años, muy por encima de la estimación de la Asociación Nuclear Mundial (WNA) de entre 5 años y 8 años y medio.
Este tiempo adicional que lleva construir las centrales nucleares tiene implicaciones importantes para los objetivos contra el cambio climático, ya que las centrales existentes que utilizan combustibles fósiles siguen emitiendo CO2 mientras esperan su sustitución.
“Para proteger el clima, debemos reducir la mayor cantidad de emisiones de dióxido de carbono al menor coste y en el menor tiempo posible”, dijo Schneider.
La WNA dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que los estudios han demostrado que la energía nuclear tiene un historial probado en la provisión de nueva generación más rápido que otras opciones de bajas emisiones, y agregó que en muchos países la generación nuclear proporciona de media más energía de baja emisión de CO2 por año que la solar o la eólica.
También dijo que los tiempos de construcción de los reactores pueden ser tan cortos como cuatro años cuando se construyen varios reactores en secuencia.
Pero la energía nuclear también es mucho más cara, según el informe WNISR.
El coste de generar energía solar oscila entre US$36 y US$44 por megavatio hora (MWh), señala este estudio, mientras que la energía eólica terrestre se sitúa entre US$29 y US$56 por MWh. La energía nuclear cuesta entre US$112 y US$189.
Durante la última década, el WNISR estima que los costes nivelados -que comparan el coste total de la construcción y operación de una planta con la producción generada durante su vida útil- para la energía solar han disminuido en un 88% y para la energía eólica en un 69%.
Sin embargo, en el caso de la energía nuclear, han aumentado en un 23%, según el informe.
La energía nuclear es una fuente energética que garantiza el abastecimiento eléctrico, frena las emisiones contaminantes, reduce la dependencia energética exterior y produce electricidad de forma constante con precios estables y predecibles. Así lo entienden cada vez más gobiernos de distintos signos que apuestan por el mantenimiento de las centrales nucleares en sus países y la construcción de nuevas plantas.
Los 448 reactores actualmente en operación producen alrededor del 11,5% de la electricidad mundial. Según el Organismo Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas, -datos a enero de 2018- hay 58 unidades en construcción en países como China, India, Rusia, Corea del Sur, Finlandia o Francia. Todos ellos, conscientes de los problemas energéticos y medioambientales, construyen nuevas plantas nucleares porque consideran que la energía nuclear es una fuente esencial para el presente y futuro de sus países.
En Francia, el país de la Unión Europa más partidario de esta fuente de energía y donde el más del 73% de su electricidad es de origen nuclear, junto a sus 58 reactores nucleares en operación construye una nueva unidad de nueva generación (EPR). En Finlandia, el 33,70% de la electricidad proviene de los cuatro reactores que tiene en operación. Actualmente construye una nueva unidad y ya hay estudios que plantean la necesidad de una sexta. Por su parte, Reino Unido, que cuenta con 15 reactores que en 2016 produjeron el 20,40% de su electricidad, ha decidido dar luz verde a la construcción de nuevas centrales nucleares con dos objetivos básicos: frenar las emisiones contaminantes y reducir la dependencia exterior.
La amenaza del calentamiento global y del cambio climático, unido al incremento de la demanda de electricidad ha motivado que distintos responsables políticos consideren fundamental apostar por la continuidad de la energía nuclear, por el aumento de potencia de sus centrales e incluso por la construcción de nuevas plantas.
Los programas nucleares de los diferentes países, así como todas las instalaciones nucleares, se encuentran bajo la supervisión y control del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) con sede en Viena