Todavía se espera que la Reserva Federal, la cual anunciará su última decisión sobre las tasas el miércoles, reduzca su tasa clave de interés en 25 puntos base. Pero si los precios del petróleo de mantienen altos, la Fed podría encontrarse en un territorio difícil.
“Van a recortar de todas maneras el miércoles”, dijo Boockvar. “Pero, en términos de ir más allá de eso, ahora están ahora jugando un juego peligroso”.
Mucho depende de cuan rápidamente pueda Arabia Saudita reactivar la producción, bajando los precios de vuelta al rango de 50 a 60 dólares por barril en el que ha operado durante la mayor parte del año, de acuerdo a Boockvar.
Aunque muchos analistas predicen un impacto de corto plazo, no hay signos de que la producción de Arabia pueda estar en problemas durante un prolongado periodo. Dos fuentes saudíes familiarizadas con las operaciones petroleras del reino dijeron a CNN Business que restaurar completamente la producción “tomará semanas, no días”.
También se cierne el potencial para una ulterior escalada entre Estados Unidos e Irán, el cual ha sido culpado de los ataques.
“Crecientes tensiones en el Medio Oriente son otro viento en contra para la economía mundial, que ya está en tiempos inciertos”, dijo Capital Economics en una nota de investigación.
La situación ciertamente plantea riesgos para China, el principal importador mundial de crudo.
Tras la liberación de la datos frescos de agosto, los analistas de Société Générale señalaron el lunes que el sector industrial está “perdiendo impulso a un alarmante ritmo rápido”, y expresaron su preocupación de que la debilidad pueda extenderse hacia el gasto de los consumidores y el sector servicios. Los precios petroleros más altos, que se producirían a medida que se eleva el precio de la carne de cerdo, son lo último que el país necesita.
La interrupción de la producción de petróleo, si se frena, podría no desencadenar una recesión global. Pero no está a discusión que añade un estrés indeseado.