Chubut se está ahogando en un mar de deudas, con el gobierno provincial enfrentando dificultades para pagar los salarios en su totalidad ya tiempo a maestros, médicos, empleados de la corte, empleados de oficina, pensionistas y fuerzas de seguridad.
Escuelas cerradas, servicios hospitalarios reducidos al mínimo, funcionarios en huelga: la provincia sureña productora de petróleo de Chubut es un microcosmos de la crisis económica de Argentina.
La provincia patagónica cargada de deudas está sufriendo el mismo cóctel explosivo de inflación galopante, un peso en picada y una deuda colosal. A los servidores públicos en el centro petrolero del país, ya sean maestros, médicos, jueces o policías, ya no se les paga a tiempo.
Con casi 600 mil habitantes, Chubut tiene el 45% de las reservas comprobadas de petróleo de Argentina y 9% de las de gas natural. Unos 18 mil operarios trabajan para 17 empresas que explotan sus yacimientos donde se produce el 30% del petróleo del país y el 50% del gas natural. "El parque industrial sufrió una merma de entre el 30 y el 40%", indica David Klappenbach del sindicato del Petróleo que nuclea al personal jerárquico.
Lo adjudica a la competencia por las inversiones en el megayacimiento de Vaca Muerta en la vecina provincia de Neuquén. Deuda. Así como el gobierno del presidente Mauricio Macri se endeudó con el Fondo Monetario Internacional por unos 57 mil millones de dólares, Chubut buscó auxilio por 700 millones de dólares al punto de convertirse en la provincia con mayor deuda por habitante. Pero el salvavidas resultó de plomo porque casi el 80% de su deuda son títulos en dólares en un país cuya moneda se depreció más del 65% desde enero de 2018.
"Los ingresos no cayeron tanto, pero los gastos aumentaron 80% en el primer semestre de 2019 en relación al mismo período del año anterior y gran parte se debe a los servicios de la deuda pública", explicó a la AFP Facundo Ball, director del Departamento de Economía de la Universidad Nacional de la Patagonia. Casi el 70% de sus regalías petroleras se van en el pago de deuda.
"No sé cuándo va a terminar esto", dijo un exasperado Yael Matos, un maestro en la capital provincial Comodoro Rivadavia, 1.800 kilómetros (1.120 millas) al sur de la capital.
Matos es uno de los 60,000 funcionarios de Chubut que aún no han recibido su salario para agosto.
"No tenemos una fecha de pago, se suponía que debíamos recibir nuestro salario hoy, pero eso no sucedió", dijo a la AFP.
En la pizarra del aula, la fecha "1 de agosto" está garabateada en tiza, marcando el último día de clases antes de la huelga de maestros que se extiende hasta su novena semana.
"Hay empatía de la sociedad", dice Matos, quien admite que el año escolar, que en el hemisferio sur se extiende de marzo a diciembre, está casi perdido.
La atención médica se encuentra entre los servicios públicos de primera línea que sufren en Chubut, con niveles esqueléticos de personal en el hospital regional Comodoro Rivadavia, donde alrededor de 1,000 empleados están en huelga.
El personal se queja de la falta de sábanas limpias para los pacientes, y los suministros de bolsas intravenosas se apilan en los pasillos sin supervisión. Solo funciona un ascensor; el otro se derrumbó hace unos años y el eje ahora está bloqueado con madera.
Los recortes han afectado gravemente la atención médica asistida por el sindicato, ahora solo disponible tres veces por semana.
"Hay que calcular cuándo se enferma, es sombrío", dijo Gladys Díaz, del departamento de salud mental del hospital.
En la morgue, las autopsias se han reducido debido a la escasez de suministros.
"Este hospital no tiene ingresos, ni suministros, ni infraestructura", dijo Díaz.
"No recibimos nuestros salarios, ni ningún aumento. Todo lo que queremos es que nos paguen por el trabajo que hacemos", dijo Anita Fernández, empleada de almacén en el hospital.
En la ciudad, donde se fundó la compañía energética estatal YPF en 1922, la disminución de la actividad comercial es palpable.
"La gente no puede pagar porque no se les paga a sí mismos", dice María, una asistente de ventas en una tienda.
Las protestas y piquetes que forman parte de la vida económica diaria de Argentina también han afectado la actividad de la industria petrolera.
"La industria ha sufrido una reducción de entre 30 y 40 por ciento", dijo David Klappenbach, del sindicato Petrolero Jerarquico.
La provincia de Chubut, con una población de casi 600,000, produce el 30 por ciento del petróleo del país y el 50 por ciento de su gas natural.
Unos 18,000 trabajadores están empleados en 17 empresas que explotan sus recursos naturales.
Klappenbach dice que la región también ha perdido el enorme depósito de gas de esquisto de Vaca Muerta en la vecina provincia de Neuquén, donde el gobierno ha invertido mucho.
De la misma manera que el presidente Mauricio Macri buscó un rescate de US $ 57 mil millones del Fondo Monetario Internacional, Chubut se valió de un préstamo de US $ 700 millones que no ha podido pagar.
Chubut es ahora la provincia con la mayor deuda per cápita, ya que el 80 por ciento de su deuda está en bonos en dólares en un país cuya moneda en pesos se ha depreciado en más del 65 por ciento desde principios de 2018.
"Los ingresos no cayeron tanto, pero los gastos aumentaron un 80 por ciento en el primer semestre de 2019 en relación con el mismo período del año anterior, y una gran parte se debe al servicio de la deuda pública", dijo Facundo Ball, director del Facultad de economía de la Universidad Nacional de la Patagonia.
En la actualidad, casi el 70 por ciento de sus ingresos petroleros se destina al pago de la deuda.