Una revisión de las declaraciones de Vale muestran que manipuló la información acerca de las medidas realizadas para el cierre de las represas, luego del segundo colapso que dejó, al menos, 240 personas muertas en Brasil.
Fabio Schvartsman, el entonces director ejecutivo de Vale, dijo en una conferencia de prensa transmitida a nivel nacional días después de la explosión de la presa a fines de enero, que la compañía ya había dado de baja nueve "represas aguas arriba" a raíz del desastre de 2015 que involucra el mismo tipo de estructura, y planeaba desmantelar 10 más en los próximos años. La compañía repitió el reclamo en un comunicado en su sitio web.
Reuters solicitó a Vale detalles sobre estos movimientos el 5 de febrero, siete días después de la conferencia de prensa de Schvartsman.
En marzo, unas cinco semanas después, Vale entregó a Reuters una lista de nueve represas que dijo que había cerrado desde 2014, un año antes del desastre de Mariana. Todos eran estructuras más pequeñas y no del tipo río arriba peligroso, según Eduardo Leão, director del regulador minero brasileño ANM, y otro experto que revisó la lista para Reuters. Vale también enumeró las 10 represas que dijo que planeaba cerrar, incluida la derrumbada en Brumadinho.
Los fiscales brasileños ahora están investigando la declaración de Schvartsman acerca de que Vale ya había cerrado nueve represas río arriba en respuesta al colapso de 2015 como parte de una investigación criminal más amplia sobre la conducta de la compañía, dijo un individuo cercano a la investigación.
El colapso de 2015, en su empresa conjunta de Samarco con BHP Group, mató a 19 personas cerca de la ciudad de Mariana.
"Se habló mucho sobre medidas tomadas para evitar la repetición de lo que sucedió, pero no fue más que hablar", agregó la fuente.
Los representantes de Schvartsman en el bufete de abogados de Bottini & Tamasauskas declinaron hacer comentarios.
En un comunicado, Vale dijo que las cifras originales que Schvartsman proporcionó se basaron en "información disponible en ese momento, proporcionada por empleados del área de metales ferrosos de la compañía en y que luego envió datos revisados a Reuters y otros medios de noticias ".
Vale dijo que sus declaraciones en torno a las represas se hicieron de buena fe y agregó que había hecho mucho para evitar la recurrencia del desastre de Mariana y que "todavía se está haciendo".
El último desarrollo se suma a los problemas legales del gigante minero. Los fiscales brasileños han dicho que están investigando si los altos ejecutivos de Vale estaban al tanto de los problemas de estabilidad en Brumadinho y otras represas, pero no los revelaron ni tomaron las medidas adecuadas para resolverlos.
El regulador del mercado brasileño, CVM, también abrió al menos dos sondas administrativas diferentes sobre el manejo del desastre por parte de Vale, mientras que la compañía enfrenta acciones colectivas de Estados Unidos y al menos un caso de arbitraje para inversores en Brasil.
El regulador de minería ANM está llevando a cabo una investigación por separado sobre las causas del estallido de la presa, así como si se incumplieron las normas administrativas o de minería.
"Desde mi punto de vista, está claro que el CEO de cualquier empresa, pública o privada, será responsable ante los accionistas y las autoridades de cualquier tipo de declaración, especialmente si se demuestra que no es cierto", dijo Luigi Bonizzato, profesor. de derecho constitucional en la Universidad Federal de Río de Janeiro.
Vale opera varios tipos diferentes de presas en Brasil para almacenar los detritos fangosos de su actividad minera conocidos como "relaves". Los dos que colapsaron utilizaron una técnica aguas arriba en la cual la presa se construye gradualmente sobre un depósito de lodo.
Tales presas son generalmente más baratas de construir, pero corren un mayor riesgo de que el agua se filtre debajo de la presa y debilite la estructura, dijeron expertos en minería a Reuters.
Chile y Perú han prohibido durante mucho tiempo la construcción de tales represas, debido a los riesgos de colapso. En febrero, el ANM de Brasil prohibió las nuevas presas de relaves aguas arriba y les dijo a los mineros que tenían que desmantelar las existentes antes del 15 de agosto de 2023, una fecha límite que recientemente retrasó hasta cuatro años.
Vale, el mayor exportador de mineral de hierro del mundo, no es el único gran minero que opera represas aguas arriba. En BHP, por ejemplo, el 43% de sus 67 represas operadas están aguas arriba, aunque solo cinco de ellas están activas, según una presentación de diapositivas en su sitio web de junio, con las únicas activas entre las que se encuentran en Chile y Australia. BHP verificó que los números eran precisos.
Schvartsman fue removido del puesto de CEO a principios de marzo a instancias de los fiscales que dijeron en una carta a la junta que la presencia continua de él y otros altos ejecutivos de Vale en la compañía representaba "riesgos inconmensurables para la sociedad".
En mayo, la compañía dijo a los inversores que esperaba gastar 1.855 millones de dólares para cerrar las 10 represas aguas arriba que planeaba cerrar.
Por ahora, las represas de la compañía continúan planteando riesgos. En mayo, una de las represas aguas arriba programadas para ser desmanteladas, llamada Sul Superior, estuvo a punto de romperse, dijeron reguladores brasileños y Vale, amenazando con forzar la evacuación de 10.000 personas de tres ciudades históricas.
Vale dijo que la presa en esa mina, conocida como Gongo Soco, estaba siendo monitoreada en tiempo real por sistemas capaces de detectar movimientos milimétricos, así como por drones. Agregó que la compañía en mayo comenzó a construir un muro de contención de concreto a 6 kilómetros aguas abajo de la presa que podría retener una gran parte de los relaves si la presa se derrumbara.
