Colombia tiene actualmente uno de los mayores potenciales en gas y petróleo en América Latina.
El hallazgo de nuevos yacimientos —especialmente en el Mar Caribe— permitiría al país en la próxima década contar entre 7 y 30 terapies cúbicos de reservas de gas, garantizando así un abastecimiento más allá del 2030.
Eso sin tener en cuenta las futuras explotaciones de yacimientos no convencionales a través de la tecnología del fracking (extracción de gas en el subsuelo, por fracturación hidráulica) en campos del Magdalena Medio. En otras palabras, gas es lo que hay en el subsuelo del territorio nacional
Por ejemplo, desde el 2014 el país viene recibiendo buenas noticias. Se trata de cuatro significativos descubrimientos de gas mar afuera u offshore. Los proyectos exploratorios son Orca 1 en el Bloque Tayrona, lo mismo que Purple Angel, Gorgon y Kronos 1, en el bloque Fuerte Sur.
“Son yacimientos que están en etapa de maduración, es decir, perfeccionando aspectos técnicos y de inversión para empezar su explotación con muy buenas perspectivas”, anota Edward Gironza, gerente de Gas de Ecopetrol.
Según estimativos de la empresa, esas explotaciones podrían arrancar entre los años 2024 y 2026, en unos casos, o hacia el 2028.
Todo ello permitiría alejar el fantasma de un mayor agotamiento de las reservas de gas, luego de que el Ministerio de Minas señalara que las actuales permitirán solo una autosuficiencia para 9,8 años.
“Solo falta que se aceleren las decisiones de política pública para poner en marcha nuevas exploraciones y explotaciones a gran escala para incrementar las reservas”, anota por su parte, Orlando Cabrales Segovia, presidente de Naturgas, el gremio de las empresas del sector.
Y a pesar de los anuncios oficiales, lo cierto es que el abastecimiento de gas natural para uso residencial, comercial, industrial y vehicular está garantizado a corto y mediano plazo, recuerda el dirigente.
El país consume a diario mil millones de pies cúbicos de gas natural y produce un poco más de esa cifra, quedando inclusive algunos excedentes.
Frente a la importación de gas natural, el país lo viene haciendo, tanto que en el 2018 el 3% del consumo nacional se atendió por esta vía, aunque orientado para abastecer a las plantas térmicas de la Costa Atlántica.
Precisamente hacia el futuro una alternativa es contar con proyectos como la planta regasificadora del Pacífico (frente a Buenaventura) para abastecer no solo al Suroccidente sino al país.
Así las cosas, Colombia tiene un gran potencial gasífero, pero urge agilizar las decisiones de política pública.