FABIÁN RUOCCO*
Sabemos que la Argentina necesita mayor capacidad de regulación por la adaptación al cambio climático que requiere un uso más inteligente del agua en todo el territorio.
En ese contexto, por medio del decreto 519/19, el Poder Ejecutivo Nacional aprobó el Acuerdo para la Ejecución de la Obra de "Aprovechamiento Hídrico Multipropósito Portezuelo del Viento", rubricado el 13 de junio de 2019 por el Estado Nacional, representado por los titulares del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda y del Ministerio de Hacienda y la provincia de Mendoza, representada por su gobernador.
Portezuelo se proyecta sobre un afluente del Colorado y es impulsado por Mendoza en su límite sur con La Pampa. Luego de 70 años de idas y vueltas en los avatares ambientales, políticos, provinciales, económicos y financieros parecería ser que el proyecto podría llegar a concretarse. Los primeros estudios al respecto son del año 1950, pero quedaron en nada tras el derrocamiento del presidente Juan Domingo Perón.
"La construcción de la represa Portezuelo del Viento, que fue varias veces postergada, se emplazará en el río Grande, departamento de Malargüe, y ampliará en un tercio la capacidad de brindar electricidad al servicio domiciliario, cuatro veces más de lo que genera el dique Potrerillos", señala el Ministerio del Interior.
En enero de 2011 se iniciaron las actividades del proyecto definitivo, que originalmente preveía su inauguración en 2015, con una presa de embalse de 181 metros de altura a construir con hormigón compactado con rodillos (HCR), una potencia instalada de 210 MW y una generación media anual de 889 GW/año con un abastecimiento potencial de 130.000 hogares.
Se utilizarían tres turbinas Francis de 70 MW cada una. Aquel procedimiento licitatorio comenzó por una preselección de oferentes, a la que se presentaron ocho empresas o asociaciones empresarias.
Luego en diciembre de 2016, los gobernadores Omar Gutiérrez (Neuquén), Alberto Weretilnek (Río Negro) y María Eugenia Vidal (Buenos Aires) firmaron con Alfredo Cornejo (Mendoza) el aval de todas las provincias de la cuenca del Río Colorado.
Uno de los ríos que conforman esa cuenca es el Grande, donde se asentará Portezuelo. La única provincia que firmó en desacuerdo fue La Pampa.
En mayo de 2018 el mandatario mendocino participó de una nueva reunión del Consejo de Gobernadores del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO).
En la reunión se materializó la elevación a conocimiento del estudio de impacto ambiental regional de la obra Portezuelo del Viento, realizado por la Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Nacional de La Plata, el que fue debidamente aprobado por el Comité Ejecutivo del organismo de cuenca.
En ese acto se entregaron las copias del voluminoso estudio a todas las provincias de la cuenca, donde todos firmaron el acta que avala los resultados a favor de realizar la obra. Solo contó con la objeción de La Pampa, nuevamente.
Mendoza y La Pampa mantienen desde hace décadas un conflicto por el río Atuel, por el que ahora la Corte Suprema de Justicia de la Nación deberá definir un caudal hídrico apto para que el agua llegue al noroeste pampeano, permitiendo recuperar el ecosistema en la zona, perjudicada por la construcción de la presa Los Nihuiles aguas arriba.
Finalmente, en diciembre de 2018 se realizó la presentación de los proyectos técnicos para el llamado a licitación de la obra que ha sido prometida en los últimos 70 años.
Por ello, el actual convenio que fue firmado durante una reunión que mantuvieron en la Casa Rosada los ministros del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, y de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el gobernador Cornejo resulta esperanzador.
Ahora este decreto presidencial y sus anexos pone nuevamente en el tapete el proyecto de esa obra que, de realizarse, sin dudas seguirá mejorando la diversificación de la matriz energética que la Argentina necesita en los nuevos escenarios del siglo XXI.
*El autor de esta nota, para la agencia Noticias Argentinas, es director ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT).
El gobierno nacional financiará la hidroeléctrica en Mendoza. La Pampa está en contra de la represa que administrará el caudal del río Colorado. Río Negro, Neuquén y Buenos Aires a favor..
Corrió mucha agua debajo del puente para que finalmente la construcción de la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento, que administrará el caudal del río Colorado, tenga luz verde. En el interín pasaron varios mandatos presidenciales, fallos judiciales y un nuevo enfrentamiento entre Mendoza y La Pampa.
A comienzos de la semana Nación publicó en el Boletín Oficial que financiará la obra que tendrá un costo de más de 1.000 millones de dólares.
La idea es licitarla en septiembre y que la construcción inicie en 2020, con un plazo de cinco años de ejecución. La presa es la mayor obra de ingeniería civil de la historia de Mendoza, y su construcción es la culminación de un sueño que nació hace más de medio siglo.
El proyecto tiene su génesis en 2007 tras una firma de un convenio y posterior apretón de mano entre Julio Cobos cuando era gobernador de Mendoza y el por entonces presidente Néstor kirchner.
La historia es larga y comenzó con un juicio que Mendoza y La Pampa inició al gobierno nacional en la gestión de Carlos Menem por una serie de decretos relacionados a la Promoción Industrial que afectaron la coparticipación de ambas provincias.
Tras un fallo de la Procuración General, previo a la resolución de la Corte Suprema, se selló este acuerdo para cancelar esa deuda a cambio de una obra. Así surge el proyecto Portezuelo del Viento, una represa ubicada en la zona de Malargüe sobre el río Grande que confluye con el Barracas para dar nacimiento al Colorado. La Pampa no formó parte de este convenio porque prefirió cobrar la deuda que destinó a otras obras.
Durante las dos presidencias de Cristina Fernández, una de ellas con Cobos como vicepresidente, no hubo avances sobre la obra y recién con la llegada de Mauricio Macri, gran aliado del actual gobernador mendocino Alfredo Cornejo, se reactivó.
El gobierno pampeano siempre estuvo en contra de la obra y fue el único representante del COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado) que todavía intenta evitar la construcción de Portezuelo. El COIRCO tiene representantes de las cinco provincias por las que atraviesa el río Colorado: Buenos Aires, Mendoza, Río Negro, Neuquén y La Pampa.
Cuando se discutió esta obra todos estuvieron a favor con el apoyo de los gobernadores regionales Alberto Weretilneck y Omar Gutiérrez. Sin embargo tuvo que intervenir el presidente con un laudo a favor de la moción tras el rechazo de La Pampa. Representantes del COIRCO pampeano aseguran que Río Negro y Buenos Aires cambiaron de postura después de 2015.
“Durante las dos gestiones de Cristina (Fernández) no se inició la obra y recién con este gobierno se está empezando a cumplir. Es una obra muy importante no sólo para Mendoza sino para las provincias que tienen al río Colorado como recurso natural y a Nación por la energía que va a generar”, explicó a “Energía On”, Martín Kerchner, ministro de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza.
“Es una obra multipropósito, uno de los más beneficiosos es la regulación del río Grande es que de gran caudal y en el invierno se pierde en el mar porque no se utiliza, un gran desperdicio. Y en el verano, falta por una cuestión de escasez de agua. Lo que nos va a permitir Portezuelo es regular y mantener el caudal constante durante todo el año, lo que beneficiará a todos los ribereños”, explicó Kerchner.
El principal beneficio para Mendoza será la generación de energía que se venda al mercado mayorista y el empleo que demandará la obra que tiene un plazo de ejecución de cinco años. Los recursos que lleguen de la venta de energía se destinarán a otras obras hidroeléctricas. La represa generará 210 megavatios algo así como 140 mil viviendas.
Según el informe de Mendoza, el proyecto prevé una obra conexa, que permitirá el trasvase de parte del caudal del río Grande al curso medio del Atuel, lo que favorecerá a La Pampa y aumentará el caudal turbinado por el complejo hidroeléctrico El Nihuil en San Rafael.
El año pasado Macri dictó un laudo para darle curso al proyecto tras el rechazo que planteó La Pampa. Tampoco tuvo lugar el recurso ante la Justicia que ratificó la postura de la mayoría.
“Nos oponemos al manejo que se propone que es que lo maneje Mendoza. Para nosotros el río Colorado es decisivo para el desarrollo de La Pampa y con los antecedentes que tenemos con Mendoza nos oponemos, ya nos secaron dos ríos por manejar represas”, detalló el secretario de Recursos Hídricos de La Pampa, Javier Schlegel.
Por su parte Daniel Petri, representante del COIRCO de Río Negro, aseguró que siempre estuvieron de acuerdo con Portezuelo “siempre que el COIRCO sea la autoridad de aplicación como finalmente será”, indicó.
“Con la capacidad de embalse se va a poder administrar y se va a aprovechar el agua que no se utiliza en invierno y que va a parar al mar. Incluso se va a beneficiar mucho más a las otras cuatro provincias porque Mendoza está muy al límite y en ese sector no tiene tanta capacidad para desarrollar agroindustrias”, explicó Martín Kerchner, ministro de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza.
El gran beneficio para la provincia cuyana es la venta de energía mayorista que quedará exclusivamente en manos de Mendoza. “Va a beneficiar a 140 mil viviendas, es energía para los argentinos. Eso se sube al sistema interconectado nacional que se distribuye en toda la Argentina. El beneficio para los mendocinos es la venta de esa energía. Esos fondos van a tener como destino la construcción de otras represas”, agregó.
Tanto Kerchner como Daniel Petri, representante del COIRCO de Río Negro, sostienen que la postura de La Pampa es “política”.
“Lo que está haciendo La Pampa con Portezuelo del Viento es una posición política, están generando un conflicto con el único objetivo de sacar rédito político. Es una posición de desmedro de los propios pampeanos porque Portezuelo va a generar un caudal del río Colorado que hoy no tiene”, describió el funcionario .
En esa sintonía se refirió Petri quien aseguró que la postura de La Pampa refiere más a un conflicto histórico que tiene con Mendoza. “Hay un conflicto histórico por el río Atuel y el Salado y extrapolan esas experiencias a todo lo que tenga que ver con Mendoza. No compartimos eso porque son cosas distintas.
El tema del Atuel fue con la construcción de los Nihuiles en el año ‘45 cuando La Pampa todavía no era provincia, con lo cual estaba lejos de asentarse y opinar en ese momento. Mendoza no es fácil y estuvo todo muy judicializado”, explicó.
Por otro lado aseguró que Río Negro estuvo en contra de algunos aspectos del proyecto que después se pudieron corregir, “como por ejemplo las normas de manejo de aguas” que inicialmente quedarían en manos de Mendoza.
El conflicto entre Mendoza y La Pampa se originó por el manejo del río Atuel que quedó en manos de la provincia cuyana y que según los pampeanos impactó “significativamente” en el desarrollo agrícola y urbanístico en la zona del oeste pampeano.
Actualmente hay una causa en la Justicia que debe resolver la Corte Suprema por un reclamo de La Pampa por el mínimo de caudal. Ya hay un antecedente judicial de 2017 a favor de La Pampa.
El secretario de Recursos Hídricos de esa provincia, Javier Schlegel, aseguró que Mendoza secó dos ríos; el Atuel y el Salado. “Se quedan con toda el agua.
Con el caso del Atuel llevamos un siglo de conflicto y estamos hablando de un caudal ambiental. No nos quieren dar ni siquiera el caudal mínimo para mantener el ambiente. Es un robo lo que hicieron”, indicó y aseguró que generó una gran pérdida a La Pampa.