Camilo Ponce Enríquez
La minería está en una hora crucial en Ecuador. En el lapso de un mes, en el país se han producido dos grandes operativos policiales y militares que han expulsado de dos zonas (Buenos Aires, en Imbabura, y Pucul, en Azuay) a alrededor de 5.000 personas involucradas en actividades de minería ilegal, que cobija además una serie de delitos.
A mediados de julio, la empresa ECSA inició su producción para extraer cobre a gran escala en su concesión en la parroquia Tundayme, Zamora Chinchipe, lo que supone una inversión de $ 1.250 millones, según el ministro de Energía y Minas, Carlos Pérez.
Esa minería a gran escala, según él, tiene prevista una inversión de $ 3.600 millones hasta el 2021 y una producción que arrojaría $ 3.800 millones.
La producción minera legal existente mantiene un sostenido ritmo de producción, a tal punto que en el primer cuatrimestre del 2019 ha generado regalías por $ 42,8 millones, según registros de la Agencia de Control Minero (Arcom). Las regalías corresponden al 3% de la venta de lo extraído.
El oro ecuatoriano, según el presidente de la Cámara Nacional de Minería, Óscar Loor, se lo comercializa actualmente a $ 42; la plata, a $ 0,50 el gramo; y el cobre, a $ 2,2 la libra.
Al mismo tiempo y también en julio, el prefecto del Azuay, Yaku Pérez, planteó una consulta popular para que los ciudadanos de su provincia decidan si se permite o no la minería. No tuvo acogida en el seno de la Cámara Provincial de la Prefectura y ahora recogerá firmas para lograr su objetivo. Pero uno de sus miembros, Baldor Bermeo, alcalde de Camilo Ponce Enríquez, cantón que vive de la minería, plantea su propia consulta para decir sí a la actividad.
No es que el momento crucial que vive la minería en el país signifique que recién se la descubra. Los problemas como las inequidades, explotación laboral, contaminación, luchas clandestinas entre mineros, corrupción y sobornos han estado allí hace décadas, sobre todo en provincias como Zamora Chinchipe, El Oro y Azuay.
En estas están asentados gran parte de los más importantes yacimientos de minería metálica. En estas y otras ciudades, como Guayaquil inclusive, se desarrolla también la minería no metálica (extracción de material pétreo), con sus beneficios y quejas.
El Universo efectuó recorridos por al menos una docena de localidades mineras, en tres regiones, e hizo un reporte del desarrollo de la actividad, así como de inconvenientes y polémicas, de sus contrastes sobre todo. Ese detalle se lo enfocará en una serie de entregas.
Por ejemplo, en La Herradura, zona minera de Zamora Chinchipe, frontera con Perú, junto a los campamentos de las llamadas sociedades mineras, que tienen equipos y hasta carros de alta gama, hay casuchas donde residen los mineros que ganan en promedio $ 20 por doce horas de trabajo al día.
Alrededor se desarrollan cientos de actores de otras actividades económicas, como la transportación, el comercio.
En esa misma región, en Conguime y Conguime Alto, hay decenas de excavaciones mineras en el mismo cauce del río inclusive. Son de las sociedades mineras que mantienen convenios con una empresa concesionaria.
En Zaruma y Portovelo, en El Oro, las sociedades y empresas mineras como Bira muestran su trabajo con todas las exigencias ambientales y legales. Ahí mismo hay mineros ilegales que se llaman artesanales y se adentran en la montaña hasta causar socavones debajo las casas de Zaruma.
En Ponce Enríquez hay historias como las de las janchadoras, mujeres que husmean en el material de desecho, escarbando hasta lastimarse los dedos para encontrar material y molerlo, cuando reúnan una considerable cantidad de sacos, a ver si produce unos cuantos gramos de oro.
Todo este mundo de la minería en el Ecuador está agrupado en cuatro grupos. Los tres primeros, con cifras registradas. El último, solo valorable al ojo.
La minería a gran escala es el primer grupo, aquel del que habla el ministro Pérez, quien proyecta inversiones por $ 3.600 millones. Se define gran minería porque puede extraer más de 2.001 toneladas de material por día para procesar.
La pequeña minería, en la que se involucra a los denominados mineros artesanales, que según la ley deben usar solo pico y pala, y a pequeñas sociedades, es aquella que extrae de 0 a 300 toneladas por día. Y la mediana, que extrae entre 301 y 2.000 toneladas por día.
La Cámara de Minería del Ecuador, con sede en Quito, agrupa a las grandes empresas y algunas medianas; la Cámara Nacional de Minería, a los pequeños y medianos de diez cantones; y una Cámara de Pequeña Minería y Artesanales, a los pequeños.
El cuarto grupo, el que no tiene cifras, es el de los ilegales. Arcom detalla que contra estos ha ejecutado 152 operativos en el 2019, además de 1.536 inspecciones y el decomiso de 15.664 bultos de material.
Está en curso la discusión de un nuevo reglamento minero. Allí hasta se debe actualizar que el minero artesanal no solo usa pico y pala.
El ministro Pérez dice que incluso adelantan la ejecución de un mapa de producción minera, que no existe.