El presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos impondría más aranceles a las importaciones chinas, lo que debilitará el crecimiento económico y la demanda de metales. El anuncio generó un fuerte impacto en el cobre y el petróleo.
Las materias primas se tambalean después de que el presidente Donald Trump amenazó con nuevos aranceles a los productos chinos, con la esperanza de que las dos partes pronto negocien el fin de la guerra comercial que está minando el crecimiento global y la demanda de productos básicos.
Trump propuso el jueves imponer un arancel del 10% a bienes chinos valorizados en US$ 300,000 millones y dijo que podría aumentar los gravámenes si el presidente de China no actúa más rápidamente para alcanzar un acuerdo comercial. Beijing respondió que no sería chantajeado y advirtió sobre represalias.
El precio del cobre se situó en ¢US$ 261,7 la libra, registrando una baja 3% respecto del viernes de la semana pasada, ubicándose cerca del precio mínimo del presente año (¢US$ 261,1 el 17 de junio). Esto inducido por la nueva escalada en la tensión comercial entre China y Estados Unidos, el debilitamiento en las expectativas de bajas agresivas en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal y el persistente debilitamiento del sector manufacturero en China, este último un impulsor relevante en la demanda de cobre
Si bien la FED cumplió las expectativas de los inversores de reducción de la tasa de los fondos federales (25pb), ubicándola en el rango entre 2% y 2,25%, el comunicado de la Reserva Federal no fue explícito respecto a si continuaría perseverando en esta estrategia en el corto plazo, lo que decepcionó a los mercados, induciendo la apreciación del dólar y generando un efecto adverso sobre la cotización de los commodities como el cobre. Cabe hacer presente que los Bancos Centrales de otras economías desarrolladas (Europa, Reino Unido, Japón y Australia), están implementando reducciones más agresivas en la tasa de interés, lo que fortalece el dólar estadounidense.
En junio los pedidos de las fábricas subieron 0,6% respecto del mes previo, pero este crecimiento se ubicó por debajo de las expectativas (0,8%). Por otra parte, el déficit comercial declinó 0,3% en junio, lo cual se explica por una baja tanto en las exportaciones como importaciones. También el déficit comercial con China declinó (0,8%), explicado por la baja similar en las importaciones desde el país asiático. Este conjunto de indicadores anticipan el debilitamiento en la actividad económica.
Recién iniciadas las nuevas rondas de negociaciones comerciales con China, el presidente de Estados Unidos anunció que aplicaría un nuevo arancel de 10% a partir de septiembre próximo. Esto a un conjunto de bienes por el equivalente a US$ 300.000 millones, provocando la baja generalizada de los mercados financieros, del precio de los commodities y, por consiguiente, elevando el riesgo de desaceleración en el crecimiento mundial.
Si bien en julio la actividad manufacturera (medida por el índice PMI) registró un leve repunte en relación a junio, ésta continúa ubicándose en zona de contracción. El leve repunte del mes pasado se atribuye a los efectos de las políticas de estímulos económicos, principalmente reducción impositiva (IVA) e incentivos al crédito, las cuales pretenden contrarrestar parte de la desaceleración de la demanda externa inducida por las tensiones comerciales con Estados Unidos. Sin embargo, el declive de la actividad manufacturera está limitando las expectativas de una recuperación significativa de la demanda de cobre en lo que resta del año.
El petróleo rebota este viernes más de un 2% (barril Brent: +2,5%. $62,06; Barril WT: +2,5%. $55,3) después del batacazo de más del 6% que vivió en la pasada sesión por dos factores fundamentalmente: la actuación de la Fed, que se ha considerado insuficiente, y el recrudecimiento de la guerra comercial, con el anuncio de aranceles adicionales del 10% sobre productos chinos.
"Los precios del petróleo han caído considerablemente hoy, como resultado de un golpe doble de las decepcionantes medidas de flexibilización de la Reserva Federal y el anuncio del presidente Trump de que se aplicarán más aranceles a los productos chinos importados", John Kilduff, socio de Again Capital Management, dijo a Reuters .
Los precios habían caído antes debido a la continua reacción a la decisión de política de la Fed el 31 de julio. La Fed recortó las tasas como se esperaba, pero el sentimiento del mercado cambió a las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, de que la medida podría no ser el comienzo de una larga serie de recortes. para apuntalar la economía contra la debilidad económica mundial.
El mensaje menos moderado de lo esperado de la Reserva Federal desencadenó un repunte del dólar, enviando el índice del dólar a un máximo de 26 meses de 98.93 el 1 de agosto. Un dólar más fuerte encarece el petróleo denominado en dólares para los tenedores de otras monedas. El índice del dólar se volvió negativo después de los comentarios de Trump sobre los aranceles.
Los precios del crudo podrían ver un impulso bajista después de romper por debajo de los niveles críticos de soporte el 1 de agosto, dijo Edward Moya, analista senior de mercado de OANDA en Nueva York.
La caída del petróleo se produjo después de una caída mayor a la esperada en los inventarios de los EE. UU. Y una caída en la producción de la OPEP en julio, generalmente impulsores alcistas de los precios.
Los inventarios en el centro de Cushing, Oklahoma, el punto de entrega de futuros de crudo de Estados Unidos, cayeron en 1,5 millones de barriles del 26 al 30 de julio, dijeron los operadores, citando datos de la firma de inteligencia de mercado Genscape.
Pero la producción estadounidense se mantuvo cerca de un récord, por encima de los 12 millones de barriles por día (bbl / d), lo que convierte al país en el mayor productor del mundo.
La producción en Texas, el estado productor más grande, aumentó en 16,000 bbl / da 4,97 millones de bbl / d en mayo, un récord, según datos del gobierno de EE. UU.
“El mercado ya se tambaleaba por los informes de los analistas de que la producción aumentaría más rápido que la demanda en 1 millón de barriles por día en el nuevo año. Eso mantuvo el mercado del petróleo bajo presión incluso cuando el mercado de valores subió ", dijo Phil Flynn, analista de Price Futures Group en Chicago.
"Pero la gota que colmó el vaso para el mercado del petróleo fue cuando Trump impuso estos aranceles adicionales y sorprendió al mercado". Es motivo de preocupación que los aranceles retrasen el crecimiento económico y provoquen una caída en la demanda de petróleo ”.
La demanda total de petróleo de Estados Unidos en mayo cayó 98,000 bbl / d a 20.26 millones de bbl / d, los datos mostraron el 1 de agosto.
La OPEP y sus socios, incluida Rusia, una alianza conocida como OPEC +, han frenado la producción este año para apoyar el mercado. En julio, la producción de la OPEP revisó un mínimo de 2011, ayudado por un nuevo recorte por parte de Arabia Saudita, mostró una encuesta de Reuters .
El Brent y el West Texas se dirigen hacia su primer cierre semanal en negativo en tres semanas, con descensos acumulados de más del 2%. Los expertos insisten en la idea de que la guerra comercial afecta la fortaleza económica, lo que tiene un impacto directo en la demanda de crudo.
"Las estimaciones de crecimiento global han estado bajo la presión de la guerra arancelaria y el último movimiento de EEUU borra toda la buena voluntad ganada a principios de la semana cuando los negociadores estadounidense viajaron a Shangai para reiniciar las conversaciones comerciales", señala Alfonso Esparza, analista de mercados de OANDA.
Esta semana ha habido señales crecientes del coste económico de la disputa comercial entre Estados Unidos y China. El gigante asiático informó de la desaceleración de la actividad manufacturera en julio.
La actividad manufacturera estadounidense también descendió el mes pasado, alcanzando su nivel más bajo de los últimos tres años, y el gasto en construcción cayó en junio, ya que la inversión en proyectos privados de construcción retrocedió a su nivel más bajo en un año y medio.
La desaceleración económica se ha traducido en una caída de la demanda de petróleo en Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo del mundo.
La cantidad de crudo procesado en las refinerías de petróleo de EEUU promedió 17,2 millones de barriles por día durante las últimas cuatro semanas, un 1,3% menos que en el mismo periodo del año pasado, según los datos del gobierno de esta semana.
Como ya ha pasado tantas veces desde que se declararon los primeros aranceles de EEUU a China, hace más de un año, una nueva escalada en las tensiones entre las dos mayores economías del mundo provocó una oleada de ventas en los mercados globales que mantuvo a la mayoría de las plaza bursátiles en rojo.
Pero no es sólo la renta variable la que sufrió. Las distintas clases de activos estuvieron casi completamente correlacionadas, con los mercados considerados más riesgosos –como las acciones, los commodities y las monedas emergentes– con pérdidas y los activos considerados como refugio –como el yen y los bonos soberanos– en auge
Estos resultados se dieron en un contexto en que una tregua para detener la guerra comercial entre China y Estados Unidos parece estar cada vez más lejos.
La nueva escalada del conflicto vino de la mano de un aumento de 10% en los aranceles contra US$ 300 mil millones de importaciones chinas por parte del presidente estadounidense Donald Trump y la respuesta china de imponer sus propias restricciones a productos estadounidenses ha acrecentado los temores de los inversionistas.
El referente global de las bolsas globales, Nueva York, vio sus principales indicadores bursátiles profundizar las pérdidas de ayer. Al finalizar la sesión, el Dow Jones industrial perdió un 0,37% de su valor, mientras que el S&P 500 cedió 0,73%. En el caso del Nasdaq compuesto, el mal desempeño del sector tecnológico llevó al indicador a perder un 1,32%.
Cabe destacar que el parqué neoyorquino ya venía debilitado de días anteriores, dado que la Reserva Federal de EEUU indicó que el recorte de tasas de interés esta semana no conlleva un ciclo de expansión monetaria, lo que le quitó impulso a los mercados riesgosos.
La presión también continuó pesando sobre algunos de los mercados de la región, pero los resultados fueron mixtos. Al igual que ayer, la bolsa de Sao Paulo se mantuvo a flote con una moderada ganancia de 0,54%.
Esto luego de que el banco central le diera un empujón a la economía con una baja de tasas de interés. Lo acompañó el Colcap de Colombia con una subida de 0,38%. En la vereda opuesta, el IPC mexicano cayó un 0,92%, el índice general de la bolsa limeña cede 0,84%, el Merval argentino retrocedió un 0,13% y el S&P IPSA de la rueda chilena cayó 1,12%.
Al término de las operaciones, el selectivo nacional se ubicó en 4.885,29 puntos, con caídas transversales en las acciones que lo componen. Al cierre, 25 de las 29 acciones que integran la nómina del IPSA perdieron terreno.
Las acciones productoras de materias primas, que llevaron la batuta en las pérdidas de ayer, volvieron a contraerse: SQM-B cayó 1,97% hoy, mientras que CMPC cedió 2,17% y Copec las Vapores, otra compañía ligada a la guerra comercial por su participación en la naviera HapagLloyd, dado que el transporte marítimo se vería impactado por una reducción en el comercio internacional. La acción cayó 1,46% en esta jornada.
Las mayores plazas asiáticas, que no alcanzaron a captar el efecto bursátil del tweet de Donald Trump ayer, registraron pérdidas relevantes. El Hang Seng tuvo el mayor retroceso con una caída de 2,35%. El Nikkei de Tokio lo siguió con una baja de 2,11% quedando al borde de perder el piso de los 21.000 puntos. Mientras, el CSI 100 de China retrocedió un 1,47%. Europa no quedó al margen.
El desplome se acrecentó durante el día a medida que se acercó el cierre. Todos los índices del Viejo Continente cerraron a la baja tras los nuevos episodios de la guerra comercial, sumado al drama interno del Brexit sin acuerdo. El CAC francés fue la bolsa que más perdió durante la jornada.
El indicador galo cayó 3,57% El DAX alemán fue otro de las plazas que terminó con números rojos cediendo 3,11%. Cruzando el canal de La Mancha, el británico FTSE bajó un 2,34%. El Ibex de Madrid retrocedió un 1,48% perdiendo el piso de los 9.000 puntos.
Si bien la cotización global del dólar cayó un 0,30%, con el Dollar Index –que contrasta al billete referente con una canasta de monedas globales– marcando su segundo día consecutivo a la baja, la mayoría de las divisas emergentes perdieron terreno pasado el mediodía.
De las mayores monedas del segmento, sólo siete lograron avances, con la lira turca a la cabeza, mientras que, por el contrario, los peores resultados se viven en el rublo ruso, con una baja de 1,36%, el peso colombiano, que cayó 1,29%, y el real brasileño, con una contracción de 1,26%.
En Chile, el tipo de cambio saltó hasta cerrar la jornada en $ 713,30, su mayor nivel desde febrero de 2016, apoyado por una fuerte caída en el precio del cobre. El metal industrial, principal exportación del país, cayó un 1,82% en la Bolsa de Metales de Londres hasta los US$ 2,6168 por libra, mientras que los futuros en el mercado de commodities de Nueva York registraron pérdidas en torno a 3% en este momento. A la par, el hierro perdió un 4% de su valor en el mercado de Singapur.
El otro lado de la moneda en materia de aversión al riesgo es un impulso a los activos considerados como refugio en tiempos de volatilidad. Los bonos del Tesoro de Estados Unidos a diez años siguieron alejándose de la línea del 2%. Con una baja casi 5 puntos base, el rendimiento del papel referente de la renta fija internacional se ubicó en 1,85% al finalizar las operaciones. Pero no es sólo la deuda estadounidense la que entusiasma a los inversionistas.
Los bonos soberanos de los mayores mercados de América, Europa y Asia Pacífico vieron caer sus rendimientos. Es más, ya cinco de los mayores países europeos y Japón tienen su deuda referente cotizando con tasa negativa. Otro refugio por excelencia tuvo una jornada de crecimiento.
El yen japonés subió un 0,70% frente al dólar, ubicándose en máximos de más de un año. Si bien el oro estuvo en territorio de ganancias durante la mayoría del día, el metal precioso terminó la jornada con una leve baja. Con todo, llegó al cierre del mercado en los US$ 1.440,83 por onza tras una caída de 0,30% con respecto al cierre del día anterior.