Patricia San Juan
Las ganancias de Engie Energía Chile sumaron US$80,6 millones el primer semestre cifra que representó un aumento de 126% respecto a igual lapso del año anterior.
Pese al aumento en las utilidades, tal como ha ocurrido con otras generadoras, el plan de descarbonización también impactó los resultados de la compañía. Los anuncios de desconexiones programadas de centrales de generación a carbón, tanto en 2018 (unidades N°12 y N°13) como en 2019 (unidades N°14 y N°15), generaron gastos no recurrentes por el reconocimiento del deterioro en el valor de dichos activos en ambos ejercicios.
Excluyendo dichos efectos, la utilidad neta recurrente del primer semestre de 2019 llega a US$ 144,4 millones, es decir US$ 63,8 millones superior a la efectivamente alcanzada.
De este modo en el segundo trimestre de 2019, el resultado neto después de impuestos registró una utilidad de US$ 37,7 millones, una disminución de US$ 5,2 millones en comparación con el primer trimestre, debido principalmente a los gastos no operacionales, no recurrentes por el deterioro del valor de las centrales a carbón que serán cerradas.
Los ingresos operacionales totalizaron US$ 766 millones en los primeros seis meses del año, un incremento de 27% en relación al año anterior, mientras que el Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) consolidado avanzó un 53%, llegando a US$ 285 millones. Ambos avances se debieron principalmente a mayores ventas de energía en el segmento de clientes regulados, producto del aumento en la demanda contratada por las compañías distribuidoras de la zona centro-sur del Sistema Eléctrico Nacional a partir de 2019, así como también a otros ingresos operacionales.
Engie Energía Chile participa en la generación, transmisión y suministro de electricidad y en el transporte de gas natural en Chile. Es el cuarto mayor generador de electricidad de Chile con un 9% de la capacidad instalada del SEN.
Al cierre del primer semestre de este año, Enel Chile registró una utilidad neta de $ 49.054 millones, cifra que representa una disminución de 60% en relación a igual período del año anterior.
De acuerdo a lo explicado por la compañía en su análisis razonado, la principal causa de este retroceso es la provisión por deterioro por un monto de US$ 409 millones, asociado al anuncio del cierre de las centrales térmicas Tarapacá (158 MW) y Bocamina 1 (128 MW), proceso cuyo término está programado para mayo de 2020 y diciembre de 2023, respectivamente, según el acuerdo firmado el 4 de junio pasado con el Ministerio de Energía.
"En el primer semestre, Enel Chile logró importantes hitos en el proceso de descarbonización del país con el anuncio del cierre progresivo de tres plantas a carbón y la firma de contratos para el suministro de energía 100% renovable a clientes del mercado libre por 4 TWh a partir del periodo 2020-2021 durante diez años", indicó el gerente general de Enel Chile, Paolo Pallotti, quien destacó la capacidad de la firma para atender al mercado con suministro de fuentes de energía renovable.
El ejecutivo recordó que tras la respuesta de la CNE el 26 de julio, la empresa recibió la autorización para adelantar la desconexión final de la central Tarapacá a diciembre de 2019.
El pasado 4 de junio, cuando se anunció el plan de descarbonización del gobierno, Enel Generación detalló que el cierre de Tarapacá y Bocamina 1 produciría un deterioro de US$ 290 millones en el balance de este año. Además, en ese momento indicó que los efectos financieros de Bocamina 2 no eran posibles de determinar.