Viena, donde se firmó en 2015 el acuerdo nuclear entre Irán y las grandes potencias, fue también el escenario de la reanudación del diálogo.
En una reunión de urgencia convocada en medio de creciente tensión con Teherán, el viceministro de Exteriores y negociador nuclear iraní, Abbas Araghchi, destacó la actitud “constructiva” de sus interlocutores, pero advirtió de que su país seguirá enriqueciendo uranio y reduciendo sus compromisos si no se cumple el denominado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés).
Ali Akbar Salehi, jefe del programa atómico persa, anunció esta nueva violación del acuerdo firmado en 2015 con la comunidad internacional, el cual está siendo renegociado en Viena. "Los enemigos saben que tenemos la ciencia y la capacidad para producir energía nuclear, pero no tenemos la intención de fabricar armas", agregó
La captura de un petrolero iraní en el estrecho de Gibraltar y de otro buque cisterna británico en el estrecho de Ormuz amenaza con hacer saltar por los aires lo que queda del acuerdo nuclear. De las potencias que suscribieron el pacto en 2015, este domingo solo faltaba Estados Unidos, que se retiró el año pasado y reimpuso las sanciones a Irán para debilitar su economía a fin de forzar una nueva negociación. Washington busca un acuerdo nuclear más restrictivo que cierre la puerta a las armas atómicas y los misiles de largo alcance.
Delegados de segundo nivel y asesores técnicos de Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania expresaron en Viena su disposición a seguir aplicando en su integridad el JCPOA y sentaron las bases para una próxima reunión de nivel ministerial. Al margen de las buenas palabras, Teherán mantuvo una posición de firmeza ante las sanciones estadounidenses y las vacilaciones europeas. “Seguiremos recortando nuestros compromisos en el acuerdo mientras los países europeos no garanticen los intereses de Irán”, resumió Araghchi. Teherán supera ya los límites de almacenamiento y enriquecimiento de uranio fijados en 2015, aunque en niveles muy bajos. El domingo anunció que va a reactivar el reactor de agua pesada de Arak, paralizado en 2016 por el acuerdo.
Ali Akbar Salehi, director de la Organización de Energía Atómica de Irán
Para el negociador iraní, la captura del petrolero Grace 1 por la Armada británica el pasado día 4 —bajo la acusación de tratar de violar el embargo a Siria— representó una violación del pacto nuclear. “Los países firmantes no deben obstaculizar la exportación de crudo iraní”, advirtió Araghchi al referirse a la iniciativa de Londres de desplegar una misión naval europea para proteger la libertad de navegación en Ormuz.
Lanchas de la Guardia Revolucionaria iraní se apoderaron hace 10 días en ese estrecho del barco de bandera británica Stena Impero, acusado de incumplir la legislación marítima internacional. “La presencia de nuevas fuerzas extranjeras representaría una importante causa de tensión”, precisó el presidente Hasan Rohaní en un acto en la capital iraní.
La sucesión de incidentes había bloqueado hasta ahora la reanudación del diálogo sobre el acuerdo nuclear. En Viena solo se ha negociado seguir negociando, después de que Araghchi presentara sus líneas rojas. “Todos los firmantes presentes están determinados a salvar el acuerdo”, declaró a la prensa tras la reunión extraordinaria sobre el desarrollo del JCPOA.
El mecanismo financiero de intercambios Instex creado por los países europeos para sortear las sanciones estadounidenses a Irán aún no se ha puesto en marcha, a pesar de haberse llegado a la “fase final” de su desarrollo, puntualizó el viceministro.
Teherán exige ante todo que se reconozca su derecho a seguir vendiendo petróleo pese a las sanciones impuestas por la Administración del presidente Donald Trump. “Estados Unidos está violando la resolución del Consejo de Seguridad que autoriza nuestras exportaciones de crudo tras la firma del acuerdo nuclear”, enfatizó el negociador iraní.