Se estima que el negocio de las celdas de baterías podría mover unos US$ 424.000 millones.
Las mineras de litio se preparan para un futuro en auge en el que los vehículos eléctricos sean parte de lo convencional. No obstante, se vislumbran baches. Los precios están cayendo ante el surgimiento de capacidad productiva adicional y la desaceleración de la demanda en China.
Entre mediados de 2015 y mediados de 2018 los precios del litio, crucial para las baterías recargables, casi se triplicaron a medida la flota mundial de vehículos eléctricos alcanzaba la marca de los 5 millones y la industria automotriz comenzaba a preocuparse por la oferta de materias primas.Eso motivó la apertura de seis minas de litio en Australia desde 2017, con la idea de aprovechar la tecnología en evolución. Pero si bien se avecina el auge de los vehículos, lo cierto es que aún no llega.
Las ventas se están desacelerando en China, el principal mercado, y la ofensiva para llenar la cadena de suministro de baterías se ha enfriado. El resultado: una desplome de 30% en el precio del litio que genera preocupación.”Los últimos datos sobre vehículos eléctricos revelaron una desaceleración del crecimiento, infiriendo que además del exceso de oferta la demanda es ahora un problema”, escribieron Vivienne Lloyd y otros analistas de Macquarie Capital este mes en un informe.
En el primer trimestre de 2019, las ventas de vehículos eléctricos en China crecieron cerca de un 90% en comparación con el año anterior. Si bien esa cifra suena impresionante, se trata de la mitad del crecimiento observado entre 2017 y 2018, según Nikolas Soulopoulos de BloombergNEF en Londres.
En tanto, se espera que la producción de litio en Australia, principal productor mundial, suba alrededor de 23% en los próximos dos años. Baldo Prokurica, ministro de Minería del segundo mayor productor mundial, Chile, informó el mes pasado que el gobierno actual del país busca duplicar la producción dentro de cuatro años.
Los productores del sector también enfrentan otros obstáculos en materia de precios, como el freno del aumento de la capacida mundial para convertir el mineral extraído en materiales de litio. Algunos convertidores en China reportaron tardanza en su expansión a raíz de plazos de proyectos demasiado agresivos y condiciones crediticias más restrictivas, según un informe de julio de Orocobre.
Pese a que la perspectiva sobre la demanda a largo plazo aún parece sólida, algunos productores están reduciendo sus pronósticos de ganancias a corto plazo. Este año, la belga Umicore, el mayor fabricante mundial de cátodos de iones de litio, bajó su proyección de ganancias hasta fines de 2019, citando el debilitamiento de la demanda y el cierre de sistemas de almacenamiento energético en Corea del Sur.
Si bien Umicore precisó que espera “un crecimiento significativo de ingresos y ganancias en 2020”, sus proyecciones previas de 100.000 toneladas en ventas de materiales de cátodos en 2019 y 175.000 toneladas de capacidad antes de 2022 presentan un retraso de entre 12 y 18 meses.
Albemarle y Livent también mencionaron el debilitamiento de la demanda y la baja de precios.
En 2025, el mercado de materias primas de litio extraído podría tener un valor de US$20.000 millones, en comparación con los US$43.000 millones de los productos refinados y los US$424.000 millones de las celdas de baterías, de acuerdo con un escenario base descrito en un estudio de 2018 publicado por la organización australiana Association of Mining and Exploration Companies.
Para 2030, la oferta de baterías de iones de litio deberá multiplicarse por más de 10 y los vehículos eléctricos representarán más del 70% de la demanda, pronostica BloombergNEF.
Morgan Stanley proyectó este mes que los precios del carbonato de litio en Sudamérica caerán bajo el umbral de US$10.000 por tonelada. Diferentes formas de litio producidas en distintas regiones seguirán disminuyendo y convergerán entre US$7.000 y US$8.100 por tonelada en 2025, según analistas liderados por Javier Martínez de Olcoz.
A eso se suma que no todo el litio es igual. Las mineras producen litio con propiedades químicas específicas, que se adaptan a las necesidades de cada comprador. Las negociaciones para cerrar contratos son confidenciales y generalmente duran meses.
Las acciones del litio seguirán siendo volátiles, pero es probable que los productores que se adapten más rápido a las necesidades cambiantes de sus clientes ganen la carrera por dominar el mercado, planteó Martínez de Olcoz.