Los futuros del Brent han tenido problemas para mantenerse por encima de los US$65 el barril y se hundieron en cerca de 7% la semana pasada. En tanto, los futuros del crudo en Estados Unidos rara vez han podido superar los US$60 por barril.
La confianza en el mercado del petróleo dio un giro dramático en los últimos días, ya que fondos de cobertura, productores y operadores están adoptando posiciones más pesimistas en respuesta a las señales de una demanda global débil.
El mercado petrolero ha tenido dificultades para sostener sus avances a pesar de las restricciones a los suministros que generalmente son considerados como factores alcistas para los precios.
Las sanciones estadounidenses contra Venezuela e Irán han removido más de 1,5 millones de barriles de los suministros diarios en el mercado global, mientras que la OPEP extendió un recorte de su producción hasta 2020 y las tensiones entre Estados Unidos e Irán se están incrementando.
De todas formas, los futuros del Brent han tenido problemas para mantenerse por encima de los US$65 el barril y se hundieron en cerca de 7% la semana pasada. En tanto, los futuros del crudo en Estados Unidos rara vez han podido superar los US$60 por barril.
“En vista de todas las noticias que propician el alza, el precio estable apenas parece cambiar”, dijo Janelle Matharoo de InsideOutAdvisors, un operador de materias primas y consultora de riesgo. “Hace quince años, este tipo de eventos habría provocado una variación al alza de entre US$20 y US$30 el barril”, declaró.
Fondos de cobertura e inversores han dejado atrás sus posiciones optimistas al darse cuenta de que la demanda podría ser mucho más baja a medida que suben los suministros de esquisto de Estados Unidos.
Los productores, por otro lado, se han apresurado a asegurar los precios futuros, apostando a que ésta podría ser su mejor oportunidad para protegerse en contra de una liquidación, según dijeron operadores y ejecutivos de intermediación de petróleo.
Los contratos a futuro más inmediatos no han sufrido olas vendedoras bruscas, pero al observar los contratos para más adelante, la debilidad subyacente queda al descubierto.
La prima de los futuros del crudo Brent “front-month" en relación al petróleo que sería entregado en seis meses ha descendido desde un máximo de seis años en mayo de más de 4 dólares el barril a menos de US$1,50 la semana pasada, en una señal de que la preocupación por un suministro ajustado se ha disipado.
Goldman Sachs rebajó su previsión de demanda interanual de crudo para el 2019, citando la decepcionante actividad económica, que se debilitó más por el clima más cálido, la caída de la demanda de combustible para energía y revisiones bajistas históricas, sugiriendo un menor crecimiento de la demanda en el 2018.
El banco revisó a la baja su previsión de crecimiento de la demanda de crudo para el 2019 a 1,275 millones de barriles por día (bpd), desde los 1.45 millones de bpd al comienzo de año.
No obstante, sigue por encima de las estimaciones de consenso en torno a 1.05 millones de bpd para el 2019, agregó la entidad de Wall Street.
"Si todo lo demás sigue constante, estimamos que una revisión alcista de consenso para las expectativas de crecimiento de la demanda de crudo en el 2019 a nuestra de previsión de 1.275 millones de bpd haría avanzar los precios del Brent en 6 dólares por barril", señaló.
Goldman prevé un crecimiento de la demanda de petróleo en el 2020 a 1.45 millones de bpd por una aceleración gradual del crecimiento económico global, además del impulso de la demanda que generarán las nuevas reglas de combustible para barcos de la Organización Marítima Internacional desde el comienzo del 2020.
Los precios del crudo subían el lunes por preocupaciones de que la captura de un tanquero británico por parte de Irán la semana pasada pueda generar interrupciones en el suministro en Oriente Medio y después de que Libia reportó un breve cierre de su mayor yacimiento petrolero, publicó Reuters.