YPF le presentó al presidente Mauricio Macri su plan para el gas de Vaca Muerta que incluye la construcción de una planta para licuar gas, que costaría unos 5.000 millones de dólares.
Tal como informó el presidente de la empresa Miguel Gutiérrez en Neuquén, la compañía controlada por el Estado nacional le encargó a una consultora que estudie diversas posibilidades para avanzar en un proyecto de licuefacción de gas. Como parte de esta iniciativa, directivos de la empresa mantuvieron contacto con el presidente esta semana. Concretamente, la compañía le llevó un régimen de promoción impositiva para la planta de LNG, algo que quiere impulsar en el Congreso de la Nación antes de finales de años.
En una primera instancia, la principal empresa petrolera del país le llevó la propuesta a la secretaría de Energía que conduce Gustavo Lopetegui.
En medio del camino proselitista por la reelección, ahora Macri deberá definir si respalda la propuesta, algo que necesariamente también deberá incluir una ronda en busca de consensos con otras operadoras interesadas en el proyecto.
De hecho, las petroleras vienen manteniendo contacto por lo bajo para tratar de encontrar puntos de acuerdo en pos de desarrollar el otro segmento de gran potencial de Vaca Muerta: la salida por mar con exportaciones de GNL, algo que colocaría al país dentro del acotado club de los exportadores del fluido, junto a Estados Unidos, Qatar y Australia, entre otros países.
Una de las primeras alternativas que la empresa nacionalizada plantea es la necesidad de garantizar un marco regulatorio que no ponga restricciones a las colocaciones de gas al exterior, contemplando los plazos de amortización que una obra de esta magnitud requerirá. Algunos hablan de un período de entre 20 y 30 años de incentivos fiscales que permitan sostener una obra de esta magnitud.
YPF también busca ser de la partida en una obra vinculada con este proyecto. Se trata del nuevo gasoducto troncal que unirá Vaca Muerta con Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires, una obra que total, costaría unos 2.000 millones de dólares. El Gobierno nacional está a punto de licitarla por decreto.
La empresa nacionalizada es punta de lanza en los proyectos de licuefacción de gas, por ahora a baja escala, los únicos posibles hasta poder desarrollar una gran planta como la que ahora propuso en las oficinas presidenciales.
Junio marcó un primer hito histórico para Vaca Muerta, al comercializar un primer cargamento de GNL. Es que desde hace meses mantiene un contrato por el cual tiene en el puerto de Bahía Blanca una barcaza, la Tango, con la cual busca licuar pequeños volúmenes de gas para exportación.
Ya lo hizo y para eso contrató un barco metanero, el FUJI, encargado de ese primer transporte.
Los principales referentes del sector sostienen que una de las medidas del futuro de Vaca Muerta estará dada por poder salir por puertos con gas. Pero el tema siempre impone como una variable central las condiciones económicas del país, en el contexto de la necesidad de conseguir financiamiento a tasas que por ahora son muy difíciles de encontrar. Es uno de los motivos por los que se busca un incentivo fiscal.
Están, por otra parte, los que creen que hay que explorar la salida del gas en barcos por el Pacífico, en los puertos de Chile, algo que también abre el debate del impacto económico de una obra de esta magnitud. Chile también es comprador de gas neuquino, luego de una década en la que se interrumpieron los envíos.
Por lo pronto, el proyecto de licuar gas de Vaca Muerta dio un nuevo paso. Queda por ver la postura que tomará el gobierno de Macri en un año en el que también se juega la reelección. Con todo, el Gobierno nacional viene poniendo de relieve cada vez que puede al sector shale.